Senadores piden a Contraloría cambiar el cálculo de expectativa de vida para afiliados a las AFPs
A través de una solicitud a la Contraloría, un grupo de parlamentarios solicita que el actual cálculo de expectativa de vida para afiliados a AFPs -el cual supone que los chilenos viven hasta los 100 años- se transforme en uno de carácter individual.
Por Hernán Claro
En 15 días hábiles la Contraloría General de la República deberá dar respuesta a la solicitud interpuesta por un grupo de senadores de la Democracia Cristiana, quienes pidieron determinar un cálculo de expectativa de vida para afiliados a las AFPs.
Según el documento que entregaron durante este jueves los DC Yasna Provoste, Francisco Huenchumilla y Jorge Pizarro, la idea es que “se efectúe un control de legalidad respecto de la forma en cómo se realiza el cálculo de las tablas de mortalidad y expectativas de vida de los afiliados a las AFPs”, pues, “dicho cálculo no puede dejar de considerar la expectativa de vida individual o personal”.
Según los senadores, de aprobar la solicitud interpuesta se “mejorará las pensiones ahora, porque casi nadie o nadie llega a la expectativa de vida colectiva con la que se calculan las pensiones hoy día, cuya estimación llega a 100 años para los que viven más”.
Cálculo de expectativa actual
En la actualidad, el cálculo de la expectativa de vida para el pago de las pensiones lo efectúan conjuntamente la Superintendencia de Pensiones (SP) y la Comisión de Mercado Financiero. Para los hombres en edad de jubilación (65 años), se asume que vivirán hasta los 90,31 años; en tanto, las mujeres (de 60 años) alcanzarían en promedio los 85,24 años.
Esta cálculo se realiza para determinar la cantidad de años en que cada uno de los afiliados recibirá la pensión calculada por las administradoras de pensiones.
Sin embargo, de acuerdo a la tabla de mortalidad, si se llega a la edad límite se espera una sobrevida de 9,69 años para los hombres y de 14,76 para las mujeres. O sea, que vivirán hasta los 100 años.
Al respecto, la senadora Yasna Provoste indicó que “el uso de tablas de mortalidad o de expectativa de vida colectivas cuando se aplica a un sistema de capitalización individual o de cuentas individuales –como está ocurriendo hoy día- no nos parece procedente, ya que, por lo general, los más pobres viven menos que los más ricos, por su acceso a la salud y condiciones de vida más acomodadas”
“Los mineros viven menos que los que laboran en otras actividades con trabajos más livianos; los más enfermizos viven menos que los más sanos, etc., por lo tanto el uso de las tablas colectivas de mortalidad no es justo ni igualitario, porque los primeros terminan siempre ‘subsidiando’ a los segundos en sus pensiones”, ejemplificó Provoste.
