Nuestras Artistas: Isidora Stevenson, actriz, directora y profesora de teatro

Estuvimos conversando con la actriz, directora y profesora Isidora Stevenson, quien nos habló de su carrera, sus obras y su mirada entorno a las mujeres y el teatro.

Cuéntanos de tu carrera.

-Desde chica me interesó la pedagogía,  lo político del rol del profesor, en el sentido de que veía en él la posibilidad de formar el futuro. Pero luego de varios cambios de rumbo, fue que empecé a pensar que mejor sería estudiar teatro, carrera que me empezó a interesar luego de participar varios años en el grupo de teatro de mi colegio.

Así fue como entré a estudiar a la Arcis, lugar en el que pude aprender y desarrollarme tanto en lo político como lo artístico.  Egresé el 2002 y comencé a estudiar para ser licenciada en artes, fue entonces cuando conocí a Francisco Albornoz y comencé a trabajar con él como ayudante. Hacia el 2005 armamos la compañía, Teatro La nacional y comencé a dirigir, estrenando “Little Medea” el 2006, con la que ganamos varios festivales de teatro emergente y viajamos a México. El 2007, fue un gran año, estrenamos la obra “Hans Pozo” con apoyo de Fondart  y además nos ganamos un Fondart de Itinerancia con Little Medea. En 2009 nos arriesgamos con un proyecto experimental “Safe”, que fue  menos expansivo que los anteriores y que tuvo una temporada, pero que trajo grandes aprendizajes para todos. El 2010 me dediqué más  a actuar continuando con la obra “Niñas arañas” en la que venía actuando desde el 2008 y que nos permitió realizar una serie de viajes e intercambios internacionales con argentina , también la Muestra de Dramaturgia y en un ejercicio de investigación con Omar Moran y Manuela Oyarzun. Actualmente además de dedicarme a la pedagogía teatral en las universidades ARCOS y ARCIS y a veces en otras escuelas, soy coordinadora académica de la escuela de teatro de la UCINF y estoy dirigiendo mi cuarta obra: “Fabula del niño y los animales que se mueren”, que se presenta hasta el  15 de Enero en Matucana 100

Es decir finalmente, después de todo te convertiste en profe…

-Es cierto, ya ves, los sueños se hacen realidad de un modo u otro. Me siento muy afortunada…

¿Cuáles son las temáticas de tus obras?

-En general, las obras que trabajamos con “Teatro Nacional” buscan hablar de la realidad que nos contiene, en el caso “Fabula del niño y los animales que se mueren” que está basada en la obra de Eurípides “Las Troyanas” lanzamos una reflexión y  pregunta sobre la patria y cuando ésta se ve derrotada. A mi juicio, las troyanas es una tragedia griega tremendamente contingente, el fin de las utopías y los grandes proyectos y con ello el final de la patria, mirado desde la perspectiva de las mujeres y también desde una perspectiva histórica, ya que relaciono el fin de la patria también con el fin de Unidad Popular. En esta obra, buscamos explorar el tema la derrota hecha cuerpo en las mujeres que se quedan en la ciudad tras la guerra.

¿Por qué la dirección?

-Si te soy sincera, a mí nunca me intereso dirigir, se dio y ya no sé si puedo salir de ahí. Por una parte ser directora te se aleja un poco de la actuación; pero por otra, me entretiene mucho hacer obras y trabajar con mis amigos, dirigir  es un gran riesgo y desafío, más allá de si propone algo nuevo o no es el hecho de tener que sacar adelante un proyecto sin muchos apoyos financieros, generalmente pura autogestión, amor al proyecto y al grupo humano, me satisface muchísimo, hacer teatro para mi es un espacio de resistencia.

Creo en la comunidad como concepto fundacional y como el tipo de organización desde la cual se pueden gestar y lograr cambios. En este sentido, del rol de directora me gusta el hecho de que más que ser una autoridad, lo que yo  hago  o intento hacer, es ser  administradora de las creatividades y potenciales que traen los actores.

¿Quién es Isidora y qué espera para este año 2012?

-¡Qué rara la pregunta! Una mujer que ama lo que hace, que quiere seguir haciendo lo suyo: dirigiendo, actuando y  formando actores.

Respecto al 2012, prefiero no tirar líneas para el año porque al final  llega noviembre y uno se da cuenta que ha hecho cosas ¡tan distintas! Y creo que eso es justamente  lo increíble del teatro, que es dinámico, cambiante y novedoso. Eso sí, eso no quiere decir que yo no me tome mi tiempo ni piense bastante las cosas, pero aprovecho las oportunidades y posibilidades que surgen en el camino. No me cierro a nada.

¿Qué relación ves entre las nuevas formas de ser mujer  y el teatro?

-Muchísimas, creo que cada vez nos estamos abriendo mayores espacios en la escena nacional como directoras, dramaturgas y actrices,  pero quedan mucho por conquistar y en este sentido esta nueva camada de mujeres de tablas vienen haciendo pelea firme a un teatro que por años se caracterizó por ser un medio misógino y machista. Ahora bien, creo que este cambio es acorde al hecho de que el mundo ha cambiado y por suerte las mujeres ya no tenemos que estar demostrando que somos inteligentes y capaces de hacer diversas cosas.

¿Algún consejo a las chicas que están empezando a hacer dirección de teatro o desean hacerlo?

–Quien no se arriesga, no cruza el rio. Jajajaj.