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13 de Mayo de 2015

Lo que la bancada PS pedirá a cambio luego de su pérdida de poder por cambio de Gabinete

De tener cinco ministros, luego del cambio de gabinete quedaron con sólo tres, convirtiéndose en el partido más dañado en cuanto a su representación política en el Gobierno. La declaración oficial: la decisión de la Presidenta no se cuestiona. Pero pese a ello la bancada de diputados tiene su propia petición de trueque: que el PS quede bien representado cuando se hagan cambios en las subsecretarías e intendencias. Y así se lo harán saber al nuevo ministro del Interior, Jorge Burgos.

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El Partido Socialista quedó ante un escenario adverso. Y lo irónico fue que la propia Presidenta, quien milita en ese partido, tomó la decisión que los dejó en esa incómoda posición. Tras la salida de los ministros de ese partido Álvaro Elizalde de la Segegob, de Alberto Arenas de Hacienda y de Fernanda Villegas en Desarrollo Social no quedó más que “apechugar”, como plantean algunos parlamentarios. Así lo reconocían con desazón y cierto desconcierto desde los pasillos del Congreso, el día posterior al mayor cambio de gabinete desde el regreso a la democracia.

El “canje” que pide el PS

El nuevo escenario no gustó a la bancada de diputados socialistas. Y por eso durante el almuerzo de ayer se decidió dar un primer paso: pedir una cita con el nuevo ministro del Interior, Jorge Burgos (DC) para plantear sus posturas. Primero, que los nuevos ministros se comprometan a los compromisos adquiridos en el programa de gobierno. Y segundo, que el PS tenga mejor representatividad ante un eventual cambio de subsecretarios e intendentes, esto considerando que en el Congreso tienen 16 diputados y 6 senadores.

Bancada PS PPD

Los cargos que tienen en la mira: La subsecretaria de desarrollo regional (Subdere) y una de las subsecretarías de desarrollo social, además de la Intendencia de Santiago, hoy a cargo de Claudio Orrego (DC). “Yo creo que el proceso de cambio al interior del gabinete no va a concluir con lo que se ha conocido. Entiendo que habrá un proceso de evaluación también a nivel de subsecretarios y de gobiernos regionales, intendentes, gobernadores y seremis”, dijo Andrade.

Una postura distinta se tomó en el grupo de senadores. En un intento de poner paños fríos, los parlamentarios optaron por no comunicarse con el Gobierno por ahora. La razón: la nueva directiva del PS, encabezada por Isabel Allende, asumirá este fin de semana. Una figura cercana a Allende explica que una vez asumida la nueva conducción, se comunicará “por los canales institucionales” la postura del partido a La Moneda. Aunque desde ya se acordó mostrar la máxima lealtal hacia la Mandataria.

Un PS dolido

En el primer año de gobierno tenían cinco ministros. Pero el lunes la cifra se redujó a tres, quedando Marcelo Díaz como vocero –en reemplazo de Elizalde-, Máximo Pacheco en Energía y Carlos Furche en Agricultura -ambos ratificados en sus cargos. Una vez hecho los cambios, Osvaldo Andrade, presidente de la colectividad, evitó polemizar y dijo ese día desde La Moneda: “La Presidenta de Chile es socialista, ¿usted cree que para mí va a ser un problema tener un ministro más o un ministro menos cuando la Presidenta del país es socialista?”. Palabras que marcaron la pauta para los militantes PS: no se cuestiona la decisión presidencial, siendo esa la versión oficial.

Y aunque dicen que la política es sin llorar, lo cierto es que la baja de ministros “ha sido dolorosa” para el partido. “Estamos absolutamente  convencidos de que aquí hubo un perjuicio que no se condice  con la lealtad irrestricta que ha tenido el PS en todos los proyectos de la Presidenta”, plantea el diputado Fidel Espinoza. Algo que su par Daniel Melo añade que “esto de bajar de cinco a tres ministros si bien es un revés desde el punto de vista de representación del partido, la Presidenta cuenta con todo nuestro respaldo”.

