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13 de Mayo de 2011

“La gorda caprichosa”, por Juvenal Olmos

La pelota de fútbol, a lo largo de la historia ha tenido muchos sobrenombres, la redonda, la pretenciosa, la de 32 cascos, la veleidosa, la de trapo, la de cuero y aserrín, la que anida en el rincón de la arañas... A mí la que más me gusta es: la Gorda Caprichosa.

 Cuántos partidos, cuántos campeonatos, cuántas Copas Libertadores, cuantas Copas del Mundo se han definido por el capricho de no querer entrar en el arco.

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La pelota de fútbol, a lo largo de la
historia ha tenido muchos sobrenombres, la redonda, la pretenciosa,
la de 32 cascos, la veleidosa, la de trapo, la de cuero y aserrín,
la que anida en el rincón de la arañas… A mí la que más me gusta
es: la Gorda
Caprichosa.

 Cuántos partidos, cuántos
campeonatos, cuántas Copas Libertadores, cuantas Copas del Mundo se
han definido por el capricho de no querer entrar en el arco.

Cómo quisiera el
arquero de la Universidad Católica, Paulo
Garcés,
haber atrapado esas dos pelotas que definieron la derrota de
su equipo frente al poderoso Peñarol de Uruguay
por la Copa
Libertadores. Cuántos hinchas cruzados no expresaron toda su
frustración, cuando la pelota no se quedó adormecida en los guantes
del arquero
y decidió seguir libremente su camino, hasta encontrarse
enredada en el fondo de las redes del arco cruzado.

El capricho de
una pelota da vida a cuentos, alegrías y derrotas. La “gorda caprichosa”, sea de medias rotas, de
trapos, de plástico, de cuero, de papel, es la única que no puede
faltar junto a los jugadores en un partido. Puede no haber árbitros,
cancha, graderías, hinchas, banderas, pero jugadores y pelota no
pueden faltar.

Uno de los códigos
dentro de un camarín de fútbol es alardear del dominio que se
tenga sobre la pelota, quién la maneja
mejor, quién la levanta, quién la pone en la espalda y un sin fín de
juegos que se han inventado como los “ Loquitos”, el “
Tontito”, el VoleyFútbol, el GolfFútbol, todos estos juegos se
basan en el dominio que tenga un jugador y sus superficies de
contacto ( pie, talón, muslo, pecho, cabeza, planta del pie, nuca,
abdomen, rodilla, borde interno y borde externo del pie, etcetc ),
sobre la “gorda caprichosa”.

En Chile han
existido grandes jugadores, que han estado cerca
de la perfección en el dominio de la pelotita: Chamaco Valdez,
Jorge Aravena, Manuel Rojas, Jorge Toro, el Coto Sierra
y tantos
otros.

Se han percatado
ustedes que la “gorda”, no contenta con
la importancia que se le asigna dentro de un partido, traspasa la
cancha, traspasa la televisión, las radios, los comentarios, la
caprichosa es un verdadero imán que hipnotiza a todos los que la
observan. Los niños duermen con ella por las noches y ellos son
cómplices de eternos sueños donde se traspasan todas las barreras
de equipos, países, selecciones.
El niño sueña que es un grande
dentro del fútbol, que define partidos, que es la estrella de la
noche deportiva.

Yo fuí de esos niños que
dormía con la pelota y que soñaba con llegar algún día a ser
futbolista profesional, sueños que se fueron fortaleciendo cada fin
de semana cuando mi padre me llevaba a ver los partidos al Estadio de
Ferroviarios, Santa Laura, al estadio de Aviación y al Nacional.

Hoy nos tocó hacer
un pequeño reconocimiento a la pelota, centro de tantas emociones y
desenfrenos, alegrías y derrota,  esperemos tenerla de nuestro lado para la próxima Copa América…. ¡Grande Gorda Caprichosa!

 

Juvenal Olmos es entrenador de fútbol y empresario, fuertemente ligado al deporte, a la educación y al desarrollo de campos deportivos. Jugó fútbol profesionalmente entre los años 1981 y 1994 (en Chile, Bélgica y México). Fue entrenador de fútbol, campeón con Universidad Católica y con Unión Española. Dirigió la Selección Chilena entre 2003 – 2005. Practica running y fue candidato a diputado por RN en 2009.

 

 

 

 

 

 

 

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