Secciones El Dínamo

cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad
11 de Noviembre de 2016

“Signos” de Soda Stereo: treinta años de un disco inmortal

Chile, especialmente, se rindió a sus pies por aquel incombustible álbum saciado de clásicos insoslayables que hipnotizaron a varias generaciones con sus brillantes letras, además de una críptica y envolvente oscuridad musical capaz de llegar hasta el tuétano de los huesos.

Por Bárbara Alcántara
Compartir

Bárbara Alcántara es Periodista especializada en música. Instagram: chicarollinga

Elegante, oscuro y erótico. Tres conceptos que describen el tercer disco de una de las bandas más importantes del rock sudamericano: Soda Stereo. “Signos” fue publicado un diez de noviembre de 1986. Argentina se reponía de la derrota de la Guerra de las Malvinas y recuperaban su democracia de la mano del presidente Raúl Alfonsín. Al otro lado de la cordillera, en Chile, aún seguíamos bajo la dictadura de Augusto Pinochet, sin embargo ya se sentían sus estertores.

Musicalmente se escuchaba una banda que nos devolvía la esperanza con sonidos vanguardistas y letras contestatarias, Los Prisioneros acababan de publicar el innovador “Pateando Piedras” y el público se dividía. O eras parte de la “Sodamanía” —término nacido después de la locura desatada en el Festival de Viña del Mar de 1987— o te gustaban Los Prisioneros, pero ambos, imposible. Una especie de Beatles y Rolling Stones del cono sur.

Charly Alberti, Zeta Bosio y Gustavo Cerati habían publicado su disco debut, “Soda Stereo” en 1984 y posteriormente vino el exitazo de “Nada Personal” en 1985. Ambas entregas con influencias musicales de la new wave de fines de los setentas y comienzos de los ochentas con referentes tales como The Police y los XTC. Sus letras eran contagiosas pero más bien básicas y adolescentes (excepto “Trátame suavemente” compuesta por Daniel Melero); razón por la que la irrupción del brutal “Signos” produjo un estallido masivo.

En primer lugar, la influencia del post punk sombrío de Joy Division y The Cure deslumbraron a los críticos y fanáticos. Y en segundo lugar, las composiciones y conexión emocional que provocaban esas descarnadas letras. Cualquiera que haya experimentado sentimientos de atracción, deseo o despecho por otro ser humano podía identificarse con más de alguna canción del disco. A eso le sumamos la soberbia interpretación de Gustavo Cerati, cuya voz transitaba por diversos personajes: un prófugo seductor, un amante desbordado de osadía, hasta llegar a un sensible muchacho, dueño de una fragilidad desgarradora.

soda-1986

Según Juan Morris, periodista de la revista Rolling Stone de Argentina y autor del libro “Cerati, La Biografía”; la famosa noche en que Gustavo compuso “Signos”, se encontraba solo en su departamento de Recoleta. Al día siguiente debía grabar las voces de la nueva entrega y lo único que tenía eran dos canciones: “En camino” y “Persiana Americana”, compuesta previamente por Jorge Antonio Daffunchio, ganador de un concurso radial en donde Soda Stereo expuso la melodía para que los auditores crearan la letra. Cerati vivía en el exclusivo barrio bonaerense junto a uno de sus grandes amores, la modelo y su casi primera esposa Noelle Balfour. Producto de la tormentosa relación que llevaban, ella se había trasladado a Madrid a trabajar como corista del español Bertín Osbourne. La pareja ya estaba en un punto donde no hay retorno y el fin era inminente. Angustiado, solitario y estimulado por una buena dosis de cocaína las letras brotaron en un par de horas.

De este modo y bajo una luna hostil, Cerati daba vida al icónico “Signos”, la primera gran obra maestra del trío argentino cuya publicación los ubicó en la cumbre del rock latino y les abrió las puertas de los países vecinos. Chile, especialmente, se rindió a sus pies por aquel incombustible álbum saciado de clásicos insoslayables que hipnotizaron a varias generaciones con sus brillantes letras, además de una críptica y envolvente oscuridad musical capaz de llegar hasta el tuétano de los huesos.

Léenos en Google News

Temas relevantes

#Música#Soda Stereo

Notas relacionadas

Deja tu comentario

Lo más reciente

Más noticias de Opinión