Fraude en el Ejército: general Ricardo Martínez renuncia a su cargo tras ser citado a declarar
El ahora ex comandante en jefe del Ejército insistió en su inocencia y aseguró que dejó el puesto para no dañar a la institución.
Por Hernán Claro
El ex general Martínez presentó su renuncia tras ser citado a declarar por la ministra Rutherford. AGENCIA UNO
En plena cuenta pública del Ejército en la Escuela Militar, el comandante en jefe de la institución castrense, Ricardo Martínez, renunció al cargo.
La decisión fue adoptada por Martínez después de ser citado a declarar en calidad de imputado en el caso de fraude en el Ejército que lidera la ministra Romy Rutherford.
Al respecto, el general Martínez explicó que “he servido a esta noble institución por 46 años”, por lo que no está dentro de sus intenciones causar inconvenientes “a los miles de hombres y mujeres que sirven a Chile desde sus filas”.
“Es por lo anterior y pese a que debería contar con la presunción de inocencia, de que goza todo ciudadano, pero que en la práctica aplica para algunos y no para todos, comunico que he resuelto presentar al presidente de la República mi renuncia al cargo de comandante en jefe del Ejército, asunto que le fue informada a su Excelencia la tarde del día de ayer”, explicó ante los medios de comunicación y asistentes a la cuenta pública.
Al ser citado a declarar como imputado, Martínez arriesga ser detenido como ocurrió anteriormente con otros militares investigados.
Martínez insiste en su inocencia
En esta línea, el ahora ex general Ricardo Martínez insistió ante sus camaradas en “mi inocencia en tales imputaciones”, ya que, “siempre he actuado de buena fe y todos mis actos se han ajustado a la normativa vigente en la institución”.
“Y con la misma convicción indico que pondré todo mi esfuerzo para así demostrarlo en la instancias judiciales que así correspondan”, señaló Martínez.
Por último, Ricardo Martínez pidió a quien asuma el cargo que tenga siempre presente “lo que conlleva la responsabilidad de mando”, que muchas veces, lleva a “optar por difíciles decisiones, que si bien son dolorosas, sirven para cautelar un bien mayor como el prestigio de la institución”.
