Jesuitas repudian detención de sacerdote en Tirúa
La Compañía de Jesús mostró su rechazo al actuar de Carabineros durante el desalojo de la municipalidad de Tirúa, donde un sacerdote y dos comuneros fueron detenidos.
Por Cristián Meza
Los jesuitas mostraron su rechazo por el actuar de Carabineros durante los violentos desalojos de municipalidades en La Araucanía y especialmente con lo sucedido el pasado jueves en el edificio del municipio de Tirúa, en el Biobío.
Y es que uniformados decidieron desalojar el recinto, sin tener la autorización del alcalde, el cual estaba tomado por cerca de 100 personas.
El hecho dejó un saldo de tres personas detenidas, dos comuneros y el sacerdote Carlos Bresciani, quienes se encontraban en las afueras del municipio de Tirúa.
Ante esto, la Compañía de Jesús emitió un comunicado para cuestionar el accionar de Carabineros, dejando en claro que “Carlos Bresciani y dos comuneros fueron detenidos sin provocación previa. Nuestro compañero se trasladó esta mañana (jueves) hasta la municipalidad porque los comuneros le pidieron su presencia ante el inminente desalojo de fuerzas policiales y el uso desproporcionado de la fuerza”.
“El padre Carlos fue detenido injustamente, como lo han sido cientos y cientos de mapuche a lo largo de la historia. La violencia del Estado es el signo más claro de la ausencia de voluntad política para resolver los problemas de fondo de este Pueblo, como son sus derechos a la autodeterminación, el reconocimiento de su cultura y tradiciones, a su lengua, territorios, y otros. El padre Carlos es uno más, y la Compañía de Jesús solidariza con él, con los demás jesuitas de Tirúa, pero por sobre todo con el Pueblo Mapuche y sus legítimas demandas”, argumentó la organización.
Frente a esto, los jesuitas instaron al Estado a “detener inmediatamente la vulneración de derechos hacia el Pueblo Mapuche. También, a que las más altas autoridades entablen de manera urgente un diálogo político que permita una comprensión profunda de la problemática que se vive en la Araucanía, y que busque salidas auténticas y genuinas para quienes han sufrido marginación, usurpación de sus tierras y falta de reconocimiento legal. La violencia solo conduce a más violencia; el diálogo, a la justicia y la paz”.
