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12 de Junio de 2014

Ojo: La mascota del Mundial perdió tercio de su población en los últimos 10 años

Según la "Lista Roja" de especies amenazadas, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el armadillo se mantiene bajo la clasificación de "vulnerable". Lo acompañan los lemures, las orquídeas "zapatilla de dama" y la anguila japonesa.

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El armadillo de tres bandas de Brasil, elegido como mascota oficial del Mundial de fútbol, ha perdido más de un tercio de su población en los últimos diez a quince años, tal como reveló la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) coincidiendo con la apertura de ese evento deportivo este jueves.

En una actualización de la “Lista Roja” de especies amenazadas que elabora la UICN, esta especie cuyo nombre científico es Tolypeutes tricinctus, se mantiene bajo la clasificación de “vulnerable” por el descenso continuo de su población.

Entre las razones que explican el descenso de los hermanos de “Fuleco”, el nombre con el que se bautizó a la mascota del mundial, los expertos citaron “la destrucción de la mitad de su hábitat de matorral seco”, conocido como “Caatinga”.

La más reciente información recolectada en el medio silvestre apunta también al peligro de extinción al que se enfrentan hasta el 94 por ciento de lemures, que viven en Madagascar, donde la creciente pobreza ha acelerado su caza furtiva.

De las 101 especies supervivientes de lemures, 22 están clasificadas como “en peligro crítico de extinción”, incluido el “Indri indri”, el mayor de los lemures vivientes, según la UICN.

Otras 48 especies de ese mismo animal están amenazadas, como el primate más pequeño del mundo, el “lemur ratón de Berthe”, mientras que una veintena de especies adicionales están catalogadas como vulnerables, una situación que en conjunto convierte a este grupo de vertebrados en uno de los más amenazados del planeta.

También están en un nivel elevado de peligro las orquídeas “zapatilla de dama”, una popular planta ornamental que sufre de una recolección excesiva con fines de comercio local e internacional, a pesar de tratarse de una planta protegida por normas que regulan su compra y venta.

Se trata de una de las plantas de floración más conocidas e ilustradas, caracterizada por su forma de zapatilla y su capacidad de atrapar insectos para asegurar su polinización.

El 79 por ciento de estas orquídeas corre peligro de extinguirse, según la “Lista Roja”, una publicación científica que cumple cincuenta años y que contiene el resultado de la evaluación de más de 73.000 especies, de las que más de 22.000 está en peligro de extinción. 

Asimismo la anguila japonesa (Anguilla japonica) – una delicia tradicional de Japón que además es el pescado destinado al consumo alimentario más caro del país– ha sido clasificada como Amenazada debido a la pérdida de su hábitat, la sobrepesca, las barreras a la migración, la contaminación y los cambios de las corrientes oceánicas. Asia oriental constituye el principal núcleo de cultivo, comercio y consumo de esta especie, cuyo declive ha provocado un aumento del comercio de otras especies de anguilas, como la anguila de aleta corta (Anguilla bicolor).

Una buena

Pero no todo es malo.  La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza también destaca la recuperación de una especie de pez gracias a la labor de conservación llevada a cabo bajo los auspicios de la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel.

La situación del Acanthobrama telavivensis, que únicamente ha sido descubierto en Israel, ha mejorado de forma sensible, al pasar de Extinguido en estado silvestre a Vulnerable. El aumento de la frecuencia de las sequías y la extracción de agua con fines de riego destruyó el único hábitat que quedaba para esta especie en el río Yarkon y el torrente Tut. Esta especie fue salvada gracias gracias a la recogida de los últimos 120 ejemplares salvajes y su incorporación a un programa de cría en cautividad de la Universidad de Tel Aviv. En 2006, 9.000 ejemplares de esta especie criados en laboratorio fueron liberados en el hábitat recuperado en el Yarkon y en otros ríos de Israel. Ocho años después, su población ha aumentado de forma significativa.

“Aunque con cada nueva actualización de la Lista Roja de la UICN celebramos algún éxito en materia de conservación, queda un largo camino que recorrer de aquí a 2020, la fecha límite fijada por cerca de 200 gobiernos para detener la pérdida de biodiversidad y evitar la extinción de las especies”, afirmó Jane Smart, directora del Programa de Especies Mundial de la UICN. “Sencillamente, no podemos permitirnos incumplir ese plazo”.

Los gobiernos del mundo se han trazado la meta de 2020 como año para detener la pérdida de biodiversidad y evitar la extinción de especies, un objetivo al que cada año contribuye la Lista Roja de la UICN

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