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29 de Enero de 2011

"HidroAysén sigue siendo inapropiado y absurdo", por Pedro Rivera

"En la entrevista para El Dínamo, Daniel Fernández, vicepresidente de HidroAysén, afirmaba que no había realizado gestión alguna con autoridades del Gobierno para hablar del proyecto, ya que todo sobre HidroAysén era técnico. Lo primero que se me pasó por la cabeza, es que si todo era técnico qué hacía Daniel Fernández trabajando allí.

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En la entrevista para El Dínamo, Daniel Fernández, vicepresidente de HidroAysén, afirmaba que no había realizado gestión alguna con autoridades del Gobierno para hablar del proyecto, ya que todo sobre HidroAysén era técnico. Lo primero que se me pasó por la cabeza, es que si todo era técnico qué hacía Daniel Fernández trabajando allí. Hablar de HidroAysén es por sobre todo hablar de nuestras regulaciones en agua y medioambiente, de nuestra visión ambiental, de nuestra política de energía, y de nuestra mirada de desarrollo futuro.

 

Esto es muy ilustrativo de lo que ha sido el proyecto desde que asumió Fernández: confundir con un análisis equivocado de los argumentos en contra, destacar una maraña de asuntos sin importancia para desviar la atención de las personas, hacer que los temas de fondo no interesen, y plantear absurdamente que HidroAysén lo resuelve todo. Y que el problema de Chile no es que no tenemos una política de energía y medioambiente real, sino que se cuestionan los proyectos eficientes como HidroAysén.

 

En efecto, los argumentos en contra del proyecto, planteados por diversos opiniones como las del Senador Horvath o la campaña Patagonia Sin Represas, son manipulados por Fernández para ridiculizar la visión ambientalista, y de paso insultar a todos los opositores. Ha dicho por ejemplo que si dependiera de estos, el país se quedaría sin energía y que por lo tanto no creen en el progreso, cuando lo que los opositores plantean es un modelo diferente de desarrollo y progreso.

 

También ha reducido la enorme oposición del proyecto pues “cientos de twitters no son un pueblo”. Y ha indicado que si él se creyera el cuento de Patagonia sin Represas también se opondría al proyecto. La verdad es que hay una mala intención evidente en cada una de las cosas que Fernández señala para desacreditar a sus adversarios.

 

A favor del proyecto, Fernández ha enumerado múltiples aspectos (..era que no). Ha destacado ampliamente que HidroAysén es sustentable debido a que no genera gases de efecto invernadero y su inundación es muy reducida.  Lo primero  es evidente, pues HidroAysén no es una termoeléctrica, pero contamina enormemente de otra forma. Por lo tanto, el argumento es tan absurdo como decir que Barrancones, la termoeléctrica en Punta de Choros, es sustentable porque no destruye ningún río.

 

Es cierto que HidroAysén genera embalses de áreas comparativamente reducidas. Pero es absurdo pensar que no existen impactos ambientales debido a que la inundación es menor, pues la alteración de los ríos es brutal de todas formas.  En el río Pascua, los tres embalses son secuenciales, uno tras otro, siguiendo el trazado del río. Sólo los últimos 20 kilómetros del río no tienen embalse, pero en este tramo se observaría un impacto grotesco debido a la operación de los embalses en el comportamiento del río en condiciones naturales, como las actuales.

 

Este mismo impacto se vería en casi todo el trazado del río Baker, con lo que ambos ríos, que son sumamente estables y poco variables, se transformarían en ríos que van y vienen, en que en un día coexisten situaciones de crecidas y sequías. Esto será para las localidades y la biodiversidad ribereña, como si a los habitantes de una ciudad con clima muy estable, que muy de vez en cuando presenta eventos extremos, se lo cambiaran (todos los días) por uno en que durante 12 horas hay temperaturas extremadamente altas, y las otras 12, frío extremo y lluvia torrencial.


HidroAysén no se torna sustentable por el sólo hecho de no emitir gases efecto invernadero, o porque inunde poco. Por el contrario, evaluado en su mérito, resulta un
 proyecto que no se ve sustentable por ninguna parte.

 

En mi opinión, y parafraseando a Fernández, si uno le creyera el cuento a HidroAysén de todas formas éste resultaría un proyecto inapropiado, pues evidentemente que hay mejores alternativas de desarrollar energía con agua limpia y chilena. En las obras de riego, por ejemplo, existen un potencial de unos 6.000 MW de energía (tres HidroAysén y a no más de 700 Km de los centros de consumo), y en zonas que ya presentan un enorme nivel de alteración.

 

Además, el desarrollo hidroeléctrico en Chile no se ha extendido más allá de la región de Los Lagos, con cuencas con un desarrollo hidroeléctrico muy intenso como Maule y Bio Bio. Se trata de cuencas altamente intervenidas con posibilidades de otros proyectos, sin necesidad de expandir las fronteras del desarrollo hidroeléctrico. Se trataría de proyectos costosos y complejos, pero nada es mas costoso y complejo que HidroAysén.Y si suponemos que es necesario expandirlas ¿por qué hasta el Baker y el Pascua?, ¿acaso porque a un par de empresas se le ocurrió plantear el proyecto hidroeléctrico más absurdo que se puede plantear en la actualidad?

 

 

 

 

Pedro Rivera es Ingeniero Civil de la Universidad Católica, Magister en Ciencia. Especialista en Hidrología y gestión del agua. Ha realizado proyectos de investigación y desarrollo en la PUC y luego en el MOP. Fue Jefe de Estudios y Planificación de la Dirección General de Aguas, asesor de diversos Ministros, y Director Subrogante de la DGA. Es bloguero de El Dínamo. 

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