Reforma Tributaria: ¿Dónde hay riesgo de fuego amigo?

El proyecto de Reforma Tributaria, enviado ayer al Congreso por la Presidenta Michelle Bachelet como parte de las medidas comprometidas en el programa de gobierno, ha sido criticado por la Alianza y algunos think tank relacionados con ese sector. Sin embargo, a medida que los anuncios y discursos han ido entregando más detalles, las dudas han dado paso a suspicacias dentro de la propia Nueva Mayoría que ya tienen todo el aspecto y tono de crítica.

El primero en levantar el dedo desde el oficialismo fue el presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara, Pablo Lorenzini (DC), quien junto a otros dirigentes de la Nueva Mayoría planteó al ministro de Hacienda sus reparos, en especial con la rebaja al impuesto a las personas en el tramo de mayor ingreso, es decir, aquellos sueldos que superan los 6 millones de pesos, desde un 40% actual a un 35%. Frente a la posibilidad de que esta medida beneficie  a autoridades de gobierno y parlamentarios, se incorporara un impuesto adicional de 5%, aunque aún existe la duda frente a otras autoridades públicas, por ejemplo del poder judicial, que se beneficiarían con esta medida.

Según consigna hoy La Tercera, para Lorenzini  “no va a haber votos para eso”, salvo que compensemos. Subamos el mínimo exento a 800 ó 900 mil, o hagamos extensiva esa rebaja a la clase media. Pero en principio no hay votos para esa rebaja”, indicó.

Otros parlamentarios, como el senador Carlos Montes (PS), han planteado sus dudas sobre la constitucionalidad de esta medida y el senador Andrés Zaldívar (DC) en particular se ha manifestado en contra de “beneficiar a las personas de más altos ingresos”.

De acuerdo con la información del mismo periódico, ayer también se deslizaron otros reparos en  relación al proyecto, como que  la eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT) afecte a las Pymes; el aumento del impuesto a timbres y estampillas y el alza del impuesto al alcohol y bebidas azucaradas.

La urgencia simple dada al proyecto, por lo que el ministro Arenas se reunió con parlamentarios oficialistas para acordar una agenda más “realista”.