La estrategia de Ossandón para ser candidato presidencial de RN: "Salirse de la élite y meterse por abajo"

Volantes para prevenir el cáncer de mama. Eso era lo que repartía el senador a fines de octubre pasado en el centro de Concepción. Algunos lo reconocían, se acercaban y le pedían una foto. Otros lo increpaban por las malas prácticas en la política. Ossandón sin inmutarse, respondía: “Yo estoy aquí para dar la cara. No tengo nada que esconder, puedo estar con ustedes de frente”.

Aunque la capital de la región del Bíobío está algo alejada de la circunscripción que el senador representa -Santiago Oriente- dicha ciudad está muy cerca de sus aspiraciones: Concepción es el segundo centro urbano más grande de Chile y uno de los puntos neurálgicos de las presidenciales.

No es el único viaje reciente de Ossandón. Durante el último semestre ha realizado diversas actividades en las regiones de Valparaíso, O’higgins, Maule, Bíobio y Los Lagos. En sus visitas -que no duran más de un día- se reúne con concejales, presidentes regionales de RN y dirigentes sociales, buscando convocar a las bases de su partido. Todo pensando en unas posibles primarias. Una estrategia que nace de un diagnóstico claro: su equipo más cercano conoce las resistencias que genera al interior de RN.

Por una parte la élite del partido critica su “ácido” discurso que apunta con el dedo a su propio sector (acusando el “secuestro” de algunos políticos de derecha por parte de las grandes empresas). Por otro lado, su conservadurismo le resta apoyo entre los jóvenes RN. “La apuesta de Ossandón es salirse de la elite y meterse por abajo”, explica uno de sus más cercanos colaboradores.

Un apuesta que parece estar resultando a la luz de las encuestas. Datos que guía los pasos de su equipo en el intento por construir una ala “ossandonista” al interior de RN y empoderarlo así como carta presidencial.

Un equipo artesanal a las grandes ligas

“El liderazgo presidencial nuestro debiese estar firme para las municipales. Es fundamental que los alcaldes y concejales tengan figuras potentes que anden con ellos en la elección” explicó a El Dínamo el secretario general de RN, Mario Desbordes.

“El trabajo está encapsulado en los equipos más cercanos. Está muy tras bambalinas, pero todo sabemos que los candidatos presidenciales se están moviendo” reconoce Fredy Vásquez, líder de la juventud RN.

Pasos que Ossandón ha dado de manera sigilosa, junto a un equipo que lo acompaña desde su época de alcalde en Puente Alto. “Somos un equipo más bien artesanal. Somos un equipo chico metido en las grandes ligas”, dicen.

Integrado por su jefa de gabinete (María Villadangos), un jefe territorial (Emardo Hantelmann) y uno de prensa (Rodrigo Labrín), el grupo proviene del mundo municipal. La misma arena política donde el senador ha ido sumando adeptos en estos meses de viajes a regiones.

Así se ha ido creando un incipiente “ossandonismo” al interior de RN, al que se han sumado diputados como Alejandro Santana, Gonzalo Fuenzalida y Leopoldo Pérez, con quien el senador ya tenía una relación cercana desde sus tiempos de alcalde de Pirque. A ellos se suma el apoyo de Carlos Larraín, su padrino político.

De alcalde a pre candidato

En la alcaldía de Puente Alto Ossandón comenzó a emerger como figura. “Es el hito que lo validó dentro del partido” cuenta un relevante diputado RN. La razón: ganó una de las comunas más grandes de Chile, que históricamente había estado manejada por el Partido Socialista. “Como alcalde salía mucho en los matinales. En ese tiempo no estaba en el debate político, era mucho más de gestión”, agrega.

Fue Carlos Larraín quien le dio visibilidad política a Ossandón al nombrarlo vicepresidente durante los ocho años en que lideró RN (de 2006 a principios de 2014). Desde esa palestra Ossandón comenzó a formar su figura de “disidente” al interior de su partido.

Cercanos a Larraín comentan que el ex presidente de RN fue el primero en “entender el potencial del Cote”. Señalan que Larraín aprecia de Ossandón su “franqueza demoledora”, su capacidad de ponerse en los “zapatos” de la gente y que la gente “le cree”.

“Larraín y Ossandón se acercan en la parte valórica y también en la forma de hacer política”, comenta Claudio Eguiluz, miembro de la comisión política de RN. “Una suerte de derecha histórica romántica, como de patrones de fundo bien intencionados”, en palabras del intelectual de derecha Pablo Ortúzar.

Esa coincidencia “valórica” quedó en evidencia cuando Ossandón –quien va a misa todos los domingos en la iglesia de Puente Alto- se negó a dar la pastilla del día después en el consultorio de esa comuna, derivando a quienes la solicitaran al Hospital Sótero del Río. Algo que “los jóvenes de RN perciben como valores de la derecha dura, más ligada a la UDI que al propio partido”, según señala un dirigente de la juventud.

