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30 de Junio de 2011

La asesoría que PriceWaterHouseCoopers no quiere que conozcamos

En 2010, La Polar le pagó 142 millones de pesos, por “otras prestaciones”, a la misma empresa que le realizó la auditoría externa e “independiente” que exige la ley.

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Herméticos. Esa es la palabra que mejor define por estos días a los socios y ejecutivos de PricewaterhouseCoopers (PwC). Y es que a la sombra que se ha cernido sobre los directivos de La Polar tras conocerse el escándalo -y probable delito- de las repactaciones unilaterales de casi 500 mil clientes a espaldas de las cifras contables, se ha sumado una serie de interrogantes sobre la participación, entre otros, de la citada empresa, que tenía como misión auditar externamente a la multitienda, tal como lo exige la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). Con timbre y firma aseguró a la autoridad que los estados financieros de 2010 de la compañía presidida entonces por Pablo Alcalde eran completamente fiables y ajustados a la norma.

Pero el tema no se agota en la forma cómo se hicieron los estudios. Y es que al indagar los documentos que constan en los archivos de la SVS se descubre que la relación entre ambas firmas no sólo se limitaba a una auditoría: también había otros contratos que podrían poner en cuestión la “independencia” que la ley exige a cualquier auditor externo.

Para comprobarlo basta mirar lo ocurrido en 2010 y en especial la circular fechada el 25 de febrero de este año y firmada por la entonces gerente corporativo de Administrción, María Isabel Farah, hoy destituida. Tal como consta en el escrito, PwC no sólo fue la encargada de certificar los estados financieros de La Polar correspondientes al ejercicio de ese año -actividad por la cual recibió poco más de 187 millones de pesos-, sino que también fue objeto de pagos de la misma empresa por concepto de “otras prestaciones”, descritas como “capacitación al personal y revisión de cumplimientos normativos”, por una suma total de $ 142.364.806. Es decir, el mismo año objeto de auditoría contemplaba actividades para las cuales la firma revisora había prestado asesoría.

Profesionales del sector aseguraron a El Dínamo que si bien es una práctica legal y tolerada, sí puede ser cuestionable al evidenciar una obvia duplicidad de funciones. “Como mínimo hay un conflicto de intereses”, advierte el abogado Rodrigo Albornoz, experto en Derecho Comercial de la Universidad San Sebastián, ya que una relación como ésta amenaza la imparcialidad que debería tener un auditor que se presupone “independiente”.

De hecho, conocedores del tema, rápidamente hacen paralelismos con lo ocurrido con la empresa auditora Arthur Andersen durante el caso Enron (2001). En aquella oportunidad, además de auditar al gigante de la energía, la firma le brindó asesoría en diversos rubros al punto que la ligazón entre ambas compañías llevó a Andersen a enfrentar cargos judiciales por obstrucción a la justicia y destrucción y alteración de documentos relacionados con la quiebra de Enron. Fue el fin de Andersen.

Una relación de larga data
Aunque la SVS ya inició una investigación contra PwC, el destino de la empresa es incierto, toda vez que las especulaciones respecto a su futuro van desde una suspensión hasta el retiro de la licencia pasando por una posible pérdida por parte de los chilenos de la representación de la marca norteamericana. Asimismo, este martes,  La Polar ya interpuso una medida prejudicial preparatoria  en el 20° Juzgado Civil de Santiago, para abrir el camino a una acción legal contra PwC por haber actuado con negligencia en su labor de auditora
Entre los aspectos que deberá indagar la SVS es la naturaleza y complejidad de la relación comercial entre La Polar y PwC, la cual se remonta a varios años antes de la auditoría externa.

De hecho, en 2005, el mismo año que la firma de retail reconoce como el del inicio de sus prácticas de renegociación unilateral, PwC fue contratada por la empresa para colaborar en la“Selección de Personal y Capacitación”, por un monto que ascendía a los 17.865.071 pesos,tal como consta en los registros de la SVS. Fuentes vinculadas a la multitienda aseguran que precisamente en ese año tuvo lugar una profunda reestructuración del departamento de recursos humanos de La Polar que fue guiada por los hombres de PwC.

Tanto fue la satisfacción del cliente, que en 2006 y 2007 el contrato se repitió, pero agregando una nueva asesoría, esta vez en “Revisión de Procedimientos previamente acordados”. Por estos servicios, en 2006, La Polar pagó poco más de 95 millones de pesos mientras que en 2007 el monto superó los 110 millones, aunque en esa ocasión también fueron incluidos 35 millones correspondientes a honorarios de auditoría.

Los documentos que constan en la SVS -y que dan cuenta de los detalles de estos contratos- fueron firmados por el propio Pablo Alcalde Saavedra, entonces representante legal de La Polar y que hoy enfrenta una querella presentada en su contra por la misma empresa que guió y , de la que tuvo que renunciar esta semana para defenderse judicialmente.

El Dínamo contactó a quienes llevan las comunicaciones externas de PwC, tras intentar infructuosamente obtener la versión de los ejecutivos involucrados en el tema, pero terminaron finalmente por declinar referirse al tema.

Revisa a continuación los pagos realizados a los auditores.

Pago_a_auditores_2005

Pago_a_auditores_2006

Pago_a_auditores_2007

Pago_a_auditores_2010

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