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10 de Octubre de 2018

Franz Ferdinand, un shot energético

"Kapranos continua con una voz intacta, que no se resiente ni siquiera al hacer piruetas con la guitarra a cuestas. Hablamos de un hombre de 46 años que pareciera tener pacto con el diablo, una especie de Dorian Gray del rock británico que, aunque no envejezca no significa que no evolucione". (FOTO: Carlos Müller - Lotus Producciones)

Por Bárbara Alcántara
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Bárbara Alcántara es Periodista especializada en música. Instagram: chicarollinga

Directo a la vena. Si pudiéramos graficar con emoticones la sensación de anoche en la tercera visita de los escoceses a Chile, habría que usar las llamas de fuego que circulan de un chat a otro por estos días. Porque el ahora quinteto, que aterrizó en Chile para promocionar su quinto disco “Always Ascending” (2018) y estrenar nueva formación —debido a la salida del guitarrista Nick McCarthy en el 2016— detonaron una bomba vitamínica frente a un Teatro Caupolicán desbordado.

La agrupación liderada por el incombustible Alex Kapranos empezó a las 21:04 hrs. con “Glimpse of love”, canción elegida para el primer encuentro de los nuevos integrantes, Dino Bardot (guitarra) y Julian Corrie (bases y teclados) con una audiencia chilena que tiene una historia especial con los creadores de uno de los discos más alabados de principios de siglo, “Franz Ferdinand” (2004). Se trata de un pasado difícil de olvidar que estuvo marcado por un debut en el 2006 cuando telonearon a U2 en el Vértigo Tour, para luego pasearse por la cancha del Estadio Nacional y escabullirse entre el público como si fueran uno o una más. Durante esa misma visita y en un hito del Festival de Viña del Mar, se presentaron en el show televisivo que fue testigo de la potencia jubilosa que los entonces desconocidos músicos “gringos” eran capaces de entregar.

A pesar de que han pasado doce años desde esa oportunidad los hombres tras el famoso cambio de ritmo de “Take me out” siguen conectados con la diversión; con ellos todo es aplausos y por supuesto, baile. Dinamismo que los caracteriza y los hace únicos en su especie: nada de rodeos, dos cucharadas y a la papa diríamos en buen chileno. Kapranos continua con una voz intacta, que no se resiente ni siquiera al hacer piruetas con la guitarra a cuestas. Hablamos de un hombre de 46 años que pareciera tener pacto con el diablo, una especie de Dorian Gray del rock británico que, aunque no envejezca no significa que no evolucione; “Always Ascending” incorporó sonidos bastante más electrónicos que sus trabajos anteriores gracias a la incorporación de Corrie, a quien también se le conoce por su nombre artístico Miaoux Miaoux.

Fueron casi dos horas (1:40 para ser más exacta) que pasaron volando, hubo frases como “Santiago, take me out”, saludos en español, carcajadas entre ellos (especialmente los de la nueva formación), un escenario compuesto de un telón de fondo negro y simple, estampado con el nombre de la banda y estrellas de colores. El setlist estuvo equilibrado, hubo bastante del nuevo material, pero igualmente se compuso de clásicos como “No you girls”, “Do you want to”, “Walk Away” entre otras; lista que repiten en cada ciudad pero que aquí modificaron con la inclusión de “Outsiders” de su segundo disco “You could have it so much better” (2005).

Ese pequeño detalle nos hizo sentir especiales y confirmar que el cariño es mutuo, además de transformar a la audiencia en reyes y reinas de la pista como si tuviéramos quince años menos. Una pretensión bastante difícil de lograr que cumplen a cabalidad y eso siempre se agradece. Un shot sin tequila, pero rebosante de energía.

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