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6 de Febrero de 2014

Argentina: Expertos y autoridades analizarán opción de trasladar al oso Arturo a Canadá

Tras varias campañas llevadas adelante por ambientalistas, el oso polar del zoológico de Mendoza, de 29 años, podría ser trasladado a vivir en un hábitat más parecido al natural para evitar que siga enfretnado el calor. Es el último oso polar en cautiverio del país.

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El futuro de Arturo, el último oso polar que queda en cautiverio en la ciudad trasandina de Mendoza, sigue en el centro del debate entre expertos, funcionarios y activistas, que analizan la opción de trasladarlo a Canadá a fin de evitar que siga sufriendo con la ola de calor -con temperaturas de más de 40 grados- que han afectado a la zona.

El viejo oso polar del Zoológico de Mendoza, de 29 años, está deprimido desde la muerte de su compañera y agotado por las altas temperaturas en esta región semiárida al pie de los Andes. En diciembre pasado, de hecho, se dio a conocer cómo el zoo intentaba refrescarlo con sendos manguereos y aire acondicionado.

Es por ello que este viernes un grupo de veterinarios canadienses, chilenos y argentinos se reunirán el viernes para decidir si está en condiciones de viajar en avión a Canadá, donde el Assiniboine Park Zoo se ha ofrecido a adoptarlo.

En el país vecino no olvidad la trágica muerte de Winner, el oso polar del Zoo de Buenos Aires, durante una agobiante ola de calor en vísperas de la Navidad de 2012, cuando en la capital argentina se registraron 40°C.

Pero también surge la interrogante en torno a si Arturo podrá aguantar el cambio desde el caluroso verano de Mendoza a  los -20°C del invierno canadiense. 

Nacido en Estados Unidos en 1985, Arturo llegó en 1993 a Mendoza.”A pesar de su edad, se lo ve saludable”, dijo el director del zoo de Mendoza, Gustavo Pronotto, al indicar que la expectativa de vida de los osos polares es de 20,5 años. En cautiverio pueden llegar a los 30 años.

Por su parte, la organización ecologista Greenpeace, que reunió 160.000 firmas a favor de esta iniciativa, realizó una campaña para que Arturo sea llevado de “urgencia” a Canadá, “un entorno más cercano a su hábitat natural”. Otra petición llevada adelante en Change.org también ha logrado más de 44.000 firmas de apoyo. 

En Canadá vive el 60% de los 20.000 a 25.000 osos blancos del planeta, que se concentran en el Ártico (Rusia, Estados Unidos, Noruega, Groenlandia).

Clasificado como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el oso polar (Ursus maritimus) es el mayor depredador terrestre.

Deprimido

Además de la ONG ambientalista, muchos ciudadanos se han sumado a la iniciativa para llevar a Arturo a Canadá, acusando al zoológico mendocino de negligencia.

Las autoridades medocinas, propietaria del zoológico, autorizaron la expatriación del animal, siempre y cuando así lo aconseje el veredicto médico del viernes.

Por su parte, el sindicato de empleados del zoológico de Mendoza es de otra opinión. Tras consultar a un veterinario, el personal piden que el plantígrado permanezca en Mendoza. “El oso ya no es reproductor y el traslado no sería para conservar la especie, por lo tanto no hay motivo que lo avale”, afirman.

El director del zoológico que comprende la preocupación de los argentinos, subrayó que Arturo “no es un paquete al que se puede despachar como si fuese una mercancía”.

“Todo está supeditado a la salud del animal y a su resistencia a un viaje de 15.000 kilómetros que puede insumir entre 24 y 48 horas”, advirtió Pronotto, también veterinario, que llamó a evaluar el riesgo y las horas de anestesia.

En su hábitat natural, este formidable cazador se alimenta exclusivamente de focas y cuando escasean también ataca a renos y pequeños roedores. El zoológico de Mendoza le sirve 15 kilos de carne por día y todas las frutas y verduras que quiera.

El animal vive en un recinto de 35 m2 con aire acondicionado, una playa de 500 m2 y una piscina privada de casi 300.000 litros, en la que los guardias arrojan bloques de hielo para enfriar el agua, según las autoridades del zoo.

Los expertos creen que Arturo quedó profundamente afectado por la muerte en mayo de 2012 de su compañera Pelusa, de casi 30 años.

Ambos mantuvieron una relación de dos décadas por momentos tumultuosa, como cuando durante una pelea Arturo hirió a la hembra en una pata.

“Arturo nunca salió de su estado depresivo por la muerte de la hembra, que quedó preñada varias veces pero las crías nunca llegaron a sobrevivir. Es muy difícil que lo hagan en cautiverio”, señaló Pronotto.

El animal ha recibido muchas visitas en las últimas semanas, entre ellas la de Claudio Bertonatti, de la ONG Vida Silvestre, cuya prioridad es la protección de especies en peligro de extinción.

La experiencia muestra que los osos polares se adaptan a climas más cálidos. A Geebee, un oso polar originario de Canadá, le encantaba tomar sol en el zoológico de Johannesburgo hasta su muerte el mes pasado a los 29 años.

Mira las postales de rutina de Arturo al sol:

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