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14 de Agosto de 2015

Selfies, Allende y la RDA ¿El giro definitivo a la izquierda de Michelle Bachelet?

Desde la entrevista que dio a La Tercera el domingo, relativizando el "realismo sin renuncia", hasta su mención favorable a la RDA en una entrevista en El Salvador, la Presidenta ha encendido las alarmas de sus adherentes del centro político. ¿Ha dado un giro definitivo a la izquierda?

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En El Salvador la Presidenta ha hablado más que lo que acostumbra a hacerlo en Chile. Y lo ha hecho sorprendiendo con una serie de alusiones a Allende, la RDA y una férrea defensa a la concepción inicial de sus reformas, en un contexto en el que aún se discute si el “realismo sin renuncia” iba a significar un giro en su línea programática.

Para muchos, la llegada de la dupla Burgos-Valdés al gabinete inauguraba una suerte de tercer gobierno de la Presidenta Bachelet. Uno muy distinto al segundo, en el que la metáfora de la “retroexcavadora” sería reemplazada por el concepto de “gradualidad”. Uno en el que los videos contra “los poderosos de siempre” serían reemplazados por desayunos en Icare. Y en el que “la voz de la calle”, al menos de cierta calle, sería tomada en cuenta en su justa medida, siempre y cuando no afectara a la ya desacelerada y alicaída economía.

Comite Politico

Una idea que parecía resumida en la críptica frase del “realismo sin renuncia”, planteado por la propia Presidenta, que por un lado provocó rechazo y ganas de dejar la coalición en el PC, pero que por otro lado hizo que varios personeros de la Nueva Mayoría asumieran públicamente que por los avatares económicos y la pérdida de popularidad del gobierno, algunas de las reformas, como el cambio a la Constitución, no podrían ser finalizadas en este período.

El cónclave oficialista fue la primera señal de que este tercer gobierno, esperado con ansias por algunos, se convertiría más un wishful thinking que en una política real. En la reunión no se habló, o al menos no trascendió nada concreto, sobre realismo ni sobre renuncia.

Jorge burgos

Las quejas de los más ilusionados con esta nueva era, la DC, que durante el primer año habían recibido los golpes de sus socios de la izquierda más entusiasta, se hicieron oír. “El Partido Comunista se salió con la suya, porque lograron lo que querían: una reafirmación programática”, dijo el ex -que parece actual- presidente de la DC, Ignacio Walker.

Luego vendría una entrevista de la Presidenta a La Tercera, que terminaría por confundir aún más, poniendo la guinda de la torta a su errática conducción. En ella, relativizó el supuesto giro programático que podría dar su gobierno. “Parece que algunos leyeron sólo la palabra ‘realismo’ y no escucharon el ‘sin renuncia’”, dijo este domingo. Además, la Presidenta apuntó a que la gente en la calle junto con pedirle selfies, le pide que siga adelante con las reformas. Ello a pesar que todas las encuestas dicen lo contrario.

Reunion de los presidentes y secretarios generales de los partidos de la Nueva Mayoría  para coordinar los lineamientos estratégicos del conglomerado oficialista

Aún con una que otra pataleta de la DC durante la semana, las señales de la Presidenta dan a entender que pese a haber hecho un cambio de gabinete que apuntaba hacia el centro, su convicción personal sigue en la misma dirección: la izquierda.

Su retórica en El Salvador ha sido a lo menos, nostálgica del discurso inicial de la Nueva Mayoría. Primero, con un homenaje a Salvador Allende, en el que revindicó su tenacidad con las reformas. Después, con una acusación de que su reforma educacional, que para su aprobación cuenta con la mayoría en ambas cámaras, ha “sido bloqueada” por “los avatares y la contingencia”, y no así por el rechazo de un sector de la ciudadanía o porque técnicamente esté mal planteada.

Bachelet

Pero lo que más ha llamado la atención fue su suerte de apología al sistema de salud de la RDA, en el contexto de un foro de Políticas de la Primera Infancia. Algo que a nadie se le ocurriría pensar que podría ser dicho frente a Merkel.

“Mi primer hijo nació estando yo en el exilio, en la República Democrática Alemana, y por tanto tuve ahí todas las condiciones tanto de salud, de nutrición, de apoyo, que me permitieron estudiar y tener un hijo en sala cuna (…) Yo me traje este modelo en mi cabeza diciendo: ‘me ayudó a mi a poder avanzar, a seguir desarrollándome como persona, como profesional”, dijo la Presidenta.

Bachelet

El “tercer gobierno” de Bachelet mantiene las dos almas del segundo: el PC y la DC. El último partido esta vez cuenta con un representante en el corazón del gobierno. Pero eso no significa necesariamente que tenga una mayor influencia. 

La Presidenta, que se le vio afectada, errática y confundida durante las crisis Penta-SQM y Caval, que terminaron botando del poder a su hijo político y a su hijo sanguíneo, y que la obligaron a hacer cambios -al parecer contra su voluntad-, parece estar de vuelta y con más energía que nunca. Pero no para re encausar su gobierno por una vía central. Sino que para continuar con su proyecto. Aunque en su coalición aún no se nota el golpe en la mesa.

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