El mismo hecho revela otro de sus atributos. En esa ocasión su equipo mandó a hacer una encuesta para medir el impacto de la decisión: aunque el 95% de los entrevistados estaba en contra de la medida tomada por el entonces alcalde, lo seguirían votando por que le “creían”. No por nada Ossandón estuvo 12 años en ese cargo. Además, Puente Alto fue la comuna clave en su victoria como senador por sobre Laurence Golborne.

La presidenta regional de RN en Punta Arenas, Gloria Vilicic, resume el sentimiento del incipiente ‘Ossandonismo’: “Yo creo que es nuestra Bachelet”.

El enemigo interno

Para nadie es desconocido que los punzantes comentarios de Ossandón generan “dolor de guata” en RN. “Yo creo que se trata de una estrategia para posicionarse” plantea un destacado parlamentario piñerista de ese partido. “A su discurso crítico le faltan propuestas, tiene poco espacio porque es agresivo verbalmente”, asegura.

Un discurso que según el analista Max Colodro, sintoniza con los tiempos de sospechas y baja credibilidad que corren. “Estamos viviendo una tensión compleja del financiamiento a la política, el uso de ciertos privilegios y en eso Ossandón está tratando de conectar más bien con el mundo popular, que es el mundo del cual él proviene como ex alcalde de Puente Alto”.

“Con la misma fuerza que Piñera condena a Venezuela, debería pronunciarse por el caso Penta” fue una de sus más recientes declaraciones. En ellas, el senador aludía a la íntima relación de amistad entre Sebastián Piñera y uno de los controladores del holding, Carlos Alberto Délano. Un ataque directo al corazón del Piñerismo. Un intento por sacar al ex presidente de lo que parece ser su estrategia: guardar silencio para esperar cómo decanta la complicada situación política que vive el país.

Es precisamente el ex Presidente uno de los blancos favoritos de Ossandón. La rencilla tuvo su primer origen en 2005, cuando Roberto Ossandón –hermano del senador y hombre fuerte de RN en los 90s- se distanció del candidato por diferencias con Rodrigo Hinzpeter: a Ossandón no le pareció que Hinzpeter continuara con su trabajo privado de abogado durante la campaña, mientras él había renunciado al suyo. Ese mismo año su hermano, Manuel José Ossandón, dijo que apoyaría a Joaquín Lavín (UDI) como candidato.

El segundo episodio se vivió cuando Sebastián Piñera asumió la presidencia. Se sabía que Ossandón quería ser ministro de Vivienda, cargo que quedó en manos de la UDI Magdalena Matte. Durante el primer año de gobierno, el entonces alcalde de Puente Alto envió un correo al Presidente en el que advertía lo mal que funcionaban ciertos programas de vivienda. Mail que Piñera reenvió directamente a Matte.

La distancia llegó a tal punto que para las elecciones parlamentarias Ossandón no quiso sacarse fotos con Piñera y en el último cónclave de la Alianza -organizado por el ex Presidente-, el senador fue una de las pocas figuras que no fue invitada.

“En la interna sabemos que el partido está con Piñera. Sabemos que Piñera va a tratar de desestabilizarnos, que hay diputados y senadores que van a estar con él hasta el final. Cuando Ossandón interpeló a Piñera por Penta a nosotros nos criticaron, nos dieron duro, habló Monckeberg, Edwards, Desbordes. Piñera siempre nos va a estar pegando, él tiene gente que manda a pegar”, asegura uno de los colaboradores de Ossandón.

“Uno es lo que es, no hay que pedirle peras al olmo. Es un estilo que tiene costos, pero que también le da grandes aciertos. La gente está pidiendo a gritos honestidad”, dice su hermana Ximena Ossandón.

Aunque cimentar su candidatura presidencial sigue siendo un trabajo silencioso, las encuestas ya le dan un impulso. El diputado Alejandro Santana señala que “en la bancada de RN se ha internalizado que él puede ser una opción cierta”. Su par Leopoldo Pérez plantea que “es el candidato de la centroderecha que tiene más posibilidades de ir sumando”.

Ir sumando apoyos lejos de la cúpula RN es la apuesta de su equipo. Por ahora, explican, el foco seguirá en los viajes, los que se detuvieron por las vacaciones del senador y -en gran parte- por el cáncer a la tiroides que afecta a su hija Jacinta (18). Y aunque aún no hay reuniones formales, lo cierto es que el “ala ossandonista” de Renovación Nacional comienza a tomar forma. Sus cercanos creen que el principal desafío que Ossandón tiene por delante es aprender que “en política no se puede correr solo”. Aunque hasta ahora, con esa táctica no le ha ido nada de mal.