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4 de Junio de 2022

Un hombre sin rostro: la historia secreta el nuevo director de la ANI, Luis Marcó Rodríguez

Hasta ahora, el rostro de Luis Marcó Rodríguez era un misterio: no existían imágenes de él en ninguna parte. EL DÍNAMO accedió a los hitos de los 20 años que tiene en los servicios de inteligencia y como han sido sus primeros 60 días en el cargo. 

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Una foto de Luis Marcó fue registrada, sin su barba, hace tres años en una columna titulada "Desatinos de un Gobierno confuso" de la revista Nuevo Poder.
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El infarto al miocardio de un jefe de División, una auditoría a los gastos de su antecesor, el despido de 20 marinos y 9 militares que llegaron en 2020, sostener agentes con teletrabajo por Covid y el nombramiento paritario de sus hombres y mujeres de confianza.

Esas son  las principales actividades realizadas por el nuevo director de la ANI, Luis Marcó Rodríguez —de quien hasta ahora no existían fotografías públicas—, en sus primeros 60 días al mando de la Agencia Nacional de Inteligencias (ANI).

El martes 12 de abril, cuando el reloj marcaba el mediodía, ex subdirector de la ANI, Luis Marcó Rodríguez, arribó de sorpresa a tocar la puerta del edificio gubernamental de calle Tenderini 115. 

Llegó acompañado por “su factótum en finanzas”, el administrador público Gastón Denis Prieto, un ex funcionario de La Moneda que se codeó con las más altas esferas del gobierno de Patricio Aylwin.

Los dos agentes con mascarillas y terno fueron abordados por el portero del edificio de 10 pisos, quien les preguntó: “¿A quién busca?”. 

Testigos lo cuentan como anécdota que con la mascarilla y cerca de 10 kilos extra de peso, hicieron que no lo reconocieran de inmediato, pese a estar desde 1996 en el servicio, cuando este se llamaba Dirección de Seguridad Pública e Informaciones (Dispi).
 

Jordán renuncia y se despide como Sinatra

El viernes 25 de marzo, su antecesor en el cargo, el marino jubilado Gustavo Jordán, presentó su renuncia. Una versión sostiene que una estafeta la llevó a la oficina de la ministra del Interior, Izkia Siches, en papel. Otros sostienen que envió su renuncia por email. Ello, porque según explican, desde el 10 de marzo no le contestaron más los teléfonos de La Moneda.

“Jordán hizo una peculiar reunión ese día en el último piso de la Agencia, citó a todo el personal puntual, pidió que le tuviera un micrófono, como de karaoke y un parlante. Ahí en casi 30 minutos agradeció el apoyo y se despidió como Sinatra, parecía que iba a cantar”, relató un testigo del momento.

“Fue incómodo ese episodio porque al final sólo los marinos lo aplaudieron cuando dejó de hablar con micrófono. Los de la Armada estaban demacrados, sobre todo Allan Nettle, el jefe de inteligencia. El resto volvimos a las oficinas. Pocos les tenían afecto”, manifestó un funcionario con acceso a las últimas palabras del marino.

El tenso encuentro entre dos viejos agentes secretos

Según explicaron algunos agentes a EL DÍNAMO, en el discurso informó que sería subrogado como director por el abogado y exfiscal Jorge Chocair, el jefe de la División de Coordinación del Sistema de Inteligencia.

Curiosamente, explican los agentes, Chocair no tenía mucha afinidad con el marino. De hecho, había trabajado con Luis Marcó como jefe de departamento entre los años 1999 y 2005, cuando renunció.

Luego Chocair, sobrino del ex diputado RN, Leopoldo Pérez, regresó como jefe de Contrainteligencia, pero Jordán lo removió de ese cargo para entregárselo a un ex oficial de la PDI, Manuel Leiva.

Al llegar Luis Marcó, con Gastón Denis, desde la guardia del primer piso, por el citófono, llamaron al director subrogante Chocair, para avisarle “que tenía una visita fuera de agenda”.

