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23 de Enero de 2015

Piñera y ME-O tras la encuesta Cerc-Mori: los desafíos que deberán sortear en la carrera a La Moneda

Piñera nunca ha hecho explícita su aspiración presidencial para las próximas elecciones, pero junto a Marco Enríquez-Ominami se erige como la figura política "con mejor futuro". Desde veredas contrarias, ambos trabajan sigilosamente para lograr el mismo objetivo: dirigir La Moneda en 2017. Sin embargo, los expertos dicen que ME-O deberá lograr el respaldo de la Nueva Mayoría, mientras que Piñera deberá enfrentar, a raíz del caso Penta, la "relación carnal" entre la derecha y el mundo empresarial, vínculo que él mismo representa.

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Si las elecciones presidenciales fueran hoy, el líder del PRO, Marcos Enríquez-Ominami y el ex Presidente Sebastián Piñera, tendrían más posibilidades de ganar. Esto luego que la encuesta Cerc-Mori revelara que ME-O y Piñera son “los políticos con mejor futuro” con un 22% y un 10%, respectivamente. Y sus nombres se vuelven a repetir. Ante la pregunta “¿Quién le gustaría que fuera el próximo presidente de Chile?”, Enríquez- Ominami obtuvo 11 %, Piñera 6 %. Pero para eso aún faltan tres años y el camino, como toda carrera presidencial, no estará exento de obstáculos. Cuatro analistas políticos vaticinan los retos que deberán enfrentar ambas figuras.

Lograr piso político

Ser el líder del Partido Progresista (PRO) no será suficiente. Y eso bien lo sabe Marco Enríquez-Ominami. Para Max Colodro, analista político, a ME-O aún “le falta mostrar figuras públicas y tener líderes respetados que lo acompañen. Está muy solo en eso“. La misma visión tiene Cristóbal Aninat, director del magíster de políticas públicas UDP: “El PRO no tiene por dónde crecer porque no hay ninguna fuerza detrás que pueda ser expansiva“. Por lo mismo, el ex diputado socialista ha intentado reconstruir lazos con partidos de la Nueva Mayoría.

De hecho, el miércoles tuvo un almuerzo “amistoso” con diputados del PS y PPD en el que se habló de las coincidencias que existen entre Enríquez-Ominami y el conglomerado. Patricio Navia, doctor en ciencia política, explica que Enríquez-Ominami deberá lograr “un suficiente piso político, equipo y densidad para ser un candidato presidencial creíble. ME-O tiene algo que la Nueva Mayoría necesita y viceversa: Ellos tienen los partidos, la densidad y él tiene la popularidad“.

Pero un eventual apoyo no será fácil. Colodro apunta a que todavía hay grados de “resistencia” en sectores del bloque, tales como la DC y parte del PS. Ello dado que Camilo Escalona, con quien enfrentó una dura pelea en 2009, se perfila como el próximo presidente del Partido Socialista. “Un escenario con Camilo Escalona en la interna es uno más claro para ME-O, pero también es cierto que Escalona le tiene muchas cuentas pendientes”, dice. Algo similar ocurriría con la Democracia Cristiana, uno de los partidos que se ha mostrado más reacio a integrar al líder del PRO.

¿Un discurso distinto?

En 2014 Marco Enríquez-Ominami dio un giro y bajó el tono de sus críticas al gobierno. Incluso, dio una clara señal de amistad cuando dijo: “Ofrezco y pongo a disposición de Bachelet todo mi capital político para desentrampar las reformas”. Algo que fue valorado al interior del bloque. El propio presidente del PS, Osvaldo Andrade, expresó: “Creo que Marco Enríquez-Ominami ha sido asertivo cuando, desde una posición crítica, ha tenido la sutileza y el talento de mostrarse respaldando las reformas”.

Sin embargo, Aninat plantea que “en términos de discurso, Marco no se puede mover más a la izquierda porque la Nueva Mayoría ya se hizo cargo. Si ME-O se moderara la gente del PRO se sentiría muy traicionada. Es un tema muy delicado que Marco va a tener que balancear“. Pero Colodro discrepa y argumenta que el reto será moverse hacia el centro. “Ha estado muy a la izquierda de la Nueva Mayoría defendiendo las reformas del gobierno, tratando de convencer que él es la continuación y profundización de esas reformas. El gran desafío es que modere en algo su discurso para poder convocar a cierta gente de centro”.

Las sombras del caso Penta

El escándalo del caso Penta asocia demasiado a la derecha con el sector empresarial y Piñera representa esa relación carnal“, dice Patricio Navia. Pero desde que el caso estalló, el ex Presidente ha guardado absoluto silencio. Y es que el tema no es menor: uno de los controladores del holding, el “Choclo” Délano, es uno de sus mejores amigos de infancia. Aunque el conflicto no termina ahí. Durante su administración, el subsecretario de Minería, Pablo Wagner (ex UDI), habría entregado información privilegiada a Penta sobre el proyecto minero Dominga y recibió un pago sistemático de parte del grupo empresarial. El desafío para no involucrar su imagen será “mantener un bajo perfil mientas dure el caso Penta“, plantea Aninat. Aunque Gonzalo Müller, cientista político y académico UDD, tiene una visión distinta: “La ciudadanía entiende que hay una diferencia, más allá de la cercanía y la amistad, y entiende que Sebastián Piñera no ha sido parte de este caso en nada“, afirma.

Sin embargo, ante la crisis que vive la centroderecha Piñera no queda inmune, según Navia. “Piñera es el mejor candidato de la derecha, pero puede ser el mejor candidato de un barco que se esta hundiendo“, a lo que agrega: “A él no le convendría aparecer en los medios (por el caso Penta) porque aparecería administrando la crisis, pero tampoco le conviene que la derecha se debilite demasiado porque la necesita para 2017”. 

Puentes con la UDI

Según los analistas, otro punto que deberá resolver el ex Mandatario es la relación con la UDI. En la conmemoración de los 40 años del golpe militar, Piñera dio un discurso que causó incomodidad en algunos sectores de la derecha. “Hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber”, dijo en alusión a la violación de derechos humanos. Los ojos de la ciudadanía se volvieron hacia la UDI y sectores de Renovación Nacional. “Piñera fue muy crítico de la derecha que participó en el régimen militar, los acusó de ser cómplices pasivos de la violación de los DD.HH y sacó a Manuel Contreras del Penal Cordillera. Ha tenido gestos que le han significado costos importantes, va a tener que construir puentes con el sector más conservador de la UDI”, explica Max Colodro.

Pero para Aninat, “hay muchos UDI que trabajaron con él y consideran que no estuvo tan mal“. Algo que se vería reflejado en el trabajo actual de su Fundación Avanza Chile. “El piñerismo expresado en su fundación es mucho más transversal de lo que fue Piñera en la elección anterior“, dice. Y, según Aninat, precisamente esa adhesión será la que debe fortalecer el ex Presidente para volver a La Moneda.

Finalmente, Müller plantea un análisis tanto para Piñera como para Enríquez-Ominami. “Quien logre tener una mejor relación y una mejor coordinación con una estructura política consolidada tendrá una ventaja comparativa. El primero que lo logre puede terminar teniendo una ventaja importante respecto de su rival“, afirma.

 

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