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27 de Abril de 2018

“Tuve a mi guagüita en la cama”: denuncian a medico objetor y al Hospital de Quilpué por negar aborto por inviabilidad

La afectada asegura que recibió una carta diez días después de parte del director del recinto asistencial, donde le asegura que “esta ley recientemente implantada ha creado un nivel de estrés entre los profesionales".

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Visiblemente afectada, Fernanda (25) hace su relato sobre la grave vulneración que denuncia vivió en el Hospital de Quilpué, al habérsele negado la aplicación de la ley de interrupción del embarazo, en su caso, por la segunda causal.

Con un embarazo de 14 semanas y 5 días, Fernanda llegó a la urgencia de dicho recinto asistencial el viernes 6 de abril en horas de la madrugada. La situación de su embarazo era de alto riesgo ya que tenía implantado el dispositivo intrauterino T de cobre.

Luego de la realización de exámenes de sangre y ecografías, le informaron que “el huevo se estaba desprendiendo y que tenía una infección. El día viernes, cerca de la 5 de la tarde, rompí membranas, se me rompió la bolsa y, después de una hora, me hicieron una ecografía para confirmar que ya no había líquido amniótico”, cuenta en el video.

Tras conocer la gravedad de su estado, Fernanda solicitó en ese momento hablar con el doctor de turno “para que se me hiciera el aborto por la segunda causal, la inviabilidad fetal, ya que después de hacerme la ecografía no había ninguna posibilidad de que mi guagüita sobreviviera”.

Esta causal invocada por Fernanda se aplica en aquellos casos en que el diagnóstico médico determine que el embrión o feto padece una alteración que hace imposible la vida fuera del útero.

“Este doctor, objetor de conciencia, sin mostrarme su certificación de estar inscrito en el servicio de salud, me dice que no va a acceder a la ley de aborto porque hay un 18% de probabilidades de que la guagüita nazca”, relata Fernanda.

Al día siguiente, explica, fue visitada por una matrona que había leído su ficha médica, quien le comenta que en su caso sí correspondía la causal y que el proceso de objeción de conciencia estaba mal hecho.

Tras esto, según señala en su relato, se le realiza una nueva ecografía, en donde se confirma que los latidos de su hijo eran cada vez más débiles y que se estaba empezando a envenenar con su infección.

En ese momento, apunta Fernanda, se activó el procedimiento para realizarle el aborto, siendo la matrona quien le explicó el proceso legal y todo lo que conllevaba hacer este tratamiento. La paciente cuenta que se le administró mifepristona y 24 horas después se le debería administrar misotrol para continuar con el procedimiento.

“El domingo a las 3 empecé con contracciones y la doctora de turno me dice que no me va a administrar la pastilla de misotrol, ya que ella era objetora de conciencia, nuevamente sin presentarme el certificado de que estaba inscrita en el servicio de salud. Además, ella se adjudicaba que existían hasta 48 horas posteriores para poder administrarme el misotrol, por lo que podía haber cambio de turno y podría haber otro doctor”, recuerda Fernanda.

“Cerca de las 4 de la tarde empecé con contracciones, mientras estaba con mi pololo en la sala de maternidad, con más pacientes con sus visitas. Las contracciones eran cada vez más fuertes, solicitando y pidiendo ayuda a gritos, calmantes, atención médica, alguien que me prestara atención. No llegó nadie”.

“Tuve a mi guagüita en la cama de la pieza del hospital”: así relata Fernanda el nacimiento de su hijo León.

Tras esto, detalla la afectada, llegaron a la pieza una matrona, una ginecóloga y otros profesionales, quienes sacaron a su hijo de entre su ropa interior. Lo envolvieron en una sábana y pusieron su cuerpo, según el relato de Fernanda, en una “chata” y se lo llevaron.

Tras esta situación, Fernanda señala que todavía había resistencia del personal a prestarle la atención adecuada. “Me llevaron a pabellón a hacerme un legrado y ahí se empiezan a cuestionar si me atienden o no porque ellos, como equipo técnico, no estaban de acuerdo con el procedimiento porque yo había solicitado la ley por la segunda causal. Tras una discusión de 10 minutos, me atendieron igual, y allí yo seguí escuchando la misma situación: los cuestionamientos de por qué lo habían hecho”.

Finalmente, Fernanda fue dada de alta el lunes 9 de abril, momento en el que retiró el cuerpo de su hijo, realizando posteriormente el funeral en Villa Alemana junto a su familia y amigos cercanos.

Acciones legales y carta del hospital

Diez días después, Fernanda recibió disculpas en una carta por parte del director del hospital, quien reconocía que ellos no habían cumplido con el protocolo, ya que lo que dispone la ley es que se le debería haber asignado otro médico que no fuera objetor de conciencia o haberla trasladado a otro centro asistencial.

En dicha misiva, Javier Pérez, director del recinto, reconoce que en dicha institución “sólo algunos profesionales no son objetores de conciencia” y pueden realizar el proceso para realizar un aborto, tal como lo solicitó Fernanda y según lo permite la ley. “Esta ley recientemente implantada ha creado un nivel de estrés entre los profesionales, que genera este tipo de conversaciones, considerando su reclamo se ha entrevistado a los funcionarios que usted alude haciéndole ver lo errónea de su actitud”, se lee en la respuesta enviada a Fernanda al reclamo que ella presentó.

Fernanda presentó acciones legales en contra del Hospital de Quilpué por la situación vivida y su abogada confirmó a este medio la existencia del documento firmado por Javier Pérez.

“Como paciente, como persona, yo y mi hijo fuimos vulnerados, y yo no quiero que esto le vuelva a pasar a nadie. Yo no se lo doy a nadie: el maltrato de ese hospital, la poca empatía, y la rabia que una puede sentir es poco al sufrimiento que sintió mi hijo. Ellos no se imaginan el dolor que me provocaron ni como estoy ahora, dos semanas después, después de asumir un poco lo que fue perder a mi hijo León”, concluye Fernanda en su denuncia.

Consultado por El Dínamo, el centro asistencial no entregó una respuesta acusando que “no hay nadie del área administrativa”, porque ese departamento “se retira a las 16.00 horas”.

A 24 horas de la publicación de esta nota, desde el Hospital de Quilpué aseguraron que “la paciente recibió la atención que la ley garantiza, practicándosele interrupción voluntaria de embarazo por Causal 1”.

Se agrega que el recinto “junto con acoger las aprensiones de la paciente respecto de la situación que señala, considerando el momento de sensibilidad emocional que significa, entiende que pudo generarse un malentendido en la información y en la contención de la paciente”.

Esta es la declaración pública íntegra del Hospital de Quilpué:

Declaracion Hospital de Quilpue-28.04 by Anonymous 2gVhxPg on Scribd

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