Fuego consume primera y única Zona de Reserva de abejas de Chile y Sudamérica
La organización a cargo dijo que se trató de incendio provocado, el cual quemó más de 1.600 hectáreas en Santa María de Los Molles, Región de Valparaíso.
Un siniestro generado por un corte del cableado eléctrico, causó la pérdida de más de 1.600 hectáreas de bosque nativo en la primera y única Zona de Reserva de abejas y biodiversidad de Chile y Sudamérica, ubicadada en Santa María de los Molles, V región Zona de Reserva de abejas
Considerando el problema mundial de la mortandad de abejas, en abril del 2013, ONG Plan Bee creó la primera Zona de Reserva de abejas y biodiversidad de Chile y Sudamérica. En ella se protegían 3.500 hectáreas que albergaban aproximadamente 300 colmenas.
La Zona de Reserva se caracterizaba por tener floración nativa y carecer de presencia de pesticidas, transgénicos, radiación electromagnética y aguas contaminadas. Las colmenas instaladas se encontraban saludables y con población creciente hasta que la sequía extrema del invierno de 2015 afectó la floración del lugar. Estas condiciones climáticas obligaron a que realizar un rescate de las pocas que quedaron.
De 300 colmenas, sólo se pudieron rescatar 22; las cuales fueron trasladadas a La Cruz para su recuperación. A fines de 2015, las abejas se fortalecieron y las lluvias caídas ayudaron con la floración, por lo que se volvió a instalar 40 colmenas en la Zona de Reserva.
Después de 4 años de arduo trabajo por mantener este santuario de biodiversidad, las llamas consumió el terreno y las abejas quedaron sin su fuente de néctar y polen.
La primera y única Zona de Reserva de Chile y Sudamérica de abejas y biodiversidad señaló que ya no cuenta con las condiciones para albergar las colmenas, por lo que es necesario encontrar y crear una nueva que proteja a los polinizadores.
“Pedimos ayuda a todas las personas que quieran aportar para crear una nueva Zona de Reserva de colmenas en nuestro país. Pueden ayudar desde www.ongplanbee.com“, señalaron.
En Chile, la tasa de mortalidad era de un 8% anual, lo cual estimaba que en el año 2026 la especie se extinguiría; pero hoy esas cifras aumentan debido al desastre ecológico causando por los incendios forestales.
“Estamos ante una crisis medioambiental que afecta a una cadena con más de 200 millones de años de antigüedad, causando graves problemas, tanto a la alimentación de las personas como de animales, poniendo en riesgo la VIDA”, expresó la ONG.