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Página por página: Documental celebra los 100 años del New Yorker

Un nuevo documental de Netflix recorre el legado centenario del New Yorker, revelando su rigor, su influencia cultural y las historias que moldearon a una de las revistas más icónicas del periodismo mundial.

Revistas. En El Dínamo amamos las revistas. No por nada tenemos la nuestra: Revista D, con sus hojas de papel bond ahuesado, la portada pintada —sí, pintada— por Manuel Santelices, y textos que buscan ser siempre una bocanada de aire fresco. También somos hermanos de Velvet, una revista glamorosa, de esas que engalanan cualquier quiosco, pero sobre todo cualquier habitación. Lamentablemente, en nuestro país hoy no hay mucho más, pese a que hasta hace algunos años existían varios semanarios o publicaciones mensuales.

En el mundo pasa algo parecido. Los famosos quioscos de la Calle Florida en Buenos Aires ya no están tapizados en papel cuché, mientras que los puestos de diarios en Londres o París cada vez exhiben menos títulos. Por eso el documental de Netflix The New Yorker at 100, realizado a propósito del centenario de la publicación neoyorquina, es un verdadero deleite para los amantes del buen periodismo, ese que no debe desaparecer jamás.

Dirigido por Marshall Curry, la cinta revela lo que hay detrás de una de las grandes instituciones mediáticas. Durante un año, el equipo de producción pasó largas horas revisando archivos, asistiendo a reuniones de pauta y conversando con periodistas venerados, como el editor y líder del New Yorker, David Remnick. Aunque Curry esperaba registrar discusiones acaloradas y editores corriendo para llegar al cierre, se encontró con un ambiente donde simplemente nada de eso ocurre.

Si algo muestra el documental es un medio donde todo se hace con extrema dedicación. No en vano cumplió 100 años como una piedra angular tanto de Nueva York como del resto de Estados Unidos. Mientras sus rivales persiguieron modas, el New Yorker siempre se inclinó ante la curiosidad, refinando su paladar a través de ilustraciones y chistes ingeniosos, arte exquisito y observaciones culturales articuladas en perfiles e investigaciones. Sus lectores lo han premiado: las suscripciones aumentan y las colecciones impresas se apilan en las casas de sus seguidores más fervientes.

El documental parece tener tantas secciones como la propia revista. Su narradora es la actriz ganadora del Oscar Julianne Moore. Jesse Eisenberg, conocido por Red Social, y la escritora Chimamanda Ngozi Adichie celebran haber publicado textos ahí. Sarah Jessica Parker y Molly Ringwald exhiben una devoción casi nerd hacia la caricaturista Roz Chast. También seguimos a la editora de arte Françoise Mouly mientras debate la portada del centenario; al corresponsal de guerra Jon Lee Anderson dentro de una prisión siria; a la periodista Rachel Syme en su entrevista a la leyenda de la comedia Carol Burnett; y acompañamos a Ronan Farrow mientras investiga a la administración Trump.

Donde realmente brilla el documental es en recuperar la historia que comienza en los inicios de la revista, cuando no era más que una publicación divertida creada por un desertor escolar de Colorado. Con los años, The New Yorker dejó de ser solo caricaturas y artículos sobre la alta sociedad para abrazar todas las posibilidades del periodismo. Destaca el artículo de 30 mil palabras de John Hersey sobre los efectos de la bomba atómica en Hiroshima; y el ensayo de James Baldwin de 1962 sobre los derechos civiles, que abrió las páginas tanto a escritores negros como a un público que hasta entonces había permanecido distante de la cuestión racial.

Otro punto alto es recordar que ahí nació A sangre fría, de Truman Capote, libro que inauguró el género del true crime. Sus inconsistencias y libertades literarias motivaron la creación del departamento de revisión de textos más riguroso de la industria: cada texto es revisado y contrastado frase por frase, algo que para quienes trabajamos en prensa escrita resulta casi descabellado.

En The New Yorker at 100 aparecen también todos los rasgos que sustentan la pedantería asociada a la revista: su tipografía especial, la manera particular de acentuar ciertas palabras, las cartas de los lectores cuando detectan un error.

Cien años no se cumplen todos los días, menos aún en un medio de comunicación en plena era de redes sociales. Actualmente, 1,25 millones de personas están suscritas a la revista, una cifra que probablemente crezca gracias al documental. Sin embargo, —y como dice el propio Curry— ellos no buscan convertirse en un McDonald’s, sino más bien en ese sushi exquisito que cautiva a quienes aman y valoran un niguiri perfectamente elaborado.

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