Una serie de filtraciones relativas a la seguridad nacional tienen al gobierno norteamericano a la defensiva y dejan en evidencia el nivel de discrecionalidad y de secretismo con que funcionan las leyes de vigilancia frente a las sospechas de extremismo.
Redacción
Las máximas empresas del mundo tecnológico descartaron lo señalado por Washington Post, el cual las acusó de dar acceso directo a sus servidores a las agencias de seguridad del gobierno de EEUU.
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Un portavoz del gobierno de Obama recalcó que "debemos asegurarnos de que tenemos las herramientas necesarias para enfrentar el reto que presentan los terroristas".
EFE
Es la primera vez que documentos secretos demuestran que esta práctica de recolección de datos por parte de la NSA, iniciada con G.W. Bush, continúa bajo el Gobierno de Obama.
EFE