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1 de Marzo de 2011

Matthei-Schmidt: la dupla que derrotó a Felipe Larraín

Pasadas las 12:30 de ayer, el Presidente Sebastián Piñera había anunciado uno de los proyectos de ley emblemas de su campaña: el posnatal de seis meses. Había regalado osos de peluche, se había fotografiado con varias embarazadas y había agradecido a los tres ministros que estaban presentes en la ceremonia: "A la ministra del Sernam, a la ministra del Trabajo y al ministro de Salud". En ese orden

 

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Pasadas las 12:30 de ayer, el Presidente Sebastián Piñera había anunciado uno de los proyectos de ley emblemas de su campaña: el posnatal de seis meses. Había regalado osos de peluche, se había fotografiado con varias embarazadas y había agradecido a los tres ministros que estaban presentes en la ceremonia: “A la ministra del Sernam, a la ministra del Trabajo y al ministro de Salud”. En ese orden

 

Pero cuando ya no quedaba ni tarima ni alfombra roja, los tres secretarios de Estado seguían de pie. Cada uno con el alivio que significa salir del ojo del huracán tras las polémicas acusaciones entre ellos sobre si había o no humo blanco respecto al proyecto la semana pasada. Matthei, tras saludar a su par de Salud y posar informalmente para un fotógrafo, giró a su derecha y gritó: “¡Ministra Schmidt!”.

 

Ella, de blanco, con tacones igual de altos que los de Matthei, sonríe y se juntan a mitad de camino, en un costado del patio. Conversan, se ríen, y la cámara de inmediato las quiere juntas. Las dos posan. Pero Mañalich se da vuelta, las ve listas para el flash y rompe el cuadro digno de portada de suplemento femenino. “Esta foto se llama las bellas y el bestia”, bromea mientras se hace un espacio entre ambas ministras.

 

Esa escena simboliza la relación de las ministras en el backstage del proyecto que aumenta de 12 a 24 semanas el posnatal, que ingresará a trámite en el Parlamento en los próximos días. Pese a que Evelyn Matthei sólo lleva seis semanas en el gabinete, junto a la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, lograron articular una alianza estratégica para enfrentar al ministro de Hacienda Felipe Larraín, que  peleó hasta el final porque el proyecto no fuera de seis meses, tuviera un carácter totalmente flexible y no supusiera un gran desembolso para las arcas estatales en concepto de subsidios.

 

Tan duras estaban las posiciones de Sernam y de Hacienda que, incluso, en una oportunidad ambos secretarios de Estado llegaron hasta el despacho presidencial premunidos de powerpoints distintos. Piñera, molesto, les pidió que se coordinaran.

 

Mañalich, en tanto, se mantuvo distante de ese choque constante entre carteras. “El ministro de Salud estaba con Schmidt, pero políticamente jugó muy poco”, dice una parlamentaria que siguió de cerca la creación del proyecto. Estaba al 100% por el posnatal de seis meses, pero la pelea más dura con Larraín la dio la titular del Sernam.

 

A su llegada al gabinete, la ex senadora UDI también estaba muy lejos de ser partidaria de un permiso maternal tan extenso. De hecho aún pesan sus declaraciones diciendo que “ni loca se mantendría seis meses en la casa”. Pero entre sus cercanos aseguran que la propia Schmidt la fue convenciendo de que la mejor forma de enfrentar la promesa de campaña del Presidente era con un permiso de medio año.

 

El rol de Matthei fue hacer bisagra entre las posturas de Hacienda y el Sernam. Un colaborador de Trabajo, testigo de las gestiones en torno al proyecto, comenta que de hecho fue ella quien planteó que la fórmula más efectiva para evitar un costo excesivo era establecer un posnatal diferenciado, que fuera obligatorio para las  mujeres que ganan menos de $650 mil y voluntario para las de remuneraciones superiores (uno de los aspectos del proyecto que más critica la Concertación).

 

Testigos de las reuniones de trabajo narran que en más de una ocasión, cuando los desencuentros entre Schmidt y Larraín resultaban evidentes, era Matthei la que intervenía a favor de la primera haciendo claro uso de su peso político y de su expertise en temas económicos. “Eran dos contra uno -o tres cuando estaba Mañalich- todo el tiempo”, afirman.


Alianza ministerial

¿Cómo se gestó la relación Sernam-Trabajo? Apenas aterrizó en el gobierno, la ministra Schmidt buscó rápidamente la colaboración de Matthei. De hecho, ella fue una de las primeras en llegar hasta sus oficinas de calle Huérfanos para darle la bienvenida al gobierno. “Esa fue la primera reunión de trabajo”, dice un asesor de Matthei. Previamente, ninguna se conocía demasiado, salvo por un viaje a Brasil en el que pudieron compartir y constatar cierta complicidad, como revela un cercano a Schmidt.

 

Pero este domingo la trenza entre ambas se hizo evidente: para asistir al acto de unidad en Constitución, por la conmemoración del terremoto, Matthei pasó a buscar a Schmidt en su auto a las siete de la mañana. Desayunaron juntas en un restaurant de la zona, llegaron a las 12.30 y, pasadas las cuatro de la tarde, volvieron con Piñera y el ministro Mañalich en helicóptero hasta La Moneda para trabajar en el proyecto. El gesto de viajar junto al mandatario fue interpretado inmediatamente por sectores del Gobierno como un espaldarazo evidente al trabajo que ambas secretarias de Estado estaba encabezando. De hecho, en la reunión de esa tarde-noche en La Moneda el ministro Larraín no fue considerado.

 

Para ese momento la derrota del jefe del equipo económico ya estaba clara, pese a contar con el apoyo de su par de la Secretaria General de la Presidencia, Cristián Larroulet. Frente a hechos consumados, ayer el titular de Hacienda se restó de la ceremonia en que el mandatario anunció el proyecto. Su silla en la tarima la ocupó la subsecretaria del Sernam, Cecilia Pérez.

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