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2 de Febrero de 2016

Banda chilena que teloneó a Rolling Stones el 95: “Si los hubiésemos visto antes, no nos habríamos atrevido”

Pablo Ugarte, bajista y vocalista de UPA, abrió junto a su ex banda Los Barracos el show de los ingleses en Chile, cuando visitaron el país por la gira Voodoo Lounge. En entrevista con El Dínamo, recuerda la particular rutina de Mick Jagger en el backstage y la inexperiencia de los productores locales.

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Cuenta la leyenda que The Rolling Stones iba a tocar el 19 de febrero por primera vez en Chile y que los ingleses tenían escogidos a sus teloneros: la banda nacional Los Tres. Sin embargo, el grupo penquista -que en ese entonces ni siquiera había lanzado su exitoso disco Unplugged-, no se andaba con cuentos. Encontraron que las condiciones que le ofrecía la producción eran indignas y rechazaron abrir el show.

Entonces, desde la organización hicieron una llamada que pilló por sorpresa a Pablo Ugarte: le avisaron que su banda, Los Barracos, eran los nuevos escogidos para ser el grupo soporte de los ingleses. “La verdad es que fue bien impresionante y aceptamos de inmediato”, recuerda. Ugarte había ganado notoriedad en los 80′ como líder de la banda de rock UPA!, y desde 1993 era el frontman de esta nueva agrupación que luego derivó en el grupo Los Ex. Entre sus miembros también estaban Colombina y Juan de Dios Parra, los hermanos Martín y Matías Lara, y el bajista James Frazier.

“Era un honor y toda un expectacion tocar. Pero cuando ves a los Rolling Stones en vivo, dices chuuuu… si hubiésemos visto a los Rolling Stones en vivo antes, en el backstage, no se si me habría atrevido a telonearlos”, cuenta Ugarte.

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El primer contacto con el equipo de las leyenda del rock, que venían a presentar su disco Voodoo Lounge, fue el día anterior. Los Barracos entonces hicieron una visita al Estadio Nacional para ajustar los detalles del show. Y como hasta ese entonces Chile estaba en pañales en cuanto a organización de conciertos, la tensión entre los organizadores locales y el staff de los Stones sacaba chispas.

Ese día, tuvo que demolerse una parte de la entrada de Maratón del Estadio Nacional porque no cabía una cobra gigante que traían los ingleses como parte de su espectáculo. “Me acuerdo que había un productor inglés que ya estaba bastante sorprendido de que nadie le hubiese dado las medidas de la entrada de Maratón”, dice Ugarte. El productor, recuerda, superado ese impasse, preguntaba una y otra vez cuanto peso soportaba una rampa que había hacia el escenario. La respuesta del staff chileno dejó mucho que desear a la producción británica. “Supongo que entre 2000 y 3000 toneladas”, les dijeron.


“Entonces hubo una frase que recuerdo hasta el día de hoy y que me ha servido mucho El inglés les dijo: ‘Yo no puedo basarme en sus suposiciones. En las suposiciones están las madres de todas las cagadas‘”, recuerda Ugarte.

Los Barracos no supieron nada más de los ingleses hasta el día del show. Los Barracos tocaban a las siete de la tarde y cinco para las siete, un grupo de “gigantones vestidos de negro”, del equipo de los Rolling Stones, los llevaron al escenario. Ahí, tal como lo exigía la producción del evento, tocaron con los equipos musicales de los Stones. “Sonamos increíble. El nivel de tecnlogía que tenian los ingleses no existia en Chile. Nunca habíamos sonado así”, dice Ugarte. 


Después del show, bien recibido por el público, Los Barracos bajaron al backstage a dar entrevistas. Pero a los pocos minutos volvieron los “gigantones” y les pidieron a todos los músicos y periodistas que se encerraran en los camarines, para despejar el espacio para los Stones. Todos los presentes hicieron caso, excepto uno, que pasó desapercibido: Pablo Ugarte.

Ahí se abrió una puerta y entró Mick Jagger. Pasó delante mio. Venía con un personal trainer y un médico, que traía un tanque de oxigeno con ruedas”, recuerda el músico. Jagger corrió durante cuarenta y cinco minutos en un pasto sintético, a modo de ejercicio competitivo. Rutina que mantiene antes de todos sus shows. “Tenía esa contextura física delgada, muy de adolescente, pero con cara de dinosaurio”, cuenta. No pudo conversar ninguna palabra con Jagger.


Pero la mejor parte de su aventura vendría después, cuando empezó el show de los Stones y junto a Los Barracos pudo verlo desde el costado del escenario. Ugarte recuerda: “Salieron a tocar y los primeros 20 o 25 minutos era como un concierto de rock normal. Pero después como que algo pasó, entraron en calor y empezaron a pasarlo demasiado bien en el escenario. Quedó la cagada. Era como si estuvieran en el living de su casa, o en un pub. Después lei que el concierto en Chile era donde mejor lo habían pasado, porque venían de hacer como cinco River Plate, y venían ya ensayados, tocados, no tenían nada que perder. El concierto se transformó en una cuestión impresionante, con una energía demoniaca. Abrí la boca y no la pude cerrar hasta el final. Quede para dentro”.

“Ellos tocando música se transforman en algo mucho mas grande que el aparataje técnico del escenario. Lo trascienden. Cosa que no le pasa a mi juicio a U2 o a Pink Floyd, que la parafernalia se los termina tragando. Entonces tú decis chuta, no sé si me habría atrevido a ser banda soporte de algo así”, explica el líder de UPA.

Después del show, los Stones se fueron a sus camarines y Los Barracos no supieron más de ellos. La banda se separaría poco tiempo después, y Ugarte actualmente toca con su grupo de los ochenta, UPA, y con un nuevo proyecto de corte electrónico llamado Los Otros. Esta vez, The Rolling Stones tocarán el 3 de febrero y sí serán teloneados por Los Tres. Y aunque para él la experiencia con los ingleses no fue un antes y un después en su carrera, en el extranjero sí lo consideran así: “Cuando voy a otros paises, mis amigos no me presentan como el vocalista de UPA. Me presentan como el telonero de los Rolling Stones”. 

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