Colbún y Enel anuncian el fin definitivo del proyecto Hidroaysén

A inicios de noviembre, el presidente de Enel Chile, Herman Chadwick, adelantó que habían decido terminar con el polémico proyecto Hidroaysén junto a Colbún. 

Sin embargo, recién esta jornada dicho anuncio se hizo efectivo. Ambas empresas renunciaron definitivamente a seguir con la iniciativa de generación eléctrica, enviando los hechos esenciales de las dos compañías a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).

El documento de Colbún argumenta que Hidroaysén “no es factible en términos económicos -en el contexto de la actual situación del mercado eléctrico y sus perspectivas futuras-“, por lo que se procede “a la disolución de la sociedad y la liquidación de bienes, el desistimiento de las acciones judiciales y la renuncia a los derechos de agua del proyecto”.

Por su parte, ENEL informó que “facultada por su directorio, comunica su decisión a renunciar al usufructo de los derechos de agua de dicho proyecto que son propiedad de ENEL Generación” y añadió que “el valor contable de la inversión de Enel en Centrales Hidroeléctricas de Aysén asciende a esta fecha a la suma de 5.184 millones de pesos (8 millones de dólares aproximadamente), el cual se espera que será recuperable en el proceso de liquidación”.

Hace diez años, ambas compañías se embarcaron en el proyecto Hidroaysén, que pretendía intervenir los ríos Baker y Pascua, en la zona austral de Chile y que prometía ser el mayor proyecto hidroeléctrico del país junto con la línea de transmisión más larga, con cerca de dos mil kilómetros necesarios para llevar la energía desde el sur hasta el centro del país.

Su eventual creación provocó rechazo no sólo en los habitantes de la zona, si no que generó protestas a nivel nacional para exigir a las autoridades que no aprobaran el proyecto, dado que significaba un impacto ambiental negativo para uno de los lugares más apreciados del país.