12 mil jóvenes participan en marcha que culmina con incidentes
La actividad, denominada "Marcha Latinoamericana por la Educación", formó parte de una convocatoria que fue seguida por acciones similares en otros países.
Unas doce mil personas participaron en la tarde de este jueves en una manifestación estudiantil realizada en las cercanías del centro de Santiago, en demanda de una educación pública gratuita y de calidad, que culminó con enfrentamientos entre encapuchados y Carabineros.
La iniciativa organizada por los estudiantes secundarios y apoyada por los universitarios, se inició a las 18.00 horas, una vez que la Intendencia Metropolitana autorizó el recorrido.
La actividad, denominada “Marcha Latinoamericana por la Educación”, formó parte de una convocatoria que fue seguida por acciones similares en otros países, según dijeron los organizadores de la marcha.
Ya cerca de las 20.30 horas, hora tope del término de la manifestación, y cuando todo había transcurrido en forma normal y animada con números artísticos, un grupo de jóvenes encapuchados empezó a causar daños y se enfrentó con carabineros que debió utilizar un camión lanzaagua.
Durante la mañana de este jueves, otros dos mil estudiantes habían marchado por la Alameda hasta el sector Blanco Encalada con Avenida España, donde también al término de la manifestación un grupo minoritario de encapuchados protagonizó violentos enfrentamientos con la policía.
En tanto, en el Congreso sigue este jueves el debate por la partida de Educación inserta en el Presupuesto Nacional 2012, que la oposición ha rechazado hasta ahora pese a que la propuesta del Ejecutivo supera los 11.000 millones de dólares, un 7,2 por ciento más que este año.
Los partidos de oposición buscan que el Gobierno inyecte 1.000 millones de dólares adicionales a Educación, recursos con los que se aseguraría la gratuidad de la enseñanza universitaria al 70 por ciento de los alumnos provenientes de sectores de menos recursos.
Los estudiantes iniciaron las movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno central vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse y que se garantice en la Constitución el derecho a una enseñanza pública, gratuita y de calidad.
Tanto en las universidades públicas como privadas, los jóvenes chilenos, junto a sus padres, deben incurrir en onerosos créditos para financiar sus carreras, por las que deben pagar aranceles anuales de entre 3.000 y 40.000 dólares.