Convención Constituyente: el aporte permanente de las universidades regionales
Las constituciones son obras humanas y, por lo tanto, imperfectas. Pero a diferencia de otras, aquella que nos convoca hoy, la sentiremos nuestra. Y también hablará de la indiscutible contribución que las universidades regionales hacen al desarrollo de Chile, sus comunidades y territorios.
Por José Abalos
La y los rectores de esas casas de estudio se reunieron con las(os) convencionales constituyentes para reiterar el compromiso de colaborar. AGENCIA UNO/ARCHIVO
José Abalos es Director Ejecutivo de la Agrupación de Universidades Regionales
La instalación de la Convención Constituyente está llena de emociones y simbolismos, de pasado, presente y futuro, de personas con inserciones sociales y laborales diversas. Como muy bien lo sintetizó Elisa Loncón, su presidenta, en la Convención concurren representantes del norte, sur y la patagonia, de la cordillera, de la costa y de los archipiélagos. Una genuina réplica del Chile real.
En este hito histórico para nuestro país, las universidades regionales están presentes en muy diversas formas. Una de ellas, es que prácticamente todos los temas planteados han sido estudiados y trabajados en sus aulas, laboratorios y en sus vínculos con su entorno. Género y pueblos originarios, descentralización y modernización del Estado, desarrollo social y fomento productivo, salud, educación, medio ambiente, cultura, entre muchos otros.
También, estas instituciones están presentes a través de decenas de representantes de la Convención Constituyente que en ellas se formaron como técnicos y profesionales, y sobre todo como personas dotadas de principios, valores y un fuerte compromiso con el bien común y el respeto por los territorios y sus comunidades. Su decisión de postular a la Convención es la mejor prueba de ello. Sin duda que su alma mater estará presente en los aportes que harán a la nueva carta fundamental.
Igualmente, hay varias personas que -como académicos y funcionarios (as)- trabajan en universidades regionales, y que aportarán todo su saber, conocimientos y experiencias, procurando que, el nuevo ordenamiento institucional, político, social, económico, cultural y ambiental sea la base de una nueva relación entre chilenas y chilenos, y de todos con la madre naturaleza.
La designación de Jaime Bassa como vicepresidente de esta Convención no sólo reconoce talentos personales y la calidad de las universidades regionales, sino que, al igual que en el caso de la Presidenta, es un símbolo que evidencia que nuevas energías, sensibilidades y miradas empiezan a ocupar un espacio en la agenda pública, de la cual nunca debieron estar ausentes.
Anticipando este ambiente de responsabilidades compartidas, la y los rectores de esas casas de estudio, se reunieron con las (os) convencionales constituyentes de diversas regiones para reiterar el compromiso de colaborar en pos del mejor cumplimiento de sus importantes labores. Tal apoyo se traducirá en compartir estudios sobre temas de interés constitucional, dar asesoría técnica y científica, absorbiendo consultas y poniendo a disposición masa crítica, infraestructura y espacios de reuniones.
Las constituciones son obras humanas y, por lo tanto, imperfectas. Pero a diferencia de otras, aquella que nos convoca hoy, la sentiremos nuestra. Y sus textos implícitamente hablarán de las frustraciones del pasado y explicitarán los sueños del futuro. De nuestros derechos y también de nuestros deberes. Y también hablarán de la indiscutible contribución que las universidades regionales hacen al desarrollo de Chile, sus comunidades y territorios.
