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30 de Agosto de 2011

Estos son los descargos del carabinero dado de baja por la muerte de Manuel Gutiérrez

Según consigna La Segunda, Miguel Millacura afirmó que disparó “hacia arriba” para dispersar a los manifestantes que realizaban disturbios en el límite entre Macul y Peñalolén. Reconoció que de vuelta en la unidad limpió el arma de fuego que utilizó en el procedimiento.

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Un llamado a las 23:30 horas del jueves 25 de agosto le cambió la vida al ex sargento de Carabineros, Miguel Millacura. Según su testimonio de hoy, luego del que fue formalizado, a esa hora no recuerda si fue la Central de Comunicaciones de Carabineros o un subteniente el que estaba al otro lado de la línea. “Estaban pidiendo cooperación porque unos manifestantes estaban intentando quemar la estación de servicio Copec”, afirmó, según consigna hoy La Segunda.

Afirma que en su función de patrullaje en el cuadrante que comprende Grecia-Arrieta-Tobalaba y Américo Vespucio tuvo que acudir al sector cercano a la población Jaime Eyzaguirre y que “disparó hacia arriba” para amedrentar a los manifestantes, aunque esta versión que fue rebatida por el fiscal esta mañana, en la audiencia de formalización.

Millacura afirmó que al llegar al lugar una subteniente lo puso al tanto de la situación, al tiempo que -asegura- se escuchaban disparos. “Al vernos, los sujetos se dispersaron tanto hacia el oriente como el poniente, por sobre la pasarela”, sentenció.

Posteriormente, afirmó que se parapetó entre la caletera y Américo Vespucio, al tiempo que los sujetos les lanzaban objetos. Ante eso, narra que “me agaché y disparé hacia arriba, hacia el poniente, para amedrentar a las personas que estaban atacando con armas de fuego y piedras”, las que estima en cerca de un centenar.

El suboficial agregó que su arma (una subametralladora UZI) se encontraba con seguro y que recién se lo sacó “cuando me dí cuenta que estaban disparando a mis colegas desde muy cerca”. Agrega que la hizo funcionar en la modalidad “uno a uno” , o sea que se percutaba un disparo y no una ráfaga.

Con esta acción persuasiva afirmar que el sector se calmó y que su patrulla volvió a la unidad policial. Eso sí, reconoció que una vez en la unidad y tomando conocimiento que había una persona lesionada hizo limpieza del arma.

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