Commander, el perro de la familia Biden que debió ser sacado de la Casa Blanca
El can tuvo que dejar la sede del gobierno tras morder a otro agente de seguridad, poco después de volver de un curso de adiestramiento.
Por Juan Pablo Ernst
Commander llegó en 2021 a la Casa Blanca y no se sabe si volverá. INSTAGRAM.
En duda está el regreso a la Casa Blanca de Commander, el perro pastor alemán del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, luego de que mordiera a varios agentes de seguridad.
A poco de regresar a la sede del gobierno estadounidense tras un curso de adiestramiento, el can tuvo que ser sacado nuevamente del lugar por morder a otro efectivo del equipo de seguridad del mandatario norteamericano.
La información fue confirmada por Elizabeth Alexander, vocera de la primera dama, Jill Biden, quien precisó que Commander no se encuentra en la Casa Blanca “mientras se evalúan las próximas decisiones“.
La vocera aseveró a la vez que el presidente Joe Biden y su esposa “están muy comprometidos con la seguridad de todo el personal de la sede de gobierno y de los que los protegen todos los días”.
El can llegó a la Casa Blanca como un cachorro en 2021. Entre octubre del año pasado y enero de este año el pastor alemán atacó y mordió al una decena de agentes del Servicio Secreto.
Sin embargo, este jueves medios estadounidenses, como CNN, afirmaron que los casos son más que los reportados inicialmente. De hecho, algunas de sus víctimas debieron acudir al hospital tras los ataques.
El otro problemático perro de Biden
Commander es un pastor alemán que su familia le regaló al presidente Joe Biden, tras la muerte de Champ, la mascota con la que arribó a la Casa Blanca.
Sin embargo, este can no es la única mascota del mandatario estadounidense que debió dejar la sede de gobierno.
Aquello, luego de que su perro Major se fuera a vivir “en un ambiente más tranquilo” con unos amigos de Biden, a pesar de que también fue adiestrado en 2021. Según se reportó, este can mordió al menos a un empleado de la Casa Blanca.
Es necesario destacar que por protocolo, todos los perros de los presidentes estadounidenses reciben adiestramiento antes de llegar a la sede del gobierno. Sin embargo, en el caso de Commander llegó de cachorro y recién este año fue enviado a un curso.
