El desorden en tu vida cotidiana tiene una linda finalidad: te hace más creativo

A menudo se nos obliga a ser ordenados y estructurados para ser eficaces en lo que hacemos, ya que esto ahorraría tiempo en nuestras acciones para rendir mejor en nuestras vidas. Sin embargo, parece que esto no nos beneficiaría tanto como creemos, ya que un reciente estudio determinó que el desorden aumentaría nuestra creatividad.

El trabajo realizado por los investigadores Kathlee. Vohs, Joseph Redden y Ryan Rahine de la Universidad de Minnesota, siguió la hipótesis de que estar en ambientes ordenados nos hacen seguir las convenciones sociales y conservadoras, mientras que lo espacios desordenados influyen en que las personas busquen la novedad y los caminos no convencionales.

Los científicos partieron del razonamiento que “el orden y el desorden son estados comunes del ambiente que activan distintas partes de la mente, y que pueden beneficiar a la persona con diferentes resultados”.

En el primer experimento realizado se convocó a 34 estudiantes, quienes fueron asignados a espacios desordenados y ordenados, todo aleatoriamente.

Luego se los hizo resolver un cuestionario de diez minutos, una vez finalizado se les hizo elegir entre una barra de chocolate y una manzana, para posteriormente ser consultados sobre si querían donar una cantidad de dinero a una organización benéfica.

Así los estudiantes que entraron a una habitación ordenada fueron el doble de propensos a escoger una manzana y donaron mayor cantidad de dinero para beneficencia.

Con este resultado los científicos pudieron corroborar la tesis de que el orden inspira disciplina, elecciones saludables y rectitud ética, lo que se traduce en que estos individuos siguen las convenciones sociales establecidas como correctas.

Creatividad

Pero un nuevo experimento realizado esta vez con 48 estudiantes dividió nuevamente a los jóvenes en habitaciones desordenadas y ordenadas. Luego se les podio que enlistarán al menos 10 nuevos usos para las pelotas de ping pong.

Aquí los investigadores pudieron notar que quienes realizaron el ejercicio en una habitación fueron mucho más creativos, que sus compañeros que estaban en una habitación ordenada.

“Ser creativo está ayudado por romper con la tradición, el orden y la convención, y un espacio desordenado parece que ayuda a las personas a hacer esto”, explican.

Finalmente se realizó el mismo experimento esta vez con 144 adultos, quienes debieron pasar un tiempo en estas habitaciones. A estos luego se les pidió que fueran al supermercado. Cuando regresaron los investigadores se dieron cuenta que las personas que habían pasado tiempo en una habitación desordenada eligieron  productos con la etiqueta “Nuevo” en vez de “Clásico”.