[Video] Ex actor porno lo cuenta todo en su libro “El guardián del diario secreto”
Bueno, casi todo: aunque Leonardo Lucatto asegura haber prestado servicios como escort de lujo especializado en BDSM a varios famosos, no entrega nombres.
Por RedacciónFutbolistas, políticos, empresarios y religiosos pasaron por las sábanas de este escort experto en BDSM (bondage, dominación y sadomasoquismo). Con seudónimos para proteger la privacidad de sus clientes, Leonardo Lucatto cuenta las situaciones y anécdotas que le han ido surgiendo en una vida llena de aventuras y sexo extremo. Lo hace en su libro, El guardián del diario secreto, en el que demuestra que las perversiones y fetiches de la gente de a pie pueden llegar hasta límites insospechados. Por ejemplo, un futbolista muy conocido al que apoda XL, tiene una fantasía morbosa y sádica a partes iguales: una mezcla entre tortura en los genitales, humillación, dominación y voyeurismo puro.
Leonardo Lucatto narra su recorrido en la vida; desde sus orígenes humildes en Brasil en el seno de una familia italiana vinculada a la prostitución, hasta su lujosa vida a todo tren en las capitales europeas
“El guardián del diario´secreto” . Disponible en FNAC, La Casa del Libro….”on line” en Amazon y La Central. pic.twitter.com/QlUK3cvs3F
— Leonardo Lucatto (@LeonardoLucatto) febrero 27, 2014
“Si yo soltara un nombre, me podría traer muchos problemas”, dice Leonardo, respecto a la identidad de sus clientes. “No podría ir a la cárcel pero casi, porque podría desmantelar muchas cosas. Algunos me han hecho firmar algún tipo de contrato de confidencialidad, aunque no hacía falta, ya que yo nunca revelaría su identidad. Soy un profesional”, asegura.
Lucatto afirma haberse acostado con futbolistas, políticos y religiosos españoles. ¿Cuánto de eso es realidad y cuanto es ficción?
“Es cierto que me he acostado con gente muy importante de este país. Todo lo que cuento en este libro es cierto”, agrega, señalando que tratando de resguardar su intimidad y la de su cliente, “he vivido historias de película. Hay veces que me daban unas indicaciones tan complicadas que llegaba a perderme: entra por el parking, sube en el ascensor, baja por la escalera, llama a tal puerta… Incluso en ocasiones el famoso de turno y yo teníamos que salir disfrazados con peluca y gafas de sol para que no nos reconocieran”, relata entre risas.
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