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12 de Marzo de 2012

El desconocido rol de Tironi en el conflicto social de Calama

El asesor es el rostro menos visible de Calama Plus, una consultoría pagada por Codelco y liderada por los arquitectos de Elemental, que pretende cambiarle el rostro a esa nortina ciudad. Por alguna razón sus atractivos proyectos prometen ser el ingrediente más seductor de las propuestas con que el Gobierno espera calmar las demandas ciudadanas de los calameños. El detalle es que su viabilidad económica no está resuelta.

Por Cindy Rivera
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Fueron cuatro o cinco palabras demás pronunciadas por el gobernador de la provincia de El Loa Luis Garrido las que encendieron las alarmas y desataron las sospechas en Calama.

En esa ciudad la Mesa Ciudanana esperaba con algo de optimismo la propuesta que debe entregarle el Gobierno antes del próximo 30 de marzo en respuesta a las demandas que viene planeando desde 2009.

Pero el 22 de febrero al gobernador Garrido se le escapó que la respuesta tardaría más de lo previsto, porque estaba atada al resultado de una consultoría contratada por Coldelco para compensar a la comuna por el traslado de 3.500 viviendas desde el campamento de Chuquicamata en 2007, sin haber sometido la operación a ningún sistema de evaluación ambiental.

Esta consultoría está liderada por los arquitectos de Elemental y la empresa de lobby y comunicaciones Tironi y Asociados. La misma dupla que tomó las riendas de la reconstrucción en Constitución, después del terremoto del 27-F.

Este trabajo, que comenzó en septiembre del año pasado y que deberá ser sometido a la aprobación ciudadana en una consulta, a fines de mes, plantea una refundación urbanística de Calama, y despierta la simpatía de sus habitantes.

Tironi y Asociados, que tiene a parte de su equipo de planta fija en Calama, se ha encargado precisamente de socializarla en la comunidad a través de asambleas, foros, visitas a poblaciones, y conversación con los representantes indígenas de la zona.

Pero el conjunto de proyectos que propone esa consultoría, denominado Plan Urbano Sustentable de Calama (Calama Plus), sólo resolvería, en un buen escenario, uno de los cinco puntos del petitorio que los calameños movilizados pusieron sobre el escritorio del ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, en diciembre pasado.

Estos son: declaración de Calama como zona extrema; compensación por parte de Codelco por el traslado del campamento de Chuquicamata a la comuna en 2007 (la asesoría de Elemental responde esta demanda); compensación de US$ 400.000.000 por los años (casi 40) en que Calama no ha recibido recursos provenientes de las utilidades del cobre; renacionalización del cobre y del agua, y finalmente una ley que asegure  recursos permanentes y directos de las utilidades del cobre para comunas productoras como Calama.

Este último requerimiento es el más importante para el movimiento ciudadano, tiene carácter de intransable y en torno a él se barajan al menos cuatro opciones de financiamiento, siendo la más recurrente la creación de un Fondo de Desarrollo del Norte (Fondenor), por cuanto fue, con nombre y apellido, comprometida por Sebastián Piñera en su campaña presidencial.

“Fondenor es un proyecto que yo he conversado hace meses con el senador (Carlos) Cantero y es parte de nuestro programa de gobierno”, señaló el mandatario a un canal regional cuando era candidato.

El audio de esa entrevista es hoy el principal argumento de la Asamblea Ciudadana y del alcalde de Calama Esteban Velásquez para exigir que el gobierno de Sebastián Piñera honre su palabra. “Creemos que Piñera es una persona de honor y pedimos que cumpla. Hubo miles de personas que le dieron su voto interesados en esa promesa”, dice el edil.

En ese contexto, la sola insinuación de que la respuesta del Gobierno estaría sujeta al resultado de la consultoría de Elemental no le gustó a nadie. Ni siquiera a La Moneda, que mantiene el hermetismo en cuando a sus propuestas, que no quiere despertar suspicacias antes de tiempo, y que tiene a sus emisarios del Ministerio del  Interior tomándole el pulso diario al conflicto en Calama.

Altas fuentes de Palacio indicaron el jueves que como lección de la crisis de Aysén ahora hay equipos de gobierno monitoreando el resto de zonas conflictivas del país, entre ellas Calama, y que respecto de esta ciudad el Gobierno está tranquilo. “Estamos negociando y pronto haremos una consulta ciudadana”, aseguran en Palacio.

La consulta a la que se refieren en La Moneda no es otra que la que afinan por estos días los equipos de Elemental y Tironi para fines de mes. En ella, la ciudadanía deberá pronunciarse esencialmente sobre los proyectos que propone Calama Plus, lo que da señales de que las palabras del gobernador Garrido no estaban tan alejadas de la realidad.

“Esta semana Calama Plus entregará definitivamente todos sus proyectos y de aquí a fines de mes realizará una consulta ciudadana para validar sus proyectos con la gente. Estamos amarrando pequeñas cosas que le van a dar a esto la categoría que merece. Si no sabemos amarrarlas bien, por la situción que vive el país, se nos puede caer”, explica una fuente en Codelco.

Una cosa es Codelco y otra el Gobierno

En algún momento, por un recoveco comunicacional, intencional o casual (nadie lo puede asegurar), las demandas ciudadanas de los calameños comenzaron a fundirse bajo un mismo manto con el destellante paquete de proyectos que propone Calama Plus.

El movimiento ciudadano de Calama comenzó a articularse en 2009, durante el gobierno de Michelle con Bachelet, bajo el nombre Qué sería de Chile sin Calama.

Tras definir sus exigencias, ha realizado varias movilizaciones, siendo las más sonadas los paros del 29 de junio y del 29 de agosto del año pasado. Este último terminó con más de una decena de detenidos, que bloquearon los caminos a las mineras de la zona.