Lo que dejó finalmente a un partido debilitado dentro de La Moneda, considerando que en el comité político hay solo un PS, en comparación al primer gabinete donde habían dos. “El que hayan menos socialistas en el gabinete, claramente los deja en una posición carente de vigor”, comenta una fuente de La Moneda.

Fidel Espinoza

Al interior del partido explican que el PS era el único que podía aguantar una cirugía de ese calibre, dado que nunca pondría en duda su lealtad hacia Bachelet. En cambio, si hubiesen quitado ministros a la DC o al PPD, los efectos habrían sido nocivos, dicen desde el socialismo, escenario ante el cual se realizó un control de daños para evitar acrecentar “el fuego amigo” dentro de la Nueva Mayoría.

En esa línea, un senador plantea que “es el costo que debe pagar el partido de la Presidenta”, algo así como pagar los platos rotos. El diputado Marcelo Schilling lo resume así: “La caja de ahorro política que tiene la Presidenta, por ser ella socialista, se llama Partido Socialista y este tiene que pagar el precio de los ajustes, reajustes, cambios que sean necesarios. Yo entiendo que estamos para facilitarle la vida a la Presidenta y no para complicársela”.

La salida de Elizalde

Había trabajado fervientemente durante la campaña presidencial, siendo uno de sus más estrechos colaboradores, razón por la cual Bachelet nombró a Álvaro Elizalde como vocero de Gobierno. Por eso fue un total desconcierto su salida definitiva del Palacio de La Moneda el lunes pasado. Ello considerando que Elizalde “no tenía problemas de fondo”, dice un diputado y añade que podría haber ocupado la cartera de Desarrollo Social, por ejemplo, como deferencia a su gestión. No así el caso de Arenas, a quien se le adjudicó la responsabilidad del estancamiento de la economía y de los traspiés que sufrió el Gobierno al momento de impulsar la cuestionada reforma tributaria.

Cambio de Gabinete

“Es incomprensible que hayan ocurrido situaciones como la del ministro Elizalde, que es un ministro muy bien ponderado, que tiene un montón de cualidades que hoy se echan de menos en la política”, dice el diputado Espinoza. ¿Sobre su futuro? Una de las posibilidades que ha sonado es que asuma la embajada de Chile en Argentina -cargo que tenía su actual reemplazante- pero “para el PS es un activo importante”, explica un diputado. Mientras, un destacado senador comenta que si se va al país vecino “no es una salida que disguste, pero sería mejor no sacarlo de la política nacional contingente. Él hizo bien su pega y era una figura emergente”.

Rol de la DC: “volver a la órbita”

Uno de los que sacaron cuentas alegres en el cambio ministerial fue la Democracia Cristiana. El partido de los “matices” y que abrió todo un debate entorno a las reformas comprometidas por la Nueva Mayoría. ¿Si salió beneficiada en este ajuste? En el PS advierten que la llegada de Jorge Burgos al corazón del Gobierno fue una decisión inteligente. “Burgos va a sellar muchos devaneos y tendencias a la matización de las cosas. Esto puede ser como un boomerang: creer que en realidad se ha ganado una posición cuando en realidad se ha ganado un compromiso mayor”, señala Marcelo Schilling.

Cambio de Gabinete

Precisamente la DC se perfiló el año pasado como la colectividad que presentó más reparos a la reforma educacional. Algunas figuras, como Marco Enríquez-Ominami, lo tildaron de ser “una piedra en el zapato” para la Nueva Mayoría. Pero, al igual que Schilling, una fuente de La Moneda tiene la misma impresión: “Al tener uno de los ministerios más importantes se obliga a la DC a volver a la órbita, a adquirir mayor compromiso con las reformas porque no puedes cuestionar tanto si tienes a un ministro en el Ministerio del Interior”, comenta. Compromiso que se pondrá a prueba a partir de este “segundo tiempo” del gobierno de Bachelet, en un año donde el debate va a estar centrado en la reforma educacional y la nueva Constitución.

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