Regulación del lucro: el debate que divide a las universidades privadas

El martes, en medio de la reunión que los rectores de universidades privadas sostuvieron con el Presidente Sebastián Piñera para evaluar los anuncios que el gobierno bautizó como Acuerdo GANE para la educación, el rector de la Universidad Finis Terrae, Nicolás Cubillos, tomó la palabra para hacer un emplazamiento directo al mandatario: que se termine ¡ahora! con el Consejo de Rectores de las Universidades chilenas (Cruch).

La solicitud de Cubillos al mandatario respondía a la aspiración de las entidades privadas de ser consideradas como un actor con voz y voto en el proceso de reforma. Y se sumaba a lo expresado también por el rector de la Universidad Alberto Hurtado, el sacerdote jesuita Fernando Montes, quien ha criticado públicamente la preeminencia del Cruch en la discusión.

Y es que dentro de las 35 universidades privadas que operan hoy en el país subsiste la preocupación por cómo el gobierno definirá la institucionalidad para el sistema universitario y qué criterio utilizará para diferenciar entre universidades estatales, tradicionales no estatales y privadas no tradicionales.Pero, adicionalmente, cunde la duda sobre la manera en que  se va a transparentar y a distinguir entre las casas de estudio que son con y sin fines de lucro.

“De acordarse la existencia de estas últimas, ellas deberán pagar impuestos por sus utilidades, los que destinaremos íntegramente al financiamiento de becas y préstamos para los alumnos más vulnerables”, aseguró el Presidente Piñera durante su mensaje a la nación.

¿Pero existen universidades privadas sin fines de lucro? En rigor la Ley establece que todas las entidades de educación superior son sin  fines de lucro. El punto es que existen diversas maneras de pasar por alto esa máxima. “No hay instituciones que no obtengan ganancias. Todas por ley son instituciones que no tienen fines de lucro, pero sabemos que lo hacen con los proyectos inmobiliarios, casinos y otra formas que hay que transparentar”, dice Gregory Elacqua, director de Instituto de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Diego Portales.

Un ejemplo claro de la figura que describe Elacqua es la Universidad del Desarrollo, cuyos socios fundadores son – entre otros- el actual ministro de Educación Joaquín Lavín y el titular de la Secretaria General de la Presidencia, Cristián Larroulet. Inmobiliaria Ainavillo S.A. arrienda cuatro propiedades en las que funciona la Universidad del Desarrollo en Concepción y en ella tenían participación ambos secretarios de Estado. Larroulet a través de El Otoñal S.A y Lavín por medio de Sociedad Estudios Económicos Ltda. A raíz de ésto, la Contraloría – por medio de una solicitud de los estudiantes- pidió al titular de Educación transparentar a la brevedad su actual vínculo con la UDD, el que ayer el personero negó ante el Senado.

“Otra de las formas más utilizadas para obtener utilidades es mediante la autoimposición de un sueldo millonario”, comenta uno de los rectores de las privadas, quien puntualiza que no es ilegal poseer una inmobiliaria ni aspirar a recuperar una alta inversión. “No es sancionable legalmente. La sanción es más bien política”, sostiene.

Sobre el punto, Mario Waisbluth, coordinador nacional del movimiento ciudadano  Educación 2020, comenta que más allá de la legalidad, el problema es que “las universidades e institutos que tienen el lucro como manera esencial de subsistir tienden a ser de pésima calidad, nula selectividad en el ingreso y egreso de los estudiantes. Y tienen como daño colateral una altísima tasa de deserción”. “A ellas no les daría ni un peso ni apoyo del Estado”, dice.

En la otra vereda , el rector de la Adolfo Ibañez, Andrés Benítez, sostiene que una universidad con fines de lucro puede cumplir con todos los cánones de excelencia. Puntualiza, sin embargo que es necesario transparentar el sistema y que lo lógico es que se cumpla el espíritu de la ley que hoy prohíbe la obtención de utilidades privadas.

Posturas divididas

Aunque hay consenso en que el tema debe ser abordado, entre los rectores de las casas de estudio privadas no hay unanimidad de criterio respecto a cómo debe regularse el lucro. Según comenta la máxima autoridad de una de las universidades aludidas,  a diferencia del Cruch,  en el mundo de las privadas no existe un espíritu colectivo y el asunto sólo ha sido discutido en tres oportunidades. La primera vez fue después del 21 de mayo, cuando Lavín  explicó en qué consistían los anuncios, la segunda fue para redactar un comunicado por las manifestaciones estudiantiles y la tercera fue el martes en La Moneda cuando se reunieron con Piñera.

La misma fuente sostiene que entre los rectores de las entidades privadas existen básicamente dos criterios: el de las universidades relacionadas a grupos económicos (de lucro) y las que están vinculadas a fundaciones y a la Iglesia, que reinvierten sus utilidades, suelen ser dueñas de sus propias instalaciones sin recurrir al arriendo a inmobiliarias que están en manos de los mismos controladores  y por las cuales han sacado la voz Montes y Nicolás Cubillos.

Representantes de este último grupo han manifestado en privado su molestia por los cuestionamientos generalizados sobre la calidad de la educación y la obtención de utilidades de las casas de estudios que están fuera del Cruch. De ahí que salieron a exigir voz y voto.

“Estamos todos de acuerdo en que no hay problema en transparentar todas las acciones que tienen las universidades privadas”, dice Luis Winter, Rector de la Universidad del Pacífico y presidente de la Corporación de Universidades Privadas.

El debate sobre el lucro va amarrado también a las definiciones que el gobierno debe tomar respecto al financiamiento y apoyo del Estado a la educación superior. “Consideramos que es discriminatorio y tremendamente injusto el que los alumnos que ingresan a las ues del Cruch tengan posibilidades de actuar o solicitar crédito solidario para financiar sus estudios con un 2% de interés. Pero si un estudiante prefiere  las universidades privadas tiene que recurrir a un crédito de un 6%”, dice Winter.

Por el momento está claro que el gobierno no accederá a la eliminación del Cruch, como sugirió Cubillos en La Moneda y tampoco a su ampliación, como pidió el sacerdote Montes. Pero sí se inclinó por la formación de un consejo amplio que agrupará a privadas y estatales. Y que, entre otras materias, deberá aunar un criterio sobre el lucro.

Revisa el listado de las casas de estudios que están consideradas sin fines de lucro:

UNIVERSIDADES TRADICIONALES NO ESTATALES O PARTICULARES

Fuente: Páginas web institucionales / Ranking de Universidades, Revista Qué Pasa /” La privatización de las universidades. Una historia de dinero, poder e influencias”. María Olivía Mönckeberg. Primera edición, 2005. Editorial La Copa Rota/ El Dínamo.