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25 de Septiembre de 2015

Mineduc raya la cancha con gratuidad: si estudiante se atrasa en estudios, empezaría a pagar de su bolsillo

Esta es una de las medidas que planteó ayer la secretaría de estado en una reunión con los rectores. Además, las universidades tendrán tan sólo 10 días para determinar si es que se suman a la gratuidad o no.

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La discusión ha tenido de todo. La reforma estrella de Michelle Bachelet, la educacional, actualmente encabezada por la ministra del ramo, Adriana Delpiano, ha tenido todos los componentes de una obra tragicómica de teatro. Confusión, acusaciones, victorias, derrotas, y por cierto una cuota importante de incertidumbre.

Y el tema viene con carga anterior al cambio de ministro, ya que antes del arribo de la ex directora Ejecutiva de Educación 2020, el otrora titular de la cartera, Nicolás Eyzaguirre, encabezó las discusiones por todo lo correspondiente a la educación municipal y particular subvencionada. El 21 de mayo empezaron a normar, a partir del discurso de la Presidenta Bachelet, la gratuidad en la educación superior. Que no se llegaría a ella con becas, y que contemplaría, inicialmente, a ciertas casas de estudio. Después la economía hizo lo suyo, y en paralelo al cambio de ministro, bajó la cobertura para el próximo año de los estudiantes beneficiados. De 70 a finalmente 50%, considerando casas de estudio privadas con ciertas condiciones.

La discusión se extiende, y el Ministerio ha dado diversos tropezones: fueron acusados de cambiar tres veces en menos de 90 días estas condiciones, lo que fue asumido como un “error”. Luego, Delpiano indicó -tras una reunión con representantes DC- que se estaba “analizando” el llegar a la gratuidad mediante becas, lo que tuvo que desmentirlo al día siguiente, argumentando que “se entendió mal o me expliqué mal”. Asimismo, las casas de estudio exigen claridad respecto de la forma en la que se entregarán los recursos para la gratuidad, y aún no está normado. En un afán de “facilitar” de ejecución de esta promesa de campaña, se anunció que se incluirá en la ley de presupuestos, lo que retrasa la claridad que exigen las casas de estudio para ver sus cupos y vacantes para el año académico 2016.

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En aquel escenario, ayer -mientras Chile estaba atento al fallo de La Haya- tuvo lugar una reunión entre el Consejo de Rectores (CRUCh). Los tiempos se van acortando, y la secretaría de estado, representada este jueves por el jefe de Educación Superior del Mineduc, Francisco Martínez, no entregó un documento o presentación formal. De todos modos explicó, según afirma El Mercurio, que para financiar la gratuidad no se tomará el arancel de referencia de cada carrera, como se había informado en un primer minuto. Sino que se utilizará un nuevo “arancel regulado”.

En pocas palabras, con el ejemplo de Sicología: si un grupo de universidades tiene esta carrera, pero en un plantel cuesta 4 millones y en otro 2 millones, todas recibirán 3 millones. Asimismo se considera un “aporte de compensación” de hasta 20%, pero una de las preocupaciones, como la que indicó el rector de la Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui, es que algunas quedarían con déficit.

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Pero la preocupación mayor tiene que ver con que el Estado, según se planteó ayer, sólo financiaría la duración formal de las carreras. Si el estudiante se atrasa, éste deberá hacerse cargo financieramente del resto de sus estudios. Inicialmente se contemplaba costear hasta el 20% más de la duración oficial.

El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, indicó que existen brechas entre estudiantes de distintos orígenes sociales que llegan a ese plantel. “Sólo el 35% de los alumnos egresa sin atrasarse, y en otras (universidades) debe ser más alto”, aseguró ayer.

El argumento sería que no hay recursos. No obstante, el Mineduc, según el Vicepresidente del CRUCh, Aldo Valle, comprometió que “ninguna institución va a tener déficit en sus ingresos para el presupuesto de 2016 a consecuencia de implementar la política de gratuidad”. Sin embargo, como aparentemente la plata no alcanzaría, cada universidad deberá sostener reuniones con los funcionarios de la secretaría de estado para evaluar cómo quedan con esta ley.

Cupos y plazos

Las mismas universidades del CRUCh finalmente ofrecerán 79 mil 865 vacantes para el próximo año, lo que representa un magro aumento de 2,75%, esto ante los límites que puso el Mineduc para el aumento de la matrícula, límite que en un comienzo fue muy cuestionado por los rectores.

Ahora lo que resta es que el Ministerio entregue los detalles de cómo las Universidades podrán sumarse a la gratuidad, pero como esto va en la Ley de Presupuestos, a discutir y resolver con miras a fines de noviembre, el proceso deja como saldo tan sólo 10 días para que las casas de estudio determinen si sumarse o no a la gratuidad.

El tiempo corre y aún falta mucha información, y los estudiantes están esperando para ver si es que podrán estudiar gratis el próximo año o no. De momento lo único que podrían saber es que no se pueden atrasar en sus carreras.

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