Laboratorio al aire libre: plan busca salvar el humedal Parque La Isla de Concón

Lo usual es ver zorzales, plateros, pelícanos, gaviotas dominicanas, entre otros plumíferos. La gama es amplia, dado que alberga 70 especies de aves migratorias y residentes. En la fauna, se caracteriza por tener totoras y nenúfares. Pero de un tiempo a esta parte la situación ha cambiado bastante en el humedal Parque La Isla de Concón. 

Una de la causas: el último tsunami, que dejó sedimento en el lugar y, por supuesto, la actividad humana. En medio de un escenario adverso a nivel mundial, donde en los últimos 100 años se perdió el 64% de los humedales, la conservación de este tipo de ecosistema resulta gravitante para la biodiversidad de la zona.

Ante esto la municipalidad de Concón junto con ENAP y la Fundación Ñamkú trazaron un plan a largo plazo. La primera etapa, que durará unos dos años, consiste en la construcción de un centro de rehabilitación y rescate para la fauna de la zona, un lugar donde se atenderán aves y mamíferos. El centro va a empezar a construirse en marzo y contará con 7 mil m2 aproximadamente. “Es una muestra del compromiso de la empresa por el respeto y cuidado del medio ambiente y de las comunidades donde mantiene operaciones”, comentó Patricio Farfán, gerente de Refinería Aconcagua de ENAP.

Otra arista, de más largo aliento, aborda un aspecto abandonado: la educación medioambiental. Eduardo Hernández, presidente de la Fundación Ñamku, explica que la idea es “no solo acompañar a la gente en los recorridos por el parque, si no que generar una serie de talleres enfocado a niños y jóvenes en los cuales se les introduzca lo que significa la conservación del medioambiente usando el humedal como un ejemplo, como un verdadero laboratorio al aire libre”. Así, la teoría se junta con la práctica.

A ello se agrega que se busca potenciar el humedal como una zona de encuentro, uno donde converjan aquellos trabajos que hablen sobre este ecosistema: documentales, exposiciones artísticas, libros.  Porque la idea, dicen, es ampliar el espectro, concientizar a la gente y mostrar las bondades de los humedales.

Uno de los mayores beneficios, además de albergar una rica diversidad de plantas y animales, es la depuración de las aguas y la retención de sustancias tóxicas para el ser humano y fauna. Un humedal, regula en cierta medida, el clima local, por lo que si existe no es gratuito para el medioambiente.

Sin embargo, el cambio climático y la actividad humana amenazan su supervivencia. Eduardo Hernández explica: “Hay un mal manejo por parte de la actividad humana, como la destrucción de los hábitat naturales. Por ejemplo, el que haya invasión en las zonas de nidificación de las aves producto de los vuelos en parapente”. En simple: “Falta más conciencia”, dice.