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24 de Diciembre de 2010

La lista de Navidad al estilo de Santiago Maco

Esta Nochebuena, no olvide a su amigo, primo, hijo, hermano, sobrino o lo que sea, homosexual. ¿Qué será mejor? ¿Ese disco de Madonna que tanto le gusta o la polerita que muestra el ombligo? Ninguno de los dos. Hay que olvidarse de los estereotipos (aunque nunca tanto). Mariconadas para demostrar su afecto sobran.  

 

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Esta Nochebuena, no olvide a su amigo, primo, hijo, hermano, sobrino o lo que sea, homosexual. ¿Qué será mejor? ¿Ese disco de Madonna que tanto le gusta o la polerita que muestra el ombligo? Ninguno de los dos. Hay que olvidarse de los estereotipos (aunque nunca tanto). Mariconadas para demostrar su afecto sobran.  

 

1. El infaltable: No hay que confundirse. A simple vista, son el obsequio pesadilla de la tía abuela que alterna los calcetines blancos con el calzoncillo de Patronato. Pero un par de colorinches briefs de American Apparel (hay que pedirlos por internet) encumbran a cualquiera en el ranking de Navidad. Aun que una marica siempre se conforma con los tradicionales Calvin Klein de algodón para sumar a su colección. Sólo la foto en la caja vale la pena como regalo.

 

2. El flexible: Mi amiga Julieta, una moderna que conocí en Milán, llevaba una pulsera tipo Hermès en su muñeca la última vez que la vi. “Qué estupenda”, le comenté. “Es un cock ring que le regalé a mi novio y nunca usó”. Las vueltas que da la vida y los múltiples usos que tienen las cosas. Está claro: si el regalado no es de esos que disfrute con un anillo genital, puede usarlo como pulsera.

3. El nostálgico: “¡Deja esa muñeca, cabro de mierda!”, es un flashback a la infancia de cualquier gay. El que piense lo contrario, que se haga ver porque quizás no es maricón. ¿Cuántas veces habré pasado noches en vela con mi prima jugando a las barbies? Los zapatitos diminutos, el pelo hermoso, el auto, el Ken. Todo lo que un niño gay sueña y no puede ser. Es una vuelta de mano a los que te chantaban el G.I. Joe. Aunque esos monos también eran bien guapos.

 

4. El coherente: Hace unos días leí una columna de Francisco Llancaqueo en que explicaba cómo los animales se convierten en los hijos de los gays. Tiene toda la razón. Y mientras en este país no se legisle sobre la adopción, las mascotas seguirán siendo nuestros retoños. Un buen accesorio para el mamífero, pájaro o pez en cuestión llenará de ilusión al padre homosexual.

 

5. El caro: Eche un vistazo a las fotos de perfil de sus amigos en Facebook. Si ve a uno sin polera, perfectamente iluminado, con la boca entreabierta y los ojos puestos en el más allá, es probable que sea mariquín. Todos los gays, gordos, flacos o sin dientes, sueñan con ser modelos. Dele en el gusto con una carísima sesión de fotos para un book que jamás llegará a una agencia.

 

6. El místico: Esto se encuentra en internet y, aunque suena un poco chanta, no se pierde nada con probar. Son esencias que vienen en formato vaporizador, con y sin perfume. ¿Lo especial? Que contienen feromonas homosexuales en su fórmula. Unas gotas funcionan como imán de gays. Algo así como la pócima del amor cola o flores de bach 2.0. Me pregunto, ¿de dónde sacarán esas feromonas?

 

7. El secreto: Ahora está muy de moda regalar un día de spa. Pero si la idea es dar en el clavo, conviene pensar como gay y optar por algo más under. Una depilación completa no es una mala opción. Si el amigo es mayor, un poco de cera en la espalda le vendrá estupendo.  Nada como comenzar el 2011 sin pelos de más. Ojo, si el susodicho es un oso, no sirve.

 

8. El provenzal: Este regalo se lo acabo de hacer a Manolo para su cumpleaños y fue una mariconada en grande. Después de cinco años, las opciones se agotan y pensé: se viene el verano, los atardeceres de película y las ganas de pasar más tiempo juntos. Por eso le regalé un canasto de picnic hecho en mimbre, con copas de cristal, salero en miniatura, platos pequeños y un estampado floreado en el interior. Perfecto para armarse un look de trenzas y tener una escapada romántica en un parque.

 

9. El travesti: Habrá algunos gays muy machos que dirán que no (en público). Pero otros, al menos, soltarán un par de carcajadas y quizás hasta los usen de vez en cuando. Un par de tacones talla 44 no son fáciles de encontrar, pero sí se pueden mandar a hacer. Recomiendo copiar algún modelo de Marc Jacobs. Ideal para pasar la aspiradora en casa y, si se es lo bastante moderno, para salir a dar una vuelta este Año Nuevo a más de 15 centímetros del suelo.

 

10. El deportivo: Salud, bienestar, kilos de menos y un guapazo que te motive a lograr tus metas. Este mundo está lleno de personal trainers homosexuales (así como en todas las profesiones) que podrían poner en forma al gay con sobrepeso. Imagínese a su amigo perdido en los bíceps de su entrenador y, además, perdiendo la grasa abdominal. Quizás, las clases se convierten en el albor de un nuevo romance.

 

 

SOBRE EL AUTOR: Santiago Maco es un publicista gay de 30 años, trabaja en Santiago en una de las agencias más importantes del mundo. Fue a un colegio católico/británico y durante dos años vivió en Italia, mientras estudiaba arte. No deja de ser conservador: ha tenido sólo dos relaciones largas en su vida y ahora lleva cinco años de noviazgo con Manuel, un catalán.  

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