Al llegar al piso 10, Marcó se reunió a solas con Chocair. En menos de 15 minutos, el nuevo director de la ANI le pidió la renuncia y una entrega documentada de “las situaciones de interés” que estaban siendo monitoreadas.
 

“A Marcó le acomoda ser el hombre sin rostro, como Markus Wolf de la Stasi”

Explican en el Gobierno, que, si bien el director subrogante mantenía comunicación frecuente con el subsecretario Manuel Monsalve (PS), y se le enviaban informes diarios, “muchos veían que La Moneda se había olvidado de la ANI”. Según relatan agentes, ni siquiera se “había hecho llegar la foto del presidente Gabriel Boric a las oficinas de los jefes de división y  de departamento, y la de Piñera, algunos la habían sacado, pero otros la mantenían”.

A diferencia de varios antecesores, Marcó no es un aparecido en el mundo de la inteligencia. Ingresó a la Dispi en 1996, con Mario Papi. En ese entonces llegó como analista desde Flacso. Su jefe directo fue el abogado Gustavo Villalobos, que después dirigió al servicio.

Una versión que comentan a EL DINAMO es que tras dos nombramientos fallidos para el cargo, (el exdiputado Marcelo Díaz y la académica Carolina Sancho) desde el Gabinete de Monsalve se le habría hecho consultas a Villalobos y éste lo recomendó para ocupar el cargo en el gobierno de Boric. 

Ascenso en la Dispi

Con los años, Luis Marcó Rodríguez fue ascendiendo en la Dispi. Primero como jefe de departamento, luego como jefe de división y más tarde como el segundo de Villalobos. Desde 1996 sólo ha permanecido ocho años fuera del servicio durante los gobiernos de Piñera. Es decir tiene una experiencia de 20 años en el mundo de la inteligencia y la seguridad.

Quienes lo conocen aseguran que es un hombre formal, de trato amable, que viste trajes finos. Estudió filosofía en la Universidad de Chile cuando aseguran que tenía el pelo largo “como Axel Rose”. Es hijo de un español con quien vivió gran parte de su adolescencia en Madrid. 

Está casado con una canadiense y vive en el sector oriente de la capital. Tiene un magíster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Chile, otro en Seguridad y Defensa de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (Anepe), y una larga lista de diplomados de contrainteligencia y análisis realizados en escuelas de servicios secretos extranjeros, como el SISMI Italiano, la SI de Argentina y el Cesid español.

Sus cercanos le dicen “el hombre sin rostro“. No solo porque en Internet no existe ninguna fotografía suya, no tiene redes sociales, no invita agentes a su casa y no se saca fotografías en ninguna ceremonia del servicio. 

Además dicho apodo es una paráfrasis de la autobiografía de Marcus Wolf, el jefe de contrainteligencia de la Stasi, en la RDA, de quien occidente no dispuso de imagen una suya hasta 1983, cuando llevaba 30 años en la oscuridad.

EL DÍNAMO accedió a la única foto que se conoce de él. Fue tomada hace dos años en un centro de estudio donde habría dado una charla, como académico. 
 
En La Moneda explican que no ha sido presentado público porque él mismo no quiere ser mostrado y que prefirió no ser invitado a la cuenta pública del presidente Gabriel Boric.

Reorganización y despidos

Mientras Chocair y Marcó, al estilo de la guerra fría, conversaban como dos ex espías que se reencuentran ahora en otro bando, Gastón Denis bajó al piso tres para encontrarse con el denominado por sus pares “favorito de Jordán”: el cabo segundo Fabian Andrés Martínez Alvarado, hasta entonces jefe de la división de Administración y Finanzas, y segundo de abordo.

La reunión también fue breve. El nuevo jefe de administración y finanzas le notificó a Martínez que estaba despedido y que a partir de ese día debía recoger sus cosas.

