La historia de Celestino Córdova, el machi detenido por ataque a casa de los Luchsinger

Soltero y padre de cinco hijos es Celestino Cerafín Córdova Tránsito (26 años), el único detenido hasta el momento por el incendio intencional que provocaron una veintena de sujetos en la casa patronal del fundo La Granja, sector de Lumahue, y que provocó la muerte de Werner Luchsinger Lemp y Vivianne McKay.

De acuerdo a los antecedentes recabados hasta el momento, Córdova es un reconocido machi de la comunidad Juan Quintupil de Vilcún. De hecho, hizo clases en un diplomado organizado por la Universidad Católica de Temuco en 2010 y 2011.

Como confirmó el pro-rector de esa casa de estudios, Arturo Hernández, participó de dos sesiones en el programa sobre Salud Intercultural -organizado por el Departamento de Lenguas de la UCT-, debido a su conocimientos en medicina mapuche. Más específicamente, fue uno de los expositores del curso de Cultura y Lengua mapuche para el curso encargado por por el Servicio de Salud Araucanía Norte.

“Él no es académico, ni profesor, ni trabaja a honorarios. Fue contratado en su calidad de machi para reforzar el equipo del diplomado”, enfatizó el pro-rector Hernández según informó Soy Chile.

Entre los contenidos que Córdova impartió figuraron temas como la definición, análisis y profundización de los Mapu Kutran, así como el diagnóstico de la medicina mapuche.

En el diario La Segunda se señala que quienes lo conocieron en este rol académico, lo tildan de una persona afable, de carácter pasivo y con importantes habilidades sociales, las que sumadas a su condición de machi (un don en la cosmovisión mapuche), le valían un amplio prestigio entre sus pares. Celestino, señalan, se sentía muy orgulloso de ello y de hecho todos sus hijos llevan nombres mapuches.

Una trágica historia , sin embargo, lo tocó vivir el año pasado, cuando su padre Segundo Córdova Nahuelpán (de 67 años) murió atropellado por una camioneta que tras arrollarlo se dio a la fuga. Hasta el momento no se ha formalizado a nadie por el delito, pese a que el comisario Ernesto Ibacache solicitó la colaboración de testigos.

El padre de Celestino volvía de impartir clases de mapudungún en la Universidad Católica de Temuco y transitaba por la ruta entre Padre las Casas y Vilcún.