Cámara de Diputados envía al Senado proyecto que sanciona el negacionismo
Por su parte, la diputada RN Camila Flores hizo reserva de constitucionalidad, por lo que no descarta recurrir al Tribunal Constitucional.
Por Cristián Meza
La Sala de la Cámara de Diputados envío al Senado el proyecto que tipifica el delito de incitación a la violencia y negacionismo de las violaciones a los derechos humanos cometidos en dictadura.
Sin embargo, la norma sobre incitación a la violencia física fue rechazada, al no alcanzar los votos afirmativos que se requerían de quórum calificado. Mientras que el siguiente artículo, referido a la incitación al odio, no alcanzó mayoría simple para su aprobación.
En tanto, la norma que sanciona el negacionismo de las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Chile, fue aprobada con 75 votos a favor, 66 en contra y 6 abstenciones.
Se sanciona así a quien justifique, apruebe o niegue las violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado durante la dictadura cívico militar, ocurrida entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990, con la pena de presidio menor en su grado medio (541 días a 3 años), y multa de 40 a 60 UTM.
En la discusión, parlamentarios de Chile Vamos consideraron esta normativa como una “ley mordaza” contra la libertad de opinión, mientras que la diputada RN Camila Flores anunció reserva de constitucionalidad.
Por su parte, el diputado Francisco Undurraga (Evopoli) agregó que “el negacionismo es una oda a la censura (…) por pensar y opinar de una determinada forma, donde aparece la policía moral, donde el Estado o grupo de poder dominante determina argumentos válidos, cuál es la verdad de los hechos”.
Sus palabras fueron compartidas por el RN Diego Schalper, quien apuntó que “si aquí se pretende sancionar a aquellos que tienen una actitud negacionista respecto de las violaciones a los derechos humanos que se puedan cometer en la historia de Chile, cuesta entender que no se aplique el mismo parámetro respecto de aquellos que niegan violaciones a los derechos humanos actualmente sucediendo en el mundo. Es decir, aquí se sanciona un negacionismo histórico y no un negacionismo actual (…). Esa es la incoherencia”.
