Las primeras imágenes del interrogatorio del ministro Carroza al “Comandante Ramiro”
Hernández Norambuena fue condenado por el asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards.
Por Brenda Martínez
El ministro en visita, Mario Carroza interrogó al ex frentista Mauricio Hernández Norambuena, conocido como “Comandante Ramiro”, luego de que se aceptara su extradición desde Brasil.
Carroza tomó la declaración de Hernández, quien fue condenado por el asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards.
El juez deberá definir una nueva sentencia que determine cuántos años de prisión tendrá que cumplir el ex frentista.
“Hemos conversado respecto al abono que podría ser considerado en su momento, y que él también lo reclama, que estuvo en prisión preventiva durante todo este tiempo por el tema de la extradición en Brasil. Por lo tanto, él señala que dentro del mismo convenio del acuerdo del Mercosur, hay una norma que señala que esa prisión preventiva por extradición debería ser considerada en el momento que se establezca la pena que tiene que cumplir”, contó Mario Carroza tras la reunión.
En relación a la fuga, el ministro aseguró que el Comandante Ramiro señaló que “no hay mucho que que conversar sobre ella. Él entiende que eso no es parte de la extradición (…) él tiene el derecho a guardar silencio y tampoco manifiesta interés en hablar de eso, porque podría autoincriminarse o podría incriminar a terceras personas (…) con los años que han transcurrido dice que no es un tema para él”.
“Él señala que no va a declarar, ya que en algún momento dado hubo un procesamiento por asociación ilícita y quebrantamiento de condena, lo que quedó sin efecto finalmente, y por lo tanto la petición de extradición por esos delitos ya se dejó sin efecto”, complementó Carroza.
En ese contexto, Hernández reveló que el canastillo que utilizaron para fugarse, de la misma cárcel que hoy lo hospeda, estaba cubierto con chalecos antibalas.
“Él fue bien claro respecto a que no quiere incriminar a ninguna persona más, aún a aquellos que pudiesen estar ya fallecidos o por último a aquellos que pudiesen estar lejanos como para incriminarlos (…) él señaló una situación bien especial, el hecho que el canastillo donde ellos escapan se cubrió con chalecos antibalas (…) había que comprar esos chalecos para poder hacer la cobertura, ¿quién entregó esos chalecos antibalas? o ¿ a quién se adquirieron esos chalecos antibalas? eso ya es un tema. Tendría que decir quién, cuándo y dónde”, concluyó Carroza.
