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4 de Noviembre de 2014

Cristóbal Orrego, el profesor PUC que acusa "persecusión del lobby gay"

El experto en Derecho Natural hace noticias por sus constantes dichos conservadores contra homosexuales y acusa un "lobby gay muy poderoso".

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A Cristóbal Orrego parece no incomodarle generar polémicas con sus dichos. En 2012, el profesor de Derecho en la PUC se refirió a los homosexuales como “maricas” y alabó a quienes llevan “su problema con dignidad y no salen del clóset”, lo que en su momento generó duras críticas por parte de organizaciones defensoras de Derechos Humanos.

Pese a que desde esa vez sus comentarios se mantienen en un circulo más bien reducido, hace una semana volvió a la carga, iniciándose una dura discusión en diversos sectores. “No cabe la neutralidad. Si ellos salen del clóset, tendremos que entrar nosotros”, fueron las palabras que iniciaron la polémica. Incluso, se mostró dispuesto a perder su trabajo “por decir que los actos homosexuales y el estilo de vida gay constituyen pecado de lujuria, la presión del lobby consigue doblegar autoridades católicas”.

Orrego es profesor en las facultades de Derecho de la Universidad Católica, Universidad de Chile y Universidad de Los Andes. Es hijo del médico Fernando Orrego, sobrino del fallecido Claudio, histórico miembro de la DC y primo del actual Intendente de la Región Metropolitana. Numerario del Opus Dei y columnista de El Mercurio, Orrego ha ganado enemigos en en las redes sociales por sus conservadoras posturas en torno a la homosexualidad. Asegura no tener problemas en señalar que se trata de un “pecado”.

Ante el revuelo que generaron (y siguen generando) sus palabras, El Dínamo se contactó con el profesor Orrego, quien agradeció el interés en el tema y rechazó la entrevista. Sin embargo, un paseo por sus diversos espacios deja en claro varias de sus posturas, ya sea en su cuenta de Facebook o en su blog “Bajo la Lupa”.

Después de sus últimas declaraciones, llegaron las críticas. Lejos de callarse, siguió la discusión, defendiendo su tesis de que ahora, gracias al “lobby gay“, son los defensores del -según él- antiguo sentido común, quienes están entrando al clóset. Orrego dice tener argumentos sociológicos que sustentan esa teoría.

En su cuenta de Facebook aseguró el pasado 30 de octubre que “el activismo gay intenta convertir en derecho lo que es una conducta inmoral y calumnia a los que se le oponen. Ellos promueven el odio y el linchamiento público de la disidencia, y, sobre la base del temor que provocan, consiguen leyes que los privilegian”.

También argumenta que no puede callar ante tal situación. “Los llamo a reflexionar acerca de que denominar a otro como un peligro y llamar a ejercer actos de castigo y de expulsión de la Universidad es una confirmación de mi tesis sobre el clóset que no puede quedar vacío: ustedes quieren acallarme, obligarme a tener estos pensamientos solo en privado y entre adultos (mientras adoctrinan a los niños con su inmoralidad). Ante tal argumentos, no puedo callar”, escribe.

Sobre el hecho de que sus dichos tengan cobertura mediática, para Orrego hay una explicación: “el lobby gay dentro y fuera de la Iglesia es poderoso”, publicó. “Yo puedo salir mal de esta pasada, pero callar sería dejar abandonados a su soledad a todos los que tienen menos formas de defenderse”.

Estas posturas, sin embargo, son conocidas dentro de la PUC. Orrego hace clases de Derecho Natural en la pontificia. Fiel a su estilo, el curso estudia los “fundamentos antropológicos y metafísicos del derecho natural y de la ética”. El programa del curso incluye el estudio del “derecho a la vida” como concepto y de aquellas “conductas contrarias”, como el suicidio y el aborto.

Después de sus dichos, la Plataforma de izquierda Crecer UC publicó una declaración en respuesta a Orrego, en la que afirman que las declaraciones del profesor “permiten develar un profundo resentimiento hacia las personas que han optado por una orientación diversa”. Además, hacen un llamado a que una universidad que se considere a sí misma como pública no puede permitir estos dichos y critican la institucionalización que tiene esta visión dentro de la PUC.

Orrego le dedicó unas palabras a la declaración, asegurando que esas acusaciones de odio y discriminación son “típicos del lobby gay”. “Tenga en cuenta el lector que una estrategia del poderoso lobby gay es calumniar de tal manera a sus adversarios, que no se atrevan a seguir criticándolos, que no levanten cabeza”, aseguró en la entrada llamada “algunas respuestas a la persecución del lobby gay”

Comentador de la contingencia

Orrego no se queda solo con comentarios en Facebook sobre homosexuales. Es columnista de El Mercurio y tiene algo que decir en cada cosa que pase en la contingencia y que toque a la moral católica.

Por ejemplo, sobre el libro “Nicolás tiene 2 papás”, considera “inaudito que Chile no reaccione más firmemente. Si no reacciona ahora, los marxistas van a avanzar sin obstáculos en su estrategia de abolir la familia”.

Y utilizó una particular analogía para hacer valer su punto: “Una persona que camina desnuda por la calle merece respeto. El respeto consiste en arrestarla y cubrir su vergüenza, si lo hace porque está enajenada; o castigarla, si lo hace por exhibicionismo. Pero, desde luego, sería un exabrupto pretender enseñar el respeto a esa persona estampando una foto de ella en un libro preescolar. Si Chile no resiste ahora a quienes quieren destruir la familia, entonces la familia chilena va a ser abolida. Falta ver si en la Patria de O’Higgins quedan personas con coraje para resistir la presión mediática del lobby homosexual y de sus santones laicos”.

Sobre el caso de la acusación al Vaticano de los sacerdotes Berríos, Puga y Aldunate, quienes precisamente se han mostrado contrarios a la postura de la Iglesia en el tema de la homosexulidad, Orrego acusó un “montaje matonesco con complicidad de la prensa chilena”.

Este montaje, según él, tiene 5 fases: “Desacreditar a Ezzati; presentar a Berríos, Aldunate y Puga como ‘santos en vida’; desprestigiar a la Iglesia ‘institucional’; presentar una iglesia paralela y generar miedo y silenciar opiniones contrarias”.

A diferencia del masivo apoyo que recibieron los curas acusados, Orrego defiende que actúe sobre ellos la Congregación para la Doctrina de la Fe: “Berríos, Aldunate y Puga pueden tener muchas virtudes, pero su clara y repetida oposición al Magisterio de la Iglesia y las herejías que presentan están causando confusión y división entre los fieles. Los están guiando, al fin y al cabo,  al infierno. Este puede ser un buen momento para recordar que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones”.

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