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3 de Mayo de 2016

El caso del profesor acusado de acoso sexual que mantiene en paro a sociología de la U. de Valparaíso

La junta directiva de la universidad decidió suspender al académico por tres meses con goce del 70% de su sueldo. Los estudiantes, movilizados hace dos semanas, exigen su destitución.

Por El Dínamo
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Fue hace 19 meses que el académico y sociólogo José Antonio Ávila, de la Universidad de Valparaíso, salió con la alumna Leslie Toledo a un bar. Los detalles de lo que pasó ahí, tal como relata un reportaje de El Desconcierto, se mantienen en secreto a petición de la estudiante. Lo cierto es que ella acusa al profesor de haberla acosado y agredido sexualmente.

Hoy, la propia Leslie encabeza una movilización en Sociología UV para que el profesor sea destituido y no siga haciendo clases. Esto porque la junta directiva de la Facultad de Humanidades determinó, después de un sumario interno, suspender al académico por tres meses con un 70% del goce de su sueldo, y no destituirlo como había decretado el fiscal a cargo del caso.

Ávila, según declararon otros testigos en el sumario al que tuvo acceso El Desconcierto, también había cometido otros casos de acoso. “En clases, cuando iba con short o falda, me prestaba más atención, estaba encima de uno, me decía que ‘no estoy tan bien como usted’, me daba protagonismo en clases”, dijo una estudiante anónima.

Los estudiantes y algunos académicos firmaron una declaración rechazando la medida tomada por la junta directiva y los actos del profesor. Ante eso, Ávila argumentó: “Es de extrema gravedad que el claustro de ‘académicos’ desconozca los principios básicos que regulan a nuestras instituciones, estableciendo hechos y condenas alejándose del principio de inocencia, más aún, si un estamento llamado reglamentariamente para ello, ya se pronunció y emitió mi exoneración de cargos que jamás fueron probados en una extensión falsamente pretendida, y públicamente comunicada, sin el debido resguardo a la dignidad y la honra de mi persona”.

Además, la defensa de Ávila descarta que el pánico que ha sufrido la víctima cada vez que ha visto al profesor después de haber sufrido el acoso, sea prueba de que esta agresión ocurrió: “El supuesto pánico que sufre la denunciante al ver al denunciado en la Fiscalía, no es comprobado como medio de prueba legal alguno, por lo que perfectamente podemos asumir que se trata de una puesta en escena para perjudicar al académico, ante los ojos de la Fiscal, aún antes de que este preste su primera declaración indagatoria”.

En tanto, en la Facultad de Historia de la Universidad de Valparaíso, aunque no hay paro, ocurre algo similar. Esto luego de que se conociera un sumario abierto en 1998 en contra del profesor Leonardo León por un abuso sexual. “Hicimos actividades para enfrentarlo (a León) pero el tipo presentó licencia médica y así ha estado desde entonces. Pero armamos una comisión investigadora para recopilar antecedentes y poder llevar adelante un nuevo sumario administrativo”, dijo a El Desconcierto Carlos Vergara, primer representante estudiantil de la Universidad.

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