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7 de Diciembre de 2023

La incertidumbre y la recesión

Por René Fernández
AGENCIA UNO/ARCHIVO.
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René Fernández

René Fernández es economista y académico de la USACH.

Recordamos con nostalgia los tiempos del dinero barato. Lindos tiempos, en los que era posible financiar la compra de un departamento con tasas muy bajas. Luego de aquellos días, la inflación ha ido en aumento y, es más, hemos observado niveles récord en gran parte del orbe, aunque existen señales de dominio de la situación y esperemos no estar hablando sólo de golondrinas que no hacen verano.

La inflación se encuentra dando algunas señales de moderación, entonces, lo que resta es discutir sobre el estancamiento. Por ejemplo, noticias recientes de Eurostat nos hablan del Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro contrayéndose un 0,1% en el tercer trimestre 2023, respecto de los tres meses anteriores.

Por otro lado, el comportamiento de la economía de la eurozona entre julio y septiembre fue sensiblemente peor que el observado en Estados Unidos, donde el PIB aumentó un 1,2% trimestral.
En Europa, hubo importantes tasas de crecimiento trimestral para Polonia, Chipre y Hungría. Mientras tanto, España destaca entre las principales economías de Europa creciendo un moderado 0,3%, superando a Alemania, Francia, Italia y a los Países Bajos.

En Latinoamérica, donde las medidas contra la pandemia fueron similares, -restricciones a la movilidad, aumento del gasto público en la medida de lo posible y un mayor endeudamiento-, hoy en día se observa aún presiones inflacionarias, pero más que ello, se observa un nivel de estancamiento complejo, marcado por ejemplo para el caso de Chile por noticias recientes de empeoramiento de las calificaciones crediticias para instituciones relevantes, como es el caso de Codelco y Falabella.

Los tiempos están convulsos a nivel planetario, es cosa de mirar Ucrania, Gaza, conflictos migratorios relevantes en América o la amnistía en España. En dicho orden de ideas y con el único objetivo de hacer más complejo el puzzle, podemos apreciar, por ejemplo, cómo en Chile se ha discutido por un período extenso la modificación de la Constitución de 1980. Se trata de algo más de dos años de discusión con una segunda votación que se realizará en diciembre. Lo anterior se vive, pues durante la primera votación, los chilenos y chilenas rechazaron contundentemente la propuesta de los constituyentes, cosa que, según indican diversas encuestas, también ocurrirá para la segunda propuesta.

También podemos hablar del caso de Perú, donde es llamativo que, si consideramos desde el 28 de julio de 2016, ha sido gobernado por seis presidentes distintos.

Habitualmente en contextos de alta incertidumbre como los actuales, los inversionistas y empresarios reaccionan evitando riesgos. Lo anterior suele advertirse por quienes desean cerrar procesos socio políticos con el fin de mejorar la economía en el corto plazo. La discusión no es trivial, de hecho, es reiterativa en múltiples ciclos y latitudes. En escenarios de incertidumbre política, -tanto en el mencionado contexto de la discusión de cambios constitucionales en Chile como en el caso de las amnistías en España-, es recurrente el argumento promercado de disminuir las incertidumbres, generemos certezas al mercado es un punto relevante de la argumentación.

Desde un punto de vista promercado, ¿quién podría oponerse a aquello? Sin embargo, cuando se trata de que la posición política personal pierde poder, generar certidumbres pareciera ya no ser un argumento de tanta validez y quizás es lo que seguiremos observando, un contexto de incertidumbre político y social, que muy probablemente genere consecuencias para el esperado crecimiento económico.

No obstante, las fortalezas del país aún existen, recuperar el camino de crecimiento y sostenerlo en el tiempo es primordial si deseamos realmente disminuir el desempleo y entregar oportunidades para todos, incluidos nuestros jóvenes.

Para que los capitales consideren nuestro país, es clave el fundamento macroeconómico, pero la seguridad jurídica, la eficiencia del gobierno y la eliminación de trabas burocráticas, también lo son.

Por otro lado, en entornos con un alto grado de incertidumbre se debe estar especialmente cuidadoso en sentido de no sobre regular, para no aumentar la desconfianza de los mercados. Es fundamental que los sectores políticos se alejen de la tentación populista. Debemos ser estratégicos, tanto Estado como empresa privada deben mirar el largo plazo y no sólo el objetivo cortoplacista, pensemos en el país que queremos dejar a nuestros hijos y nietos.

En resumidas cuentas, son tiempos en los que todos debemos colaborar desde nuestra posición, buscando en lo que podemos aportar nosotros al país y no sólo lo que el país puede hacer por nosotros.

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