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5 de Octubre de 2017

Presupuesto 2018: “paso”

"Lo grave, además del mal uso que se le da a los recursos de todos los chilenos, es lo que se deja de lado y que va en contra de lo que el Chile del 2018 requiere".

Por Andrés Echazarreta
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Andrés Echazarreta es Presidente de la Juventud UDI

El proyecto de ley que fija el presupuesto para el próximo año es de 73.000 millones de dólares. Lo anterior, supone un aumento del gasto fiscal de un 3,9%, lo que contrasta con la proyección de crecimiento del PIB (3%).

Si se desagrega el proyecto de presupuesto por cada ministerio, es posible identificar que tan solo entre salud y educación se encuentra el 40% del total. Es más, estos dos ministerios son también aquellos cuyos presupuestos más aumentan: 6,9% en salud y 5,9%. educación.

Nadie puede cuestionar la importancia de aumentar los recursos en ambas reparticiones. Por supuesto, que junto a una administración eficiente del dinero fiscal se pueden obtener grandes resultados. En salud, por una parte, la duda se produce cuando existen sospechas que se fundan en antecedentes ocurridos en años anteriores: no es poco común escuchar los últimos meses de cada año el bajo porcentaje de presupuesto que ha sido ejecutado y que se tiende a remediar gastando en equipos o servicios de alto costo para cumplir con el objetivo, pero que muchas veces no son tan necesarios como otras cosas. Por otra parte, en educación, el aumento en la gratuidad que abarcará hasta el sexto decil – y no hasta el 70% más vulnerable como se comprometió en la campaña de la Presidenta Bachelet – pone el foco en el lugar equivocado. Estos recursos serían mucho mejor aprovechados si fueran destinados a mejorar la calidad de la educación parvularia, básica y media.

Lo grave, además del mal uso que se le da a los recursos de todos los chilenos, es lo que se deja de lado y que va en contra de lo que el Chile del 2018 requiere. Dos ejemplos concretos son la baja considerable que existe en el presupuesto para prevención del delito y la reducción que sufrirá el Ministerio del Deporte.

En el primero de esos casos se disminuyen en cerca de 7 mil millones los aportes fiscales (17% menos, en comparación con el presupuesto anterior). Se esgrime como razón de lo anterior el fin de un programa que tenía 3 años de duración, sin embargo, lo ideal habría sido que esta disminución se compensara con un aumento relevante en el presupuesto de Carabineros, considerando que la delincuencia es por lejos la primera prioridad de los chilenos (52% según la encuesta del CEP). En lo que respecta al Ministerio del Deporte, la disminución supone 11.892 millones menos (11,3% menos). Lo anterior es importante porque pese al incremento de gasto en salud, se olvida la observación que ha hecho la OMS, cuando ha señalado que por cada dólar que se gasta en deporte se ahorran 3 en salud.

En definitiva, el gobierno comete un nuevo error, no sólo por la priorización del gasto que realiza, sino en cuanto a la estimación del crecimiento de los ingresos fiscales – 7,4% para el próximo año – que ha hecho para fundar las bases de este proyecto de presupuesto. No son pocos los economistas que adelantan que la proyección hecha es, cuando menos, muy optimista y será el próximo gobierno quien deba realizar el ajuste fiscal con el costo político que tendrá como consecuencia.

Definitivamente la Presidenta una vez más dijo “paso” y prefirió presentar un proyecto que además de ir en contra de la regla fiscal y endeudar nuevamente al país, disminuye el margen de maniobra para el próximo gobierno. ¿Se estará adelantando a lo que depara el futuro?

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