El impetuoso estilo Mañalich que amenazó con congelar la firma del acuerdo en Aysén

La noche de ayer tiene que haber sido una de las más tensas que se ha vivido en Puerto Aysén. No sólo por las barricadas y las movilizaciones que aún continúan, sino que por la álgida reunión que se vivió entre los dirigentes del sector y los ministros de salud y transportes, que comenzó pasada las 19:00 horas.

La reunión, que terminó cerca de las tres de la mañana y que estuvo custodiada en todo momento por un amplio contingente policial, tenía un objetivo claro:  avanzar en la demanda que busca aplicar un subsidio al combustible en la región. Sin embargo, lo logrado dista mucho de esa petición, pues el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, no tiene facultades para avanzar en esa materia que le compete a Hacienda.

El punto más tenso se vivió mientras se terminaban de discutir las demandas en salud, cuando el ministro de esa área, Jaime Mañalich, dijo que el protocolo de acuerdo debía ser firmado en Coyhaique, y no en Puerto Aysén. Frente a la imposición del ministro se exacerbaron  los ánimos. Los dirigentes no escondieron  su molestia e insistieron en que el protocolo se firmaba en Aysén si o si. El argumento del ministro era que éste, por ser un tema regional, debía ser firmado en la capital de Aysén. Curiosa solicitud ya que era pasada la medianoche, y varios de los asistentes tenían escasa posibilidad de desplazarse a Coyhaique  (distante a 60 kilómetros) debido a la escasez de combustible.

Según varias fuentes presentes en el lugar, frente al desacuerdo Mañalich se paró enojado y dijo:  “entonces no firmamos nada”. El ultimatum  provocó la salida de algunos dirigentes.

Los ánimos sólo se calmaron tras  la intervención de algunos parlamentarios como el diputado David Sandoval (UDI), y de los senadores Patricio Walker (DC) y Antonio Horvath (RN) que llamaron a retomar la reunión y a firmar el acta con los acuerdos a los que habían llegado.”Para que seguimos conversando , si no hay voluntad para que sigamos avanzando”, contestó el ministro en ese momento, según relata Sandoval.

Este no fue el único momento tenso de la cita. Durante el transcurso de la cita en la Gobernación de Aysén se apostaron afuera  cerca de de 500 personas con banderas negras y pancartas que gritaban consignas contra el Ejecutivo.

Todavía no se firmaba el acuerdo cuando los asistentes quedaron a oscuras producto de un corte de luz general en la zona, provocado por los propios manifestantes.

Cerca de la 1 de la madrugada se realizó un break, que duró cerca de 40 minutos. Y después de este descanso, según afirma uno de los participantes en la reunión, el ministro Mañalich aseguró que había hablado con los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y el de Energía, Rodrigo Álvarez, y aseguró que se estaban realizando las gestiones para que ambos secretarios de Estado fueran a la región a conversar con los dirigentes, para buscar acuerdos. Pero nada es gratis.

Los representantes del Ejecutivo pusieron dos condiciones para que el ministro de Hacienda, el más esperado por los ayseninos, visite la región y se apronte a un diálogo. Exigieron primero el cese de la violencia y  la entrega de los caminos.

Sin embargo, Jovel Chodil, representante de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Puerto Aysén recalcó que las movilizaciones continúan. “Aysén sigue…se resolvió sólo un punto de los once que estamos exigiendo”.