Luego de ello, Gastón Denis pidió la nómina de los cerca de 40 militares en retiro y ex miembros de la Armada que habían sido reclutados por Jordán y se reunió con Marcó. La instrucción que había recibido desde La Moneda, “era desmilitarizar el servicio, despedir a todos los funcionarios llevados por Jordán, incluidos los ex PDI, que estaban mal evaluados por La Moneda y que la ANI volviera a ser una inteligencia de civiles”.

El mismo lunes 12 de abril por la tarde se notificó a los 16 jefes de Departamento de Jordán que firmaran su renuncia. Los primeros en caer fueron Alan Netlle y Humberto Senarega, Christian Valdés y Luis Leiva.

Una de sus primeras tareas era traer a la ANI a la mayoría de los exfuncionarios despedidos con la llegada de la administración Piñera y cumplir cuotas de género en las jefaturas, como instrucción especial del subsecretario Manuel Monsalve.

En eso estaba cuando el jueves pasado, mientras hacía una auditoría interna, sufrió un repentino infarto y tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital clínico de la Universidad Católica. Su estado era estado grave. 

“Era un hombre atlético a sus 65 años, había sido boxeador en los años 80, pero estaba fumando en exceso. Nos informaron que entre hoy y el lunes será operado porque tiene tres arterias tapadas, fue muy sorpresivo, no lo imaginábamos, estará en recuperación a lo menos seis semanas”, sostiene un cercano a Denis.

Los criticados episodios de Marcó en la ANI

En sus 20 años de servicio ha sido testigo de episodios que han marcado al servicio. El más antiguo de ellos: la fuga de frentistas en helicóptero desde la cárcel de alta seguridad el 30 de diciembre de 1996.

Ex empleados comentan que también elaboró minutas durante la detención de Pinochet en Londres, en 1998, y que tras la caída de las Torres Gemelas, en 2001, ya como jefe de división creó el Departamento de Terrorismo Islámico, que fue desactivado por Jordán.
 

Sus detractores aseguran que, pese a tener la información, no alertó al Gobierno de Lagos que la esposa del entonces general Patricio Campos, uno de los representantes de la Fach en la Mesa de Diálogo, era Viviana Ugarte, la ex agente del Comando Conjunto, también conocida como la Pochi.

Al destaparse el caso por la prensa, se generó una crisis política en 2002. Entonces, explican, su división era la que revisaba “los ascensos de altos mandos castrenses y eso se le pasó”.

También le critica no haber detectado al terrorista y prófugo italiano, Leonardo Bertulazzi, uno de los autores del asesinato de Aldo Moro y jefe operativo de las Brigadas Rojas, quien vivió en Iquique, junto a su novia alemana, entre 2002 y 2003.

La alerta de Tokio que no fue atendida

Las unidades a cargo de Marcó tampoco advirtieron la llegada de Alberto Fujimori a Chile. Ex agentes señalan que poco antes de la hora del término de la jornada, el viernes 4 de noviembre de 2005, la ANI recibió un llamado desde Cancillería. 

Un influyente diplomático preguntó por información que indicaba que el expresidente peruano, que tenía orden de captura internacional, tomaría un avión privado, propiedad de un empresario chileno, en Tokio, para volver a Perú, con escala en Santiago.

Funcionarios de Relaciones Exteriores afirman a El DINAMO, que la pregunta original venía de la embajada de Chile en Tokio y que en la ANI señalaron “que no habían oído nada”. Horas más tarde, la inteligencia de Perú hizo lo mismo, pero fue inútil. El domingo 6 de noviembre, Fujimori llegó a Chile y se instaló en el Hotel Marriot generando una crisis política internacional.
 

Otro incidente que recuerdan fue en enero de 2006, cuando a las 06.50 horas, explotó una bomba en la escalinata de la puerta de la Agencia Nacional de Inteligencia, rompiendo el exterior del edificio y dejando grave a un funcionario municipal que hacía aseo en Tenderini. 

Esa jornada, Marcó ordenó retirar la guardia de la ANI, que estaba compuesta por funcionarios de Gendarmería, y que fuera reemplazada una de efectivos del OS-9 de Carabineros (Investigación de Organizaciones Criminales).

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