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1 de Diciembre de 2015

José Aquiles Acuña, Daniel y Sergio Jadue, Jovino Novoa…

¿Que tienen de común estos hombres? Pues nada. Quizás el ejemplo de unos sirva a los otros dos para limpiarse.

Por María Teresa Larraín
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María Teresa Larraín es Periodista.

José Aquiles: un modesto trabajador de San Carlos, Chillán, encontró un bolso en la calle con dos millones de pesos. Fue a Carabineros y los devolvió. Su ingreso no suma el sueldo mínimo y debe hacerse un poco por aquí y otro por allá, unos pololitos para atender las necesidades de supervivencia de su familia. Es el sostenedor de ella, en especial sus padres y un joven hermano invalido, inmovilizado debido a un infarto cerebral.

Él fue noticia esta semana y un canal de TV describió su gesto como algo totalmente normal. La madre señaló: “Hizo lo que tenía que hacer no más. Somos pobres, pero en casa la honra es nuestra principal riqueza”.

Aquiles respondió que si se hubiera encontrado con diez millones igual los habría devuelto. ¿Un Quijote? No, un chileno como millones a los cuales la honra es un mérito y el mejor título que pueden llevar pegado a su corazón.

Daniel Jadue: sin hacer alardes, el alcalde de Recoleta rompió con colusiones y demases; ha puesto en jaque el negocio de las farmacias, las cuales elucubran hoy cómo seguir aumentando precios sin que los pillen. Jadue escuchó y sensibilizó la voz de sus vecinos. No esperó una ley o algún resquicio burocrático como el Tribunal Constitucional que le impidiese llevar a cabo su propuesta. Sabe que hay algunos que lo quieren invisible y mudo. Pero él, simplemente gestó una Farmacia Popular en la comuna. Lo que debió haberse hecho muchos años atrás en todo Chile, él lo hizo en su comuna en pocos meses.

Posibilitó el acceso a remedios cancelados al costo con un pequeño margen de comercialización que sirve para los gastos de gestión. Su acción va más allá de la militancia comunista, que le honra. El ejemplo toca las puertas de los municipios. Todos de A a la Z desean hacer lo mismos y le llaman para que les asesore. Ha roto con hechos, lo que en Tribunales quedó archivado y con ejecutivos pavoneándose en la calle libres de culpa, mientras miles de consumidores víctimas de los sobreprecios aún no perciben compensación alguna.

Daniel Jadue con su modestia y pausada forma de expresar lo que piensa ya tiene una estrella en el corazón del pueblo de Chile. No hizo nada nuevo. Cumplió con ser un servidor público. Y lo seguirá siendo.

Ahora vamos, a los otros, los delincuentes, los que están imputados:

Sergio Jadue: el actor por excelencia como lo ha definido Cristian Varela engañó a toda la dirigencia de la ANFP. Con su cara de buen muchacho que no mataba una mosca, barrió con los clubes deportivos, y se llevó millones de dólares a las Islas Virgenes. No se sabe aún si lo hizo solo o tiene algún compadre esperando comer del mismo plato. El FBI y la Fiscalia General de Estados Unidos, más listos y efectivos que acá, lo tienen en las cuerdas y deberá cantar hasta el himno que le enseñaron en el parvulario, algunos años atrás. Como sabe que en Chile todos son pelotudos, asi lo señaló Varela, contratará un buen abogado y saldrá limpio. No sin antes estar presente en cada reunión atosigando de correos electrónicos la sede de Quilín.

Jovino Novoa: del cual ya conocemos sus andanzas en historias turbias lloraba pulcritud, lealtad con el ideario de Jaime Guzmán y sobre todo, transparencia. De él nada se podía decir, salvo que era una blanca paloma. El “Coronel” aceptó que ha mentido y estafado al Estado. Lo dice con esa ligereza propia de quien se cree sentado a la diestra del poder. Quiso engañarlos a todos. Como si la opinión pública fuera ciega y no tuviese memoria. Pese a que no pasará un día en la cárcel, el daño que le ha hecho a su ídolo Jaime Guzmán y a su partido UDI es inmensurable.

La ciudadanía supo hoy que sus derechos como político siguen intactos, ya que por un día menos de cárcel pasa piola y no estará entre rejas como debería estar. Cumplirá sus penas en casa, a lo más un arraigo que en nada le daña. Con este detalle el Fiscal Nacional saliente, Sabas Chahuán, manchó una imagen que hasta hoy era impoluta. El poder, señores, el poder.

Los fiscales que con esmero investigaron las causas Penta y SQM como Carlos Gajardo y Emiliano Arias quedaron fuera de este proceso. Los chilenos poco a poco olvidarán uno de los mayores escándalos de la política en la historia del país. Otra culebra en el camino y los involucrados, muertos de la risa.

La memoria puede fallar y los arreglines siguen en los pasillos hasta hartarnos. Pero hay una sola cosa que no falla en la mente del ciudadano común: la Verdad.

Hasta aquí quedo no más..

Con Aquiles y Daniel Jadue a mi lado y con los otros…a la basura. Ni siquiera el ejemplo de los primeros podrán rescatarlos de tanta pestilencia..

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