Cada Navidad, al igual que hace más de 20 años, Marco Antonio Catalán saca su traje rojo del armario, lo alista y se transforma en el Viejo Pascuero de los niños del servicio de Oncología del Hospital Luis Calvo Mackenna, en la comuna de Providencia. Así, en su “trineo imaginario”, llega al recinto médico repleto de regalos y a cambio se lleva la mejor de las recompensas: las sonrisas de los niños.
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