Lo que vino en seguida fue la conformación de una Mesa de Trabajo por Calama, instancia que se aprovechó en septiembre de 2011 para presentar Calama Plus como el producto de una sociedad entre Codelco y la Municipalidad de Calama.

A partir de entonces, la Mesa deTrabajo trabajó en dos comisiones. Una política, centrada en la demanda de recursos permanentes del cobre, y una técnica, coordinada por Elemental, cuyo propósito ha sido recoger los proyectos comunales públicos y privados que andaban circulando de escritorio en escritorio, para armonizarlos bajo una única mirada de ciudad.

Ya desde entonces el edil de Calama pedía al gobierno regional no mezclar los temas, dejando claro que el plan Calama Plus era una cosa, y otra muy distinta poder contar con recursos permanentes del cobre. “Van por carriles totalmente distintos”, insistía, recordando que el proyecto de Elemental estaba financiado por Codelco; no por el gobierno.

Pero Calama Plus tomó vuelo y en noviembre del año pasado, para asegurar su implementación y continuidad, empezó a operar bajo el paraguas de un consorcio integrado por la Municipalidad de Calama, el Gobierno Regional y ocho organizaciones con intereses en la comuna: Cámara Chilena de la Construcción, Mall Plaza Calama, Enaex (Empresa de Servicios a la Minería), Minera El Abra, Empresarios de El Loa, Minera Gaby, Aguas de Antofagasta y Codelco, quien financia el grueso de la consultoría.

“El consorcio es la espalda para asegurar el compromiso de ejecutar. Porque en Calama ha habido muchos proyectos y programas de mejoramiento de la ciudad, con muchos nombres, y ninguno se ha materializado completamente “, cuenta Raúl Álvarez, uno miembros del equipo de Calama Plus.

Este equipo se reúne todos los miércoles bajo la coordinación ejecutiva del abogado Gabriel Méndez, para monitorear los avances de la consultoría, que esta semana entra en su fase final.

“Se le están dando los últimos toques. Después viene la consulta ciudadana, los días 29, 30 y 31 de marzo, con mesa de sufragio, notario y todos los mecanismos que validen la participación ciudadana, que ha sido clave en este trabajo”, explica Álvarez.

En Calama Plus, el equipo que trabaja en terreno está consciente de que las cosas se han ido confundiendo a lo largo de las últimas semanas, pero prefieren mantenerse ajenos a la polémica, concentrados en un trabajo que ellos prefieren ver como “una pista de aterrizaje” que servirá para integrar ordenadamente cualquier propuesta que venga del Gobierno.

Financiamiento: un detalle no resuelto

“El financiamiento de los proyectos que contempla Calama Plus, según cálculos de Elemental, rondaría los US$ 900 millones”, aventura el alcalde Velásquez. “Pero no hay fórmula de financiamiento sobre la mesa”, admite.

Con ello el edil toca, de paso, el tema menos resuelto de Calama Plus: nadie ha comprometido el dinero para financiar sus proyectos.

En efecto, lo único que está financiado hasta ahora es la consultoría de Elemental y la asesoría comunicacional de Tironi y Asociados, contratada formalmente por la primera. Este último punto no es menor, considerando que Tironi es asesor permanente de Angloamerican, hoy archienemigo de Codelco, el principal financista de Calama Plus.

Pero hasta ahí llega Codelco. “El financiamiento es el elemento más sensible en esto. Lo que se busca es que el consorcio vaya asumiendo de manera compartida los distintos costos involucrados”, explican en la cuprífera.

Tampoco se conoce el interés en invertir del resto de las organizaciones que participan en el consorcio y que en enero pasado recibieron un libro con el detalle de todas las obras de arquitectura urbana que Calama Plus ha logrado socializar con los habitantes de la comuna.

“Fue una presentación fantástica, pero todo el mundo sabe que no hay financiamiento. Nuestra impresión es que se están alimentando ilusiones que no se van a cumplir. Nadie sabe de dónde saldrán las lucas”, comentan en una de las entidades que integra el consorcio.

Visión que comparte, aunque con matices, Cristina Araya, presidenta de los Empresarios de El Loa, otra de las entidades del consorcio: “Codelco nos invitó como diciendo ‘vengan, porque necesito testigos de que este proyecto es viable’, pero sólo en la consulta vamos a conocer las prioridades, cuánto cuesta y quién financiará. Ahí recién se va a dar la conversación honesta de si esto es o no posible. Nosotros, al menos, no vamos a entregar dinero”.

Consultados por este punto, tanto en Calama Plus como en Tironi y Asociados coinciden en reconocer que, efectivamente, el financiamiento no está resuelto. Pero señalan que los dineros no escasean en una región donde la minería genera grandes riquezas. “Todos han puesto su granito de arena y seguirán haciéndolo”, apuestan en Tironi.

Mientras, la Asamblea Ciudadana de Calama, ciudad de unos 200 mil habitantes, se mantiene en estado de movilización, a la espera de la respuesta comprometida para este mes por el Gobierno y tratando de ignorar trascendidos poco alentadores, que incluso hablan del anuncio de la Región de El Loa, con capital en Calama. Una idea que no ven con buenos ojos, porque dicen que en Arica no ha servido de nada la creación de esa región.

“Este 20 de marzo tenemos programada una marcha, que tiene como objetivo recordarle al gobierno que el tiempo se acaba. Si no recibimos lo que estamos pidiendo, el 1 de abril nos vamos con todo. Calama Plus es una buena oportunidad de mejorar la ciudad, pero no soluciona nuestras demandas. Es como pintar la fachada sin arreglar la casa por dentro”, dice José Mardones, presidente de la CUT y miembro de la Asamblea Ciudadana.

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