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24 de Febrero de 2015

Miss Reef y cómo identificar otras publicidades sexistas

No son mujeres las que desfilan en diminutos bikinis, puesto que sus rostros, su mirada y aquello que nos brinda un carácter de persona con historia e individualidad, no existe. Quienes desfilan son trozos de los cuerpos de esas mujeres: las nalgas.

Por Janet Noseda
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Janet Noseda es Psicóloga. Magister en psicología clínica. Especialista en género y diversidad sexual.

Hace poco tuvo lugar el Miss Reef en nuestro país, concurso donde desfilan mujeres en diminutos bikinis que muestran sus nalgas a una multitud enardecida de hombres que les gritan, aplauden y piden mover sus traseros. Más bien, no son mujeres las que desfilan en diminutos bikinis, puesto que sus rostros, su mirada y aquello que nos brinda un carácter de persona con historia e individualidad, no existe. Quienes desfilan son trozos de los cuerpos de esas mujeres: las nalgas. Esas mujeres dejan de ser individuas para convertirse en cosas, en objetos. Esto es lo que se llama teoría de objetivación sexual.

La teoría de la objetivación sexual hace alusión a quitarle la categoría de persona a un sujeto, en este caso, mujer, para tratarlo como una cosa u objeto que es utilizado para fines personales. Especialmente de gratificación sexual. En el caso de la objetivación sexual de las mujeres, los hombres, sujetos que tienen el poder en esta sociedad, usan y utilizan a las mujeres para su placer sexual, quitándoles el también ser personas… y es que ser persona significa ser deseante, ser alguien que realiza una acción y no que es algo que utilizo para algún fin de mi propia conveniencia. Lamentablemente, desde las culturas primitivas con su intercambio de mujeres, hasta la actual sociedad neoliberal donde las mujeres son objetos de consumo, las mujeres sido objeto de disfrute de los hombres, donde ellos son sujetos y nosotras, objeto. Esto es observable a nuestro alrededor con tan sólo abrir un poco los ojos hacia la publicidad.

El patriarcado dirá que las mujeres de la publicidad se prestan para eso y así ganar plata fácil. Es cierto que participan voluntariamente pero concluir que la razón de salir meneando el trasero a una multitud de hombres gritando como locos, es porque ellas se prestan para eso, es a lo menos simplón. Creo que hay que preguntarse qué significados le atribuyen esas mujeres a su valor como seres humanos y que vivencias las llevaron a pensar que lo más valioso de ellas, era su cuerpo. Cabe destacar que las mujeres que se auto cosifican tienen asociada mayor tasa de trastornos alimentarios que pueden llevar a la muerte, más depresión y mayor consumo de sustancias. Asi es que no piense usted que esas mujeres “se prestan para eso” así nada más. La auto cosificación puede tener costos altísimos tantyo a nivel individual como macro social, tales como femicidios y acoso callejero.

La cosificación de las mujeres en la época neoliberal ha sido tal, que se encuentra casi en el total de la publicidad. Así, la Socióloga Caroline Heldman, desarrolló un test de cosificación sexual femenina para analizar la publicidad:

1. La imagen publicitaria muestra sólo una parte del cuerpo de la mujer, especialmente órganos sexuales. Sólo el trasero de una mujer, quita todo abismo humano que se puede encontrar en esa imagen, sin permitir observar su mirada ni su rostro. Esa mujer está des-humanizada.

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2. La imagen publicitaria muestra un cuerpo femenino sexualizado que sirve de objeto para sostener la mercancía que se quiere vender.

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3. La imagen publicitaria muestra una persona sexualizada que puede ser renovada o cambiada en cualquier momento. Estas imágenes, muestran grupos de mujeres que parecieran ser todas iguales, siendo imposible diferenciar sus rostros: mismo tono de piel, mismo estilo, misma ropa. Están en grupo, acariciándose o en posiciones sexuales tentadoras. Estas mujeres no se distinguen en la multitud de iguales características, pasan a ser objeto, reemplazables en cualquier momento y usted ni siquiera lo notaría.

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4. La imagen muestra a una persona sexualizada que está siendo vejada o humillada.

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5. Lo que define a la persona en la publicidad, es su disponibilidad sexual. Estas imágenes o a veces utensilios, muestran mujeres o cuerpos de mujeres, listos para ser usados sexualmente, generalmente con las piernas abiertas.

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6. La imagen muestra a una mujer que puede ser usada como una mercancía o como un alimento.

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7. La imagen muestra cuerpos femeninos que han sido dibujados o pintados como si fueran una tela para pintar.

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Como podemos ver, no sólo la publicidad en imágenes de revistas cosifica a las mujeres, sino que también los comerciales y la televisión en general, en donde concursos como Miss Reef tienen cabida no sólo cuando se llevan a cabo, sino que también los días posteriores, donde los medios muestran las fotografías de las “mejores” nalgas. Inclusive Peta, organización que defiende los derechos de los animales, utiliza a mujeres desnudas en sus campañas, fingiendo ser un alimento.

Para finalizar este análisis, quisiera dejar en claro que esta columna va dirigida hacia las mujeres, no hacia los hombres. Tal como ocurre con la discusión del aborto terapéutico, espero que sean hombres los que defiendan este sistema pero no espero que lo hagan las mujeres. Quiero que abras tus ojos y mires con más detención la publicidad que te rodea e incluso a ti misma ¿Crees que esta sociedad también te ha cosificado?

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