La historia del bolso extraviado por Lan que paralizó el aeropuerto de Calama por aviso de bomba

Eran pasadas las 8 de la mañana del viernes 1 de marzo, cuando la trabajadora social Romina González (29), junto a su pareja, Francisco Montserrat (20), se embarcaron en el vuelo LA 267, de LAN Chile, para trasladarse desde Santiago hasta Puerto Montt, dando inicio a sus vacaciones…  sin pensar en el “explosivo” entuerto en que la aerolínea los enredaría.

El avión aterrizó en el Aeropuerto El Tepual a las 10:37 horas. El destino de los dos jóvenes era la Isla de Chiloé, y ya pensaban en disfrutar de un rico curanto y de sacarse fotos frente a los palafitos que abundan en la isla, cuando la aerolínea les notificó que había perdido parte de su equipaje.

La extraviada era una mochila roja con ropa y un cargador de celular en su interior. ¿El código? LA 328278. Manuel Meneses, funcionario de LAN, les comunicó que el bolso había sido enviado por error al norte del país, a nombre de Sebastián Lobos.

No hubo una solución inmediata. Los viajeros pensaban iniciar de inmediato el periplo hacia Chiloé, pero la respuesta de la empresa los desmoralizó al informarle los plazos de búsqueda.  “Hay cuatro días para buscar el equipaje, al quinto día el tema pasa a la central de búsqueda de bolsos extraviados, sumándose 11 días más al plazo para encontrar la mochila roja”, les notificó Lan, según asegura Romina .

Esto va a explotar

Ese mismo viernes 1 de marzo, pero en el Aeropuerto El Loa de Calama, una mochila roja apareció abandonada en una sala de espera. Sólo era una mochila en una silla, pero en los tiempos que corren, cualquier bolso sin dueño se transforma en una alarma pública… El pánico cundió.

Más de 200 personas fueron desalojadas, los vuelos que se dirigían a Calama fueron desviados hacia Antofagasta, y el Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros (GOPE), llegó al lugar con todos los implementos necesarios para evitar lo que parecía una explosión inminente.

Aeropuerto El Loa cerrado por más de cinco horas

A esa misma hora, en una fuente de soda de Puerto Montt, Romina y Francisco dejaban de lado sus tazas de café y miraban con asombro la televisión.  “Según lo que vimos en la prensa, la mochila abandonada cumplía con las mismas características que la nuestra: de color rojo, que contenía pertenencias como nuestros cargador de celular y, además, apareció en el mismo tiempo estimado que debió haber llegado allá”, relatan los jóvenes.

Por supuesto, la mochila abandonada no era una bomba y después de algunas horas el Aeropuerto El Loa retomó su rutina habitual. Lo que se vió alterado hasta el día de hoy, fueron las vacaciones de Romina y Francisco.  “Todavía no nos devuelven nuestra mochila, hemos tenido todo tipo de percances e inconvenientes para continuar nuestras vacaciones”, relata a El Dínamo el joven que, junto a su pareja, no descartan iniciar acciones legales en contra de LAN.

Hasta el cierre de esta nota, personal de comunicaciones de LAN explicó que no podía comprometer un plazo para entregar la versión de empresa sobre los hechos.