Gobierno interviene en mercado de parcelas y prohíbe los loteos no agrícolas
El Ministerio de Agricultura emitió una orden al SAG para restringir la expansión en terrenos para uso no agrícolas.
El ministerio de Agricultura intervino en el mercado de parcelas a través de un instructivo al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), mediante el cual le prohíbe tramitar cualquier solicitud para certificar proyectos de subdivisión en áreas rurales.
La normativa busca frenar la expansión de loteos de más de cinco mil metros, destinados a un uso no agrícola, una situación que ha proliferado durante los últimos años y que ya venía siendo materia de discusión en el Congreso, donde la Comisión de Agricultura del Senado había puesto la voz de alerta por los daños al ecosistema asociados al tema.
La nueva normativa surge de manera conjunta entre los ministerios de Agricultura y Vivienda, y se genera “luego de constatar la proliferación de proyectos de loteos en áreas rurales que vulneran la normativa vigente, simulando que continúan el destino agrícola del predio, cuando en realidad cambian a destino habitacional”, según manifestó la propia cartera de Agricultura a través de un comunicado.
“Hacerse los lesos genera que avancen los desastres”, aseguró, mientras, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
¿Qué pasa si compré una parcela?
Valenzuela afirma que “se están haciendo las consultas correspondientes a Contraloría para determinar si hay exigencia frente a los que han mentido abiertamente y si se puede demostrar actividad agropecuaria en ellas, o si tienen los permisos de edificación y construcción respectivos”, añadió en diálogo con Las Últimas Noticias.
“Se está discutiendo técnicamente para determinar cómo se exige seriedad o se da plazo para las regulaciones”, añadió el titular del ministerio. “Los sitios deben mutar de destino habitacional a algo agropecuario, porque tienen predios rústicos”, cerró.
En el mismo comunicado cuando se impulsó la iniciativa, además, el Gobierno manifestó que estos loteos de parcelas “no solo afectan al entorno en el que se desarrollan, sino que inducen a los futuros compradores de éstos a involucrarse en situaciones irregulares, cuando el objeto de la adquisición del terreno tiene propósito habitacional sin mediar una intención objetiva de hacer agricultura en el predio”.