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12 de Abril de 2022

Lo mejor de la Convención Constituyente

Lo mejor de la Convención Constitucional es que como consecuencia de lo discutido y hasta ahora aprobado por la mayoría circunstancial y de extrema izquierda que la dirige, irrumpió un líder particularmente inteligente y carismático, Cristián Warnken.

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Cristián Warnken se eleva hoy como la persona que hacía falta para liderar con sensatez el plebiscito de salida. AGENCIA UNO/ARCHIVO
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Lo mejor de la Convención Constituyente no es que hayan consensuado un texto constitucional que sea la casa de todos. Menos que hayan intervenido 155 ciudadanos, y no cuatro generales como equivocadamente manifestó el Presidente Boric, porque ese hecho amén de falso, tal como lo declaró el propio ex Presidente Ricardo Lagos, resulta completamente ridículo, ya que lo que importa es  que la Constitución que se apruebe sea buena en lo sustantivo.

Para que se entienda y fácil, una Constitución que hace diferencia entre los hijos de una misma patria, es y será mala aunque tenga el respaldo unánime de todos los actores políticos, porque un principio esencial en toda democracia es que exista igualdad. No resulta admisible que existan ciudadanos de primera y segunda clase.

Bien y como venía diciendo, lo mejor de la Convención Constitucional es que como consecuencia de las estupideces discutidas y hasta ahora aprobadas por la mayoría circunstancial y de extrema izquierda que la dirige, irrumpió un líder particularmente inteligente y carismático, que en poco tiempo logró concitar más apoyo que 145 de los 155 constituyentes elegidos (más de 30.000 adherentes).

Aunque todos lo reconocíamos como un intelectual respetuoso, ameno y entretenido, Cristián Warnken se eleva hoy como la persona que hacía falta para liderar con sensatez el plebiscito de salida, y también para encabezar lo que podríamos denominar como Concertación 2.0 por la libertad.

En efecto, anticipándose a la opinión soterrada de muchos, y obrando con un coraje admirable, Cristian Warnken le ha puesto cara a una demanda transversal y que se resume en que la mayoría sensata de este país, que preside sus decisiones con racionalidad y sentido común, desea aprobar una Constitución moderna que además de fortalecer los derechos de las personas, se ocupe de asegurar que la institucionalidad funcione eficazmente, pero bajo los pilares de la libertad, la igualdad, la dignidad, y la propiedad privada.

Como no me cabe ninguna duda que Cristián Warnken comparte los principios que en su oportunidad participé a la Convención Constitucional, y que por supuesto y doy por sentado la mayoría de ahí ni siquiera leyó, me permito señalar el link correspondiente, en el que dicho documento aparece subido con fecha 29 de diciembre de 2021.
 

 

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