Chofer le salvó la vida a pasajero infartado y ahora sus colegas le dicen “Dr. Simi”

En la micro 703 viajaban rumbo a Penco 40 personas. El vehículo es manejado por Juan Carlos Arteaga, que trabaja como conductor hace dos años. Antes hizo su carrera en la Armada de Chile, donde se desempeñó como tripulante de barco.

Cuando van pasando por el Enlace Penco, Arteaga mira por el espejo retrovisor que algo anómalo sucede. Lo primero que pasa por su cabeza es que se trata de un asalto. Piensa en desviar el recorrido hasta la comisaría más cercana. Pero no. Se entera de lo que realmente está pasando cuando un joven se le acerca temblando. “Ayude a mi abuelo, por favor. Está sufriendo un infarto”.

Arteaga frenó la máquina en seco. Así lo contó a La Estrella de Concepción: “No lo pensé dos veces. Paré la máquina y le hice maniobras de reanimación en el pasillo. Ahí recuperó el pulso”. La gente aplaudió al chofer, que mientras volvía a su puesto se percató que el hombre volvió a perder el pulso. “Ahí me di cuenta de que la situación era más grave de lo que creía, y que teníamos poco tiempo”.

Así que a lo Máxima Velocidad, Arteaga cambió el recorrido del bus para irse como una bala al Hospital de Lirquén. Los pasajeros, en vez de reclamar por el desvío ayudaron a bajar al hombre y dejarlo en una camilla para que fuese ingresado a urgencias.

Arteaga, hoy transformado en un héroe local, contó al diario que se comunicó al otro día con el hospital y que una enfermera le contó que el abuelo ya había sido estabilizados e incluso dado de alta, y que le agradeció su ágil actuar, porque eso le había salvado la vida al hombre.

También contó que sus colegas le pusieron un cariñoso sobrenombre: “Me pusieron Dr. Simi”, contó con orgullo el hombre. “Me han felicitado harto. La verdad, nunca había vivido una experiencia similar, pero por supuesto que lo volvería a hacer.

* Fotos de Juan Carlos Arteaga, por Rodrigo Acuña, La Estrella